El mito del diluvio
Zeus se enfadó y decidió exterminar a toda la raza humana, enviando un diluvio. pero decidió salvar a una pareja que era justa y temerosa de los dioses: Decaulión, hijo del titán Prometeo y su esposa Pirra, hija del titán Epimeteo.
A ambos se les permitió construir un arca, según las indicaciones dadas por Prometeo y salvarse. El arca flotó nueve días y luego se posó en la cima del monte Parnaso.
Tras descender ofrecieron un sacrificio a Zeus y fueron a orar a un templo cercano, dedicado a Temis. Allí suplicaron a la diosa Temis que regenerara la raza humana.
Ésta respondió que se cubrieran la cabeza y arrojaran hacia atrás los huesos de su madre, refiriéndose a la Madre Tierra.
Deucalión y Pirra tomaron las piedras que había en la orilla y las arrojaron. Las que tiró Deucalión se conviertieron en hombres y las que tiró Pirra, en mujeres.