A 2,4 km. de profundidad tendríamos algún que otro problema para sobrevivir. Pero es que nosotros somos seres con fecha de caducidad. Serán el Destino, la Evolución, las catástrofes naturales o nuestra propia incapacidad para mantenernos vivos los que acabarán con nuestra existencia.
Sin embargo, no está tan claro que en este mundo se creen algún día las condiciones ambientales que impidan la vida de esos otros entes superiores ante los que los biólogos, los químicos y los científicos ya están agachando la cabeza, en señal de respeto y pleitesía.
Bajo el Mar, muy profundo, cerca de la costa japonesa, perforando en dirección al centro de la Tierra, se han encontrado, en un estado parecido a la «hibernación» alimentándose malamente, en un ambiente hostil, sin oxígeno ni agua, bacterias. No hay palabras.