NOTAS SOBRE LA MÚSICA DEL ROMANTICISMO

LA MÚSICA EN EL ROMANTICISMO.

– INTRODUCCIÓN.

El romanticismo se extiende desde 1815 hasta casi la primera década del siglo XX. Entre sus características generales podemos citar: Exaltación de la libertad, de los ideales. Predominio del sentimiento por encima de la razón. Individualismo del artista: utiliza el arte para expresar sus ideas, sentimientos y emociones personales, rechazando cualquier imposición externa. Fascinación por lo exótico, lejano, mágico, irreal. En la literatura y la pintura se pueden encontrar numerosas referencias a lugares exóticos o maravillosos, seres fantásticos, la naturaleza misteriosa, antiguas leyendas, etc. Nace el gran público musical constituido por la burguesía y con él una nueva esclavitud para el artista: la de los gustos del público. El compositor ha dejado de ser un criado asalariado de un noble que escribe la música que le encargan y ahora vive de los derechos de autor sobre la edición de sus partituras, de un porcentaje sobre la venta de entradas para sus conciertos, de la enseñanza o de su labor como director de orquesta o intérprete solista. A partir de este momento el compositor se plantea un conflicto que aún hoy está vigente: hacer la música que a él le gusta o hacer la música que prefiere el público y que es la que le da de comer.

1.- LA MÚSICA EN EL ROMANTICISMO.

La música en este periodo es la más valorada de entre todas las artes: al ser la más abstracta e intangible de las artes puede llegar a regiones del alma humana dónde no pueden hacerlo ni las palabras ni las imágenes. El compositor romántico abandona la rigidez del clasicismo para buscar una expresión más directa y apasionada de sentimientos y emociones individuales. Para ello el compositor romántico dispone de nuevos recursos musicales: Gran riqueza de matices: uso constante del crescendo y diminuendo, junto con espectaculares contrastes entre fortísimo y pianissimo. Gusto por el virtuosismo y los alardes técnicos. Empleo muy flexible del movimiento: la pulsación abandona su regularidad muy frecuentemente a lo largo de la pieza con pequeños acelerando y ritardando, que provocan una sensación como de vaivén. Uso de melodías bellas y apasionadas. Con mucha frecuencia tienen un nuevo sabor pues incorporan giros melódicos procedentes de la música tradicional. Aumento de las posibilidades tímbricas: la orquesta prácticamente dobla el número de instrumentos con respecto al periodo anterior. Se siguen empleando las grandes formas instrumentales del clasicismo (sonata, sinfonía, concierto) pero ahora son más extensas y se aplican de una forma mucho más libre ya que la inspiración e imaginación románticas desbordan claramente sus límites. Al mismo tiempo surgen toda una serie de pequeñas formas (lied, pequeñas formas para piano, etc.) que muestran una cara más íntima, recogida y sentimental de la música romántica.

2.- LA MÚSICA INSTRUMENTAL EN EL ROMANTICISMO.

a) La música orquestal. La orquesta romántica crece en tamaño y extensión. Una orquesta romántica está compuesta por unos 95 músicos. En la sección de viento se añaden instrumentos como: el piccolo, la tuba, el contrafagot, el clarinete bajo, el corno inglés y el saxofón. En la sección de percusión ahora hay cuatro timbales y se incorporan el gong, el bombo, la celesta, la marimba. Para salvaguardar el equilibrio sonoro se llega a duplicar el número de instrumentos de cuerda. Un número tan grande de instrumentistas exige la aparición de la figura del director de orquesta cuya labor consiste en unificar la interpretación de la partitura.

Casi todos los músicos de este periodo escriben música para orquesta: conciertos y sinfonías que, gracias a la música programática, permiten dar rienda suelta a la creatividad y fantasía de un compositor romántico que ya no está encorsetado por la rigidez de las formas heredadas del clasicismo. La música programática es un tipo de música sinfónica que sigue un programa literario o artístico que inspira la obra. Su forma más importante será el poema sinfónico: composición orquestal en un solo movimiento, inspirada en elementos literarios o pictóricos. Importantes compositores de música orquestal: L. V. Beethoven (1770-1827): compone nueve sinfonías apreciándose signos románticos a partir de la tercera. F. Schubert (1797-1828), F. Mendelssohn (1809-1847), R. Schumann (1810-1856). H. Berlioz (1803-1869): creador de la sinfonía programática. F. Liszt (1811-1886): compositor de importantes poemas sinfónicos, J. Brahms (1833-1897). b) Música para piano. Durante ésta época el piano gozará de importantes perfeccionamientos que posibilitarán el virtuosismo y los contrastes acentuados en la sonoridad, imprescindibles para la expresión del mundo interior del compositor romántico. En la música para piano destacan una enorme variedad de pequeñas formas todas ellas caracterizadas por estar poco supeditadas a fórmulas preestablecidas. Esta libertad en cuanto a la forma permite al músico expresarse con total libertad, siguiendo únicamente su inspiración. Entre estas formas podemos citar: nocturnos, impromptu, estudios, baladas, polonesas, mazurcas, polcas, etc. Importantes compositores de esta música pianística son: F. Chopin (1810-1849), R. Schumann, y F. Liszt.