A estas alturas, hablar de Charlie Chaplin suena a «prehistoria», pero la verdad es que nadie como él ha retratado la industrialización y los avances tecnológicos utilizando un tono tan satírico y feroz.
No es la mejor película de Charlot. Y, si me lo permitís (sobre gustos, colores) os doy mi opinión. Si tenéis que ver una, «Luces de la Ciudad»; si queréis ver otra, «Candilejas»; y si os apetece una tercera, «La Quimera del Oro». «El Chico» también es muy buena, y «El Gran Dictador», cine político de muchos quilates (aparte de una gran comedia), pero prefiero el Chaplin triste y melancólico, el que emociona, la poesía en estado puro, y de ahí mis elecciones.
Bueno, no divago más. Ahí tenéis unos minutos de la cadena de montaje más famosa e hilarante de la historia del cine.