7 extraordinarios datos sobre el Himalaya que debes conocer

Si vamos a pensar en un lugar digno de mención por su belleza y majestuosidad debería ser el Himalaya, la cordillera más alta del mundo, con picos coronados de nieve, en cuyos paisajes se extienden valles y glaciares, así como una flora y fauna muy diversa. Es por eso que muchas personas anualmente van a escalarla y disfrutan de tan maravilloso viaje. Para ti, curioso amante de la naturaleza, he aquí 7 extraordinarios datos sobre el Himalaya.

7. Himalaya: la cordillera más alta del mundo sigue creciendo

El Himalaya, cuyo monte principal, es el Everest ―mide 8848 metros sobre el nivel del mar―, conforma la cordillera más alta del mundo, sin embargo, sigue elevándose. Mediciones realizadas en los últimos tiempos confirman que crece a razón de 20 mm por año. Es un monte vivo, donde se producen movimientos de tierra y otros eventos geológicos.

6. ¿Qué significa Himalaya?

La palabra Himalaya, original del sánscrito, significa «morada de nieve», ya que los picos de esta imponente elevación permanecen cubiertos de nieve todo el año, nieve que nunca se derrite. En Nepal lo llaman Sagarmatha, que se traduce como «diosa del universo». Ello revela la honda que su majestuosidad provoca en el ser humano.

5. Edad del Himalaya

Aunque la presencia del Himalaya ha sido constante para el ser humano, en realidad esta cordillera es muy joven en términos geológicos. Tiene tan solo 70 millones de años. Movimientos tectónicos entre las placas de Eurasia y la India provocaron que la tierra tomara la forma de esta fascinante elevación.

4. ¿Hay bosques en el Himalaya?

Debido a la original topografía del Himalaya, a lo largo del tiempo se han desarrollado diversos sistemas ecológicos. Al pie de la elevación se extienden bosques tropicales, en el medio, bosques subtropicales de árboles caducifolios y ya en las alturas, podemos encontrarnos prados y forestas de coníferas.

3. La fauna del Himalaya

El Himalaya es hogar de una variada fauna que nos deja impresionados. El que más sobresale es el leopardo de las nieves, felino poderoso que habita en las alturas. Pero también se encuentran mamíferos como: cabras salvajes, ciervos almizcleros y cabras monteses. Las aves son igualmente abundantes, destacando los pájaros carpinteros, perdices y el hermoso pájaro benteveo.

2. Afluentes que nacen en el Himalaya

El Himalaya da nacimiento a varios de los ríos asiáticos más importantes, a saber, el Indo, el Ganges, el Brahmaputra y el Yangtsé. Estos se alimentan de los más de 15000 glaciares que inundan la región. Se considera que estos afluentes estaban ya allí antes incluso de que se formaran las elevaciones.

1. Escalar el Himalaya: una meta de la vida

Para muchas personas, escalar el Himalaya constituye una meta de la vida. El Everest, su pico más alto, es un desafío permanente para los entusiastas del alpinismo, pues es un viaje difícil que compromete la salud de los visitantes. Las estadísticas arrojan que el 9% de las personas que registraron intentar escalar el pico, ha muerto antes de llegar a la cima, cifra que se expresa en 150 víctimas.

Aun así, el Himalaya es un lugar majestuoso y lleno de mística que, sin dudas, vale la pena conocer. ¿No es fascinante?

DERECHOS HUMANOS: Noviembre feminista

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Este enlace te lleva a  «campaña de mujeres famosas, estrellas del cine y de la canción que se han unido contra la violencia de género»

Y aquí tienes un artículo del 7/11/2015 reivindicando lo mismo en una manifestación de Madrid

Siete de Noviembre. Una manifestación histórica recorría las calles de Madrid pidiendo el fin de todas las formas de violencia machista y el compromiso de las administraciones con ese objetivo. Miles de mujeres nos unimos en la misma demanda: un pacto de Estado que luche efectivamente contra unas violencias que nos están oprimiendo, que nos están dañando y que nos asesinan. Lo exigíamos con nuestra presencia en el espacio público, conscientes que de esa manera ya estábamos iniciando el pacto. La demostración de compromiso de la ciudadanía es siempre la primera piedra para hacer realidad los avances sociales.

Sin embargo, la alegría de ese empoderamiento colectivo se extinguió demasiado rápido. No pudimos conservarla tanto como hubiéramos querido y, sin duda, como hubiéramos necesitado. Al día siguiente, supimos que el mismo día siete, Antonia fue asesinada. El día ocho, Elvira y Magdalena. El nueve, Isabel… los días posteriores lo fueron Mari Carmen, Eva, y dos mujeres más cuyos nombres no han trascendido. Desde el mismo día en que, juntas, exigíamos el fin de esa violencia brutal, y hasta hoy, ocho mujeres han sido asesinadas. Nos quedamos, una vez más, con esa sensación tan perversamente conocida entre la consternación y la rabia, y con ese dolor que sólo podemos gestionar a través del sentir feminista, la acción solidaria y la constancia en la lucha. Ni un paso atrás.

Ante esto y al mismo tiempo, hemos podido comprobar cómo algunos diarios no reconocían la manifestación histórica como una noticia a la altura de sus portadas. No solo eso, sino que el rostro más ruin del patriarcado se mostró, desacomplejado y altivo, en forma de opiniones infames que pretendían ser al movimiento feminista actual lo que en su día fue la guillotina para la Declaración de los Derechos de la Mujer.

Las feministas que estamos en los gobiernos locales apelamos a la voluntad política para definir un pacto de Estado que garantice los derechos de las ciudadanas y aborde el problema del machismo y el androcentrismo

Ni un paso atrás porque falta mucho todavía. Hemos ido alcanzando logros y derechos que hoy en día pensaríamos indiscutibles. Estamos tocando el hueso, estamos cuestionando las relaciones de poder que parecen normales desde un sentido común violento y patriarcal. El 7-N conseguimos poner el dedo en el ojo del patriarcado, y por eso algunos, preocupados, se removieron en sus asientos y nos lanzaron sus exabruptos.

Porque estamos ganando terreno también en las instituciones, poco a poco, con esfuerzo y perseverancia. Es necesario que cada uno de los poderes que operan en la sociedad se responsabilice para acabar con esta lacra violenta que cuestiona los principios democráticos de la vida digna. La responsabilidad será el cemento del pacto de demandamos.

Por eso, también las feministas que estamos en los gobiernos locales apelamos a la voluntad política para definir un pacto de Estado que garantice los derechos de las ciudadanas y aborde seriamente el problema del machismo y el androcentrismo en nuestras sociedades. Apelamos a la voluntad política porque es condición sine qua non para forjar consensos, pero exigimos, además, que se traduzca en medidas concretas y en presupuestos asociados, y que se trabaje en esta línea coordinadamente en todos los niveles de la Administración, ya que entendemos que la voluntad política no es voluntarismo, sino responsabilidad pública y garantía de derechos.

Sabemos que sí se puede, por lo que será cuestión de tiempo, de lucha y de trabajo ingente posicionar el problema de las violencias machistas como una cuestión de Estado. La mejor noticia es que, tal y como hemos comprobado el 7-N, somos muchas, fuertes, y estamos unidas.