Bajo el auspicio del geofísico Luis Avial y el historiador Fernando del Prado, se inició hace algunos años la «Operación buscar a Cervantes». Los restos mortales del universal escritor español, según los documentos de la época, yacían en el convento madrileño de las Trinitarias Descalzas, desde el 23 de abril de 1616. Tras una búsqueda con georradar durante tres días en junio de este mismo año, se realizó un mapa en 3D del subsuelo de dicha iglesia, en la que estaría enterrado el autor manchego. Pero ¿cómo se podría identificar el cuerpo de Miguel de Cervantes? La respuesta es que hay que buscar un varón de unos 70 años, con una lesión incapacitante en el brazo izquierdo, con marcas de herida de fuego en el pecho (recordemos que fue herido por un arcabuz), que habrían dejado restos microscópicos de metal. Lo que sí es cierto es que no hay que buscar a ningún cadáver manco, aunque se le llame «el Manco de Lepanto», porque conservaba sus dos manos, a pesar de que la izquierda la tendría incapacitada, con los dedos agarrotados a causa del arcabuzazo.
Para estar al día de las investigaciones llevadas hasta hoy, os dejo el siguiente enlace:
http://www.elmundo.es/madrid/2015/01/25/54c562a522601d256f8b456b.html
Os animo a que sigáis esta apasionante historia arqueológica.