El mito del diluvio universal en Mesopotamia y Egipto.

«Los dioses, que habían creado a los humanos, vieron que se habían vuelto malvados y se molestaron por el ruido que hacían. Por ello decidieron exterminarlos enviando un diluvio.

Pero el dios Enki, creador del primer humano, se apiadó de un hombre devoto, Ziusudra (en la versión sumeria) o Utnapishtim (en la versión acadio-babilonia) y le dijo que fabricara un barco y se refugiara dentro con su familia y con manadas de animales. También permitió subir al constructor del barco y un grupo de artesanos.

Tras el diluvio, el barco se posó en una montaña. Ziusudra/Utnapishtim envió varias aves para buscar tierra seca, desembarcó y ofreció un sacrificio a los dioses. Éstos, agradecidos, le concedieron el don de la inmortalidad.»

 

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