Anticancérigenos

Los hidrogeles son materiales que usualmente se utilizan en objetos cotidianos como lentes de contacto o pañales, con el fin de controlar la humedad. Sin embargo, ingenieros químicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en México, desarrollaron una nueva tecnología a base de nanopartículas termosensibles (nanohidrogeles) para emplear esos materiales en el campo de la biomedicina, como una alternativa que logre la liberación controlada de fármacos contra el cáncer.

 

El profesor del Departamento de Química de la UdeG, Eduardo Mendizábal Mijares, comentó que “se usan nanohidrogeles cargados de fármacos y se inyectan al paciente. Con la característica que mientras pasan a través del torrente sanguíneo el medicamento no es detectado ni atacado por el sistema inmune, esto debido a sus características físicas y químicas que las hacen compatibles con el cuerpo”.

 

La idea es que el medicamento al estar dentro de los nanohidrogeles se transporte directamente a las células cancerígenas y que allí se libere el fármaco, sin dañar otras zonas del cuerpo, porque los hidrogeles ofrecen la posibilidad de dosificar una infinidad de sustancias activas en el sitio deseado y pueden ser administrados como hidrogeles secos o hinchados mediante diferentes rutas: oral, nasal, bucal, rectal, transdérmica, vaginal, ocular y parental. La liberación del fármaco puede ser por un aumento de volumen, por cambios en pH, en la temperatura.

 

El desarrollo de la UdeG también agrega partículas magnéticas a los nanopolímeros que componen los hidrogeles a fin de producir un campo que eleve la temperatura necesaria para destruir las células cancerígenas.

 

La investigación, del también miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III, consistió en desarrollar nanohidrogeles termosensibles que por medio de la técnica de polimerización (unión) de mezclas de monómeros con diferentes características químicas y físicas, logró una reacción química y formar un conjunto de pequeñas esferas llamadas polímeros.

 

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Hidrogeles que atacan células cancerígenas. (Foto: DICYT)

 

Los nanohidrogeles han demostrado tener muy buenas características de biocompatibilidad con el organismo humano, debido principalmente a sus propiedades físicas, que los hacen semejantes a los tejidos vivos, especialmente por su alto contenido en agua, su consistencia blanda y elástica, así como su baja tensión interfacial que no permite absorber proteínas de los fluidos corporales.

 

Al desarrollar estos materiales se logró la absorción de grandes cantidades de agua sin perder su forma, así como la capacidad para retener el calor a una temperatura de entre 37 y 42 grados. Mediante la combinación de polimerización en emulsión y microemulsión sintetizaron hidrogeles estructurados que presentan grados de hinchamiento y propiedades mecánicas mejores que los hidrogeles convencionales, destacó el investigador.

 

Estos materiales son empleados principalmente en el área biomédica como instrumentos de diagnóstico, en membranas, recubrimientos, microcápsulas, implantes para aplicaciones de corto o largo alcance y en sistemas de liberación controlada de fármacos. También para regenerar tejidos o fracturas se utilizan los hidronanogeles como sustratos para el crecimiento de células.
Si bien ya se emplean medicamentos blanco molecular contra el cáncer, lo novedoso del trabajo de la UdeG es que se utilicen materiales como lo son los nanohidrogeles para atacar células o tejidos cancerígenos sin dañar partes sanas del cuerpo. (Fuente: AGENCIA ID/DICYT)

INvestigación

Lo cierto es que Biópolis lleva a cabo actividades que la mayoría de la gente juzgaría como de ciencia-ficción cuando son ya de puro costumbrismo científico. Lo hacen todo ahí mismo, a la vuelta de la esquina, como el que dice. No en EE UU, no en Suiza, Dinamarca o Japón, nada de eso, a dos patadas de cualquier sitio de nuestra geografía, en Valencia, en el Parque Científico de su Universidad, para ser más precisos, donde Biópolis ha arrendado un edificio de dos plantas más sótano, en el que Daniel Ramón y su equipo conviven a diario con miles de millones de bacterias, de levaduras, y con un gusano maravilloso, el Elegans, que es simple y complejo a la vez y por las mismas razones, como un buen poema. El Elegans fue descubierto para la ciencia por Sydney Brenner, premio Nobel de Medicina en 2002. En su cuerpo se puede estudiar, como en la imagen del espejo, nuestro alzhéimer, nuestra obesidad, nuestro envejecimiento, nuestra diabetes… Mide un milímetro, es transparente y hermafrodita y no sufre con el estrés al que lo someten en el laboratorio porque carece de cerebro o lo tiene desperdigado a lo largo del cuerpo (unas neuronas por aquí, otras por allá…).para más información pinche aquí