Que no, que no me he equivocado. Ya sé que se le llama el «planeta rojo», pero al leer el otro día los titulares de la noticia me entró curiosity (¡esa es buena, no me lo negaréis, así se llama el robot de la NASA que está cotilleando por la superficie marciana!)
Bueno, a lo que voy. El caso es que una fundación holandesa ha cogido perra con nuestro vecino planeta. No contenta con entrenar a 800 aspirantes a colonos, ha promovido un concurso de ideas para hacerlo habitable. Ha ganado un proyecto que consiste en llevar a Marte semillas de coliflor y hacer que crezcan allí. Todo es parte de un programa a largo plazo que culminará con la presencia humana a partir del 2024. Bueno, la verdad es que he exagerado con mi titular. Es muy posible que el paisaje diste mucho de convertirse en verde. Más bien se parecerá a un desierto plagado de invernaderos (like Almería, you know?), pero algo es algo.