Liga Interna 2015-16 (12)

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Primer partido de la Segunda Fase en el grupo 1. 2ºX contra 2ºA. Dos equipos potentes, en principio, aunque, a la hora de la verdad, fue algo diferente la cosa. Los del A estaban escasos y maltrechos (tres elementos y medio: el medio era Raúl Orejana, que jugó lesionado, y de los demás, uno se dió a la fuga en el descanso), mientras que sus enemigos contaban, a pesar del magro banquillo, con su «artillería pesada» (Alejandro Serrano y Juan Carlos Bernardino) en buenas condiciones.

El enfrentamiento estuvo presidido por estos gruesos condicionantes. A pesar de ello, el primer cuarto anunció pelea, porque los de Rubén defendieron muy bien (es sabido lo que dependen los «eléctricos» de los contraataques, y no les permitieron ni uno), a pesar de que en ataque no acertaron, con Raúl ausente y Juan Fran poco efectivo. 6-1 para los de Carlos Guti.

En el segundo cuarto entraron en juego los «jugones» de 2ºA, que siguieron defendiendo «a muerte», y consiguieron apretar el marcador (9-6)

Después del descanso, la desmoralización, al verse tres en pista, y el cansancio, hicieron mella en 2ºA, que observaron, impotentes, como Juan Carlos Bernardino abría el tarro de las esencias. y les metía 13 puntos seguidos él solito. Tuvieron mucho que ver los dolientes aductores de Raúl, que prácticamente no saltaba bajo su aro (pero que alguna mano más pudo meter, pues no estaba cargado de faltas). 23-13, diez arriba para 2ºX, lo que dejaba las cosas prácticamente sentenciadas).

Cobardes y torpedos

El cuarto período comenzó tras una breve negociación. Por primera vez en el Torneo, la organización permitió, por común acuerdo de ambos capitanes, que jugaran cuatro en un equipo contra los tres del otro. La severa advertencia del árbitro de que no habría vuelta atrás no hizo mella en los deportivos chicos que, en ese momento, se veían cerca de la victoria.

Pues dicho y hecho. Y como si de magia se tratase, los cariacontecidos y minusválidos resucitaron de entre los muertos. Sus enemigos habían tenido el valor, no solo de jugar con cuatro (buen regalo, a la sazón), sino de dejar fuera a Juan Carlos (en febrero, más rebajas). Raúl corría como una moto, y se puso a «trabajarse» el aro contrario como en sus mejores tiempos, ayudado por Juan Francisco y con Rubén de fiel colaborador. El momento clave, a dos minutos del final, sucedió cuando 2ºA se puso a tres canastas, sin cansancio, ni escasez de efectivos, ni madre que les parió. Allí corrían hasta los mancos. Fue en ese momento cuando a éste que les comenta le llegó un cierto tufillo a «caquita» procedente del banquillo asediado. El «cagómetro», como le llaman en «Tiempo de Juego» Paco González y Manolo Lama, marcaba unos límites inaceptables. Salió a la pista Juan Carlos, y «mandó a parar». No pudo hacerlo del todo, porque sus rivales estaban lanzados, pero al menos logró, con la colaboración de todo el equipo (hay que resaltar que todos los que estuvieron en pista en este último cuarto anotaron), igualar el tanteo parcial  (12-12, para un resultado definitivo de 35-25).

Sostuvieron el pabellón de 2ºA estos heroicos individuos:

Raúl Orejana, líder, una vez más, sobre todo en los momentos decisivos de la última fase, estuvo un poco ausente casi medio partido, hasta que encontró la confianza física suficiente para correr y saltar algo. No fue el mejor Raúl que uno ha visto, pero le echó garra donde no le llegaban las fuerzas. Uno hubiera esperado de él algo más en defensa, como ya he dicho (acabó con dos faltas), pero terminó con 17 puntos (menos mal que estaba lesionado), y lo cierto es que, al final, saltó y lanzó los contraataques como siempre.

Rubén Santamaría fue el veloz «correcaminos» de siempre. Cortó balones y llevó las riendas de su equipo siempre con acierto y seguridad. En defensa se multiplicó, y entre él y sus compañeros, convirtieron la zona (sobre todo en la primera parte, cuando estaban cuatro, en inexpugnable). Metió un bonito tiro, aunque se le salieron de dentro varias canastas.

Juan Francisco Sánchez llegaba con aureola de estrella («El negro de Brookyn»), tras los paseos militares con que los suyos habían desfilado por el otro grupo. Avisados estaban sus rivales, y casi no le dejaron moverse. A pesar de ello, y de no poder prácticamente contraatacar (su punto fuerte), dejó muestras de su extraordinaria calidad, con seis puntos anotados, dando la cara también (fue de menos a más) cuando la presión apretaba.

Guillermo Marín dejó muestras de su espíritu de lucha y de su seguridad con el balón. No comete errores en el pase, ni botando, y colabora eficazmente en el rebote. Metió un buen tiro, y los suyos notaron su ausencia (no fue lo mismo el partido cuando se fue), pues una zona solo con tres jugadores no es defendible.

Los de 2ºX jugaron así:

Isaac Cruz, cada vez mejor en ataque (dos canastas tras una buena selección de tiro), sabe lo que hacer en el campo, y eso lo nota su equipo. Defendió bien (ya sabe controlar las manos), cogió rebotes, cortó balones, y estuvo sobrio y seguro. Jugador inteligente y eficaz, ve el baloncesto (y «comenta» las jugadas) como nadie.

No menos inteligente en la cancha es su compañero Alejandro Mansilla. Firme y rápido en defensa (llegó a parar él solo un par de rápidas transiciones de Raúl, y alguna que otra también de Juan Francisco), buscó en el aro contrario su triple acostumbrado, pero no tuvo suerte (a pesar de una buena selección de tiro). El premio lo obtuvo de manera inesperada, con una preciosa bandeja que culminaba un contraataque de su equipo.

Billy Avellán estuvo muy bien bajo los aros, y cogió unos cuantos rebotes (Isaac y él se aprovecharon como nadie de los problemas del Sr. Orejana). A punto estuvo de meter su canastita, que esta vez no logró. Jugó con seguridad y con su potencia habitual.

Carlos Gutiérrez dejó constancia de su clase, su velocidad y sus cualidades atléticas. Es explosiva su salida botando el balón y lanzando el contraataque. Fuerte y rápido en defensa, fue una china en el zapato tanto para Raúl como para Juan Fran, que no le quitaron ni un rebote cuando estaba en pista. No hizo puntos, aunque tampoco lo intentó demasiado. Él sabe que su fuerte no es el tiro, pero debería hacer más entradas.

Juan Carlos Bernardino fue el de siempre. Veloz penetrador, estiloso tirador, recuperador de balones, dechado de fundamentos, gran defensor, fue el artífice del despegue de los suyos, con ese asombroso tercer cuarto que se marcó, y también el que se dió cuenta de que la sangría del último período podía acabar en tragedia. Y es que una cosa es jugar con cuatro y quedar bien con los adversarios (da buena imagen) y otra andarse «con el bolo colgando» (permítaseme la expresión). Porque tonterías, las justas…

Alejandro Serrano fue «El Renacido», aunque no se vaya a llevar el Óscar (sí tiene a tiro el «anillo» de la Liga). Se le vió muy activo y de nuevo con su «electricidad» característica. Se hartó de asistencias y de robos de balón. Anotó con regularidad, y, a pesar de no tener las rachas irresistibles de su colega Juan Car, tiró del carro en los momentos difíciles (se disponía a resistir solito el duro envite de las estrellas rivales, pero este modesto cronista opina que en esa lucha posiblemente hubiera muerto con las botas puestas). Se gustó en el campo en compañía de su amigo, y se le notó más incómodo en su ausencia. Bienvenido de nuevo.

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3 respuestas a Liga Interna 2015-16 (12)

  1. ciencias dijo:

    Ya mismo

  2. Stephen Curry dijo:

    Esperamos el comentario del partido del jueves 14

  3. Miau dijo:

    Contento? Ya pude entrar desde un móvil, no te digo quien soy, sino no tiene gracia. Enhorabuena para el equipo de guti.

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