¿Las Lupercales o S. Valentín?

Las fiestas lupercales se celebraban en la antigua Roma el día 15 del mes de febrero. Su nombre deriva, supuestamente, de lupus (lobo en latín) e hircus (macho cabrío). Los sacerdotes de Luperco se solían encontrar dicho día en la gruta del Lupercal, también llamada Ruminal, en honor a Rómulo y Remo, en el monte Palatino.  Según la tradición fue en ese lugar donde Fauno Luperco tomando la forma de una loba (Luperca) había amamantado a los gemelos Rómulo y Remo, y en su honor se hacía la fiesta. La tradición cuenta que allí había una higuera cuyas raíces habían detenido la cesta en cuyo interior se encontraban los gemelos Rómulo y Remo. Con el paso del tiempo el Papa Gelasio I prohibió y condenó en el año 494 la celebración pagana de las lupercales. Esta celebración la adoptó el emperador Justiniano en el imperio de Oriente en el año 542, como remedio para una peste que había asolado ya Egipto y Constantinopla y amenazaba al resto del imperio.

El Papa Gelasio I había querido cristianizar esta festividad y la sustituyó por el 14 de febrero, un día antes, fecha en la que fue martirizado un cristiano, llamado Valentín, en el año 270 d.C.

De las lupercales procede hoy la tradición del carnaval galllego característico de Ginzo de Limia, Laza y Verín, donde los cigarrones o peliqueiros amenazan a la gente con débiles fustas o tiras de cuero, con cencerros, en honor a los pastores de los que Fauno Luperco era dios, al estilo de la antigua Roma.

San Valentín fue probablemente un médico romano que se hizo sacerdote y que casaba a los soldados del ejército romano a pesar de que el emperador Claudio había prohibido que los soldados se casaran ya que consideraba el matrimonio incompatible con la carrera de las armas porque, al tener menos ataduras familiares, combatían mejor. Valentín apiadado ante el amor de las parejas de jóvenes, los casaba clandestinamente. Enterado el emperador, ordenó decapitarlo en el año 270 de nuestra era.

 

 

Cerramos la E. Media, expansión de Castilla y Aragón

Con los vídeos expuestos hasta ahora (cuenta los de las semanas pasadas) y éste cierro el capítulo de la E. Media. Una visión rápida pero global de una etapa de mil años en la que la Península tuvo su particular protagonismo. Pronto nos adentraremos en los vericuetos de otra de las edades de la historia que resultará muy interesante. Por ahora aprovecha para ver y cerrar este capítulo del medievo.