Bob Dylan, premio Nobel de Literatura 2016

 

Por primera vez en la historia del Nobel de Literatura, la gente no correrá a las librerías sino a las tiendas de discos. Cuando la secretaria de la Academia Sueca Sara Danius ha pronunciado el nombre, han retumbado todos los cimientos. Bob Dylan (1941, Duluth, Minnesota), premio Nobel de Literatura. La sorpresa en los mundos de las letras y la música solo puede ser comparable a la que seguro ha sido una legendaria, hipnótica, imbatible sonrisita pícara del galardonado al enterarse, perdido como siempre en su gira interminable alrededor del mundo, al margen del mito. Era el eterno aspirante, así como un recurrente chiste entre los más escépticos y, sobre todo, más ortodoxos. ¿Un músico, cuya única obra en prosa fue un fracaso, cosechando el mayor de los premios literarios? Imposible. Pero lo imposible –y vivir a contracorriente- es lo que mejor se le ha dado a este compositor que cambió como nadie el concepto de canción popular en el siglo XX, añadiendo una particular dimensión poética a la música cantada. Y tan importante como ese determinante hecho: su influencia, reconocida por los Beatles, los Rolling Stones, Bruce Springsteen y cualquier icono del rock y el pop que venga a la cabeza, no ha hecho más que crecer a medida que ha pasado el tiempo. Ahora, con este premio, y tras haber recibido antes el Pulitzer o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, la onda expansiva da para otro siglo.

 

 

La música profana de la Edad Media

Lamentablemente la música medieval profana y popular, la que divertía y disfrutaba el pueblo prácticamente se ha perdido pues nunca se perpetuó por escrito. Sabemos que en la Edad Media era habitual el canto y el baile entre la población, en muchos casos como herencia del mundo pagano. Lo conocemos por numerosas fuentes eclesiásticas que los condenaban o criticaban.Tanta insistencia en el ataque a estas prácticas pone de manifiesto la habitualidad con la que se producían.

Es a partir del siglo XII cuando la lírica profana florece, surgiendo muchas canciones.La música profana de la Edad Media se practica utilizando lenguas vulgares y presenta diferentes variedades según la zona que se estudie.La canción de gesta es la primera canción profana conocida con texto en lengua vulgar.Toda la canción era cantada, aunque no se haya conservado la música.Las canciones de gesta son poemas épicos narrativos que cuentan las hazañas de héroes medievales, cantadas según fórmulas melódicas muy sencillas, parecidas a la cantilación de versos.Debido al analfabetismo predominante y a la transmisión oral, no se ha conservado ningún testimonio musical de un cantar de gesta.

Los juglares eran intérpretes itinerantes de clase baja, que iban de un pueblo a otro cantando hazañas y relatos, lo que provocaba interés al mezclarlos y presentarlos en un espectáculo que incluía otros números como magia, prestidigitación…

Se solían acompañar de un instrumento musical con el que mejorar su interpretación.

Los juglares fueron los encargados de difundir los cantares de gesta.La temática de sus canciones estaba centrada en las mujeres, el vino y la sátira social. Juglar viene del latín “joculator”, que pasa al francés como “jogler” y de ahí al español.

https://youtu.be/JtQZvoaMEy8

“Joculare” significa bromear o jugar, indicando la función que se atribuía a los juglares: el distraer y entretener.

Puesto que eran itinerantes, contribuyeron a la difusión de cantares de gesta y hazañas entre los diferentes pueblos que visitaban pero, al mismo tiempo, suponían cierta distorsión en los relatos al buscar aquellas expresiones y exageraciones que mejor resultaran.Vivían de la generosidad y la caridad de los habitantes de los pueblos que visitaban.

Los juglares solían utilizar obras de otros o del acervo popular.Gracias a la recuperación económica del siglo XII y al nacimiento de los gremios mejoraron su situación.

https://youtu.be/OGLohc2z1VU

Algunos juglares ascendían al rasgo de ministriles si acompañaban a un trovador o trovero como acompañante instrumental.Se ha perdido la gran mayoría de la obra de los juglares y los fragmentos que se conservan se mantienen gracias a la función de los goliardos.

Los trovadores sí eran músicos, poetas y compositores.Son cantautores medievales y cultos, que componían el texto y la música de sus canciones.No estaban mal considerados e incluso algunos de ellos vivían en cortes.Este fenómeno surge en Francia.

Se distinguen dos tipos de trovadores: los troveros, de la región norte de Francia, cuya lengua era el “oil” y los trovadores, del sur de Francia y norte de la península ibérica, cuya lengua era el “oc”.

Su nombre viene del latín popular “tropare”, que significa inventar o encontrar.Pasó al francés antiguo “trover” y en occitano “trobar”, dando lugar al término “trobadour”.Los trovadores florecieron en la región de Provenza (al sur de Francia).Uno de los primeros trovadores reconocidos fue Guillermo VII de Aquitania, abuelo de Leonor de Aquitania, entorno al año 1100.No son un grupo social definido, aunque surgen en grupos aristocráticos, donde son populares.

Las canciones de los trovadores se han conservado gracias a cancioneros, que son recopilaciones manuscritas tardías, de mediados del siglo XIII.Se sabe así que los trovadores cultivaban la canción cortesana, de temática profana y culta.Se han encontrado canciones que se repiten entre diferentes cancioneros en Europa, lo que da imagen de la popularidad que tuvieron algunas canciones.

Atendiendo a las iconografías que se conservan, se sabe que la interpretación de las obras trovadorescas se realizaba mediante un acompañamiento instrumental pero, sin embargo, no nos han llegado muchos testimonios musicales.Por lo general, las obras son de carácter estrófico y estilo silábico.La temática más difundida es el amor cortés.Las pastorellas son cantos alegres y típicos de ambiente popular.Los cantos de amigo están basados en una mujer que canta a su amado.El sirventés es un canto de carácter político y el planctus es un canto de llanto por una muerte.

Se estima que, según la estructura del texto y la temática, la música trovadoresca se tenía que interpretar con un ritmo marcado, lo que dio lugar a danzas como la balada o el rondeau.El acompañamiento instrumental estaba realizado sobre todo por instrumentos de cuerda.A finales del siglo XIII, Adam de la Halle fue uno de los trovadores más famosos, considerado posiblemente el último de los trovadores.

La polifonía empezó a tener auge y la práctica monofónica trovadoresca perdió interés, haciendo que desaparezca esta práctica.