El catalizador, una pieza del sistema de escape de los coches, se ha convertido en una de los recambios más codiciados por los ladrones. Al estar compuesto por metales preciosos, como el platino, el rodio o el rutenio.
Más o menos estamos «familiarizados» con el robo de metales, como el cobre, porque asumimos que se pagan bien. Pero ¿por qué se roban los catalizadores?
Antes de nada, sería conveniente recordar qué es y para qué sirve el catalizador . Este dispositivo produce modificaciones químicas en los gases de escape de los automóviles antes de liberarlos a la atmósfera. Estas modificaciones tienen como fin reducir la proporción de algunos gases nocivos –principalmente, monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno– que se forman en el proceso de combustión.
El catalizador lleva un panel de cerámica que es impregnado con un recubrimiento de metales preciosos –paladio, rodio y platino– que, al entrar en contacto con los gases nocivos, reaccionan y generan gases nobles o inertes que resultan menos contaminantes cuando llegan a la atmósfera.
La vida útil del catalizador está alrededor de los 10 años, momento a partir del cual va perdiendo eficacia, si bien los metales siguen manteniendo sus propiedades y son reciclados para otros usos. Los catalizadores que ya han cumplido su servicio son reciclados en centros especializados mediante un proceso bastante complejo, donde se extrae el platino, el paladio y el rodio. Además son pocas las empresas autorizadas para realizar estas funciones….