Campeonato de Ajedrez 3º- 4º ESO (12)

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Jornada 17

Silvia Rodríguez y Yolanda García firmaron unas tablas por rey ahogado gracias al tremendo descuido de la habitualmente meticulosa (ver comentario de la jornada anterior) jugadora de Bachillerato. La farolillo rojo, con su infatigable resistencia, obtuvo un premio merecido, pues es honrado seguir los consejos de este profesor de ajedrez, que siempre propone a sus muchachos que aguanten hasta el final, pues con algo de habilidad y suerte, a veces se obtiene un empate sorprendente. La falta de formación teórica en los finales de partida de Silvia propició la situación reflejada en el siguiente diagrama:

Negras: Yolanda García

Blancas: Silvia Rodríguez

(En la posición previa, el rey negro estaba en h8, y las blancas jugaron Pg7+??, con las consiguientes tablas).

Pepe Rodríguez y Santiago Prieto jugaron, en el segundo tablero, una bonita partida. El principio mostró al líder sacando precipitadamente la reina, mientras que su rival montaba una defensa aparentemente bien organizada. Pero Santi encontró el resquicio para atacar y no tuvo piedad.

Marta Vallejo y Alberto Sebastián, en partida aplazada, tuvieron sus más y sus menos. Por mor de la velocidad sugerida por el chico (necesidades fisiológicas), la gentil damisela (como le pasó a Yolanda la jornada anterior), movió con prisas (ella dice que no), y no fueron estas buenas consejeras. El jaque-mate fue similar al del pastor, pero diferido, es decir, unas cuantas jugadas después del típico. Hay que resaltar que la Srta Vallejo conoce perfectamente cómo defenderse de ese ataque, y que si Alberto pudo encontrar la ocasión, la cosa se debió a uno de los «lapsus» defensivos que caracterizan el juego de su enemiga.

Minusvalía decisiva

Jugar sin gafas es incómodo, aunque no imposible, para un miope. Tener que soportar la disciplina de un asiento fijo para alguien inquieto, muy difícil. Pero si además, el árbitro para de un plumazo tu incesante cháchara (¿táctica?), la incapacidad ya te pone las cosas casi imposibles. Álvaro Granizo, maestro de la «ambientación psicológica» de las partidas, sufrió una severa derrota, que puede alejarle, casi definitivamente, de la lucha por la primera plaza. Pedro Sánchez, su oponente, jugando a un enorme nivel, demostró que puede ganar a cualquiera.

Las cosas sucedieron en el cuarto tablero. El principio de la partida fue revelador de dos cosas: del buen talante con el que el Sr. Sánchez afrontó la partida, y de la desmoralización que acosó al Sr. Granizo desde el momento en que perdió un peón por decisión técnica. Jugar callado le costó al genial jugador de 3ºD, y ya le «crecían los enanos», por lo ya comentado de las gafas (lo de menos fue que se sentó a jugar después de perder una amistosa con el profe). La gran ventaja inicial de Pedro culminó con un hábil jaque de uno de sus alfiles, que le hizo capturar la reina enemiga. Álvaro aguantó lo que pudo (no se rinde fácilmente tampoco), y su rival pasó ciertos apuros ante la proximidad del mate (con los nervios no le fue fácil). Al final, el de 3ºC (concentrado en todo momento y con sus anteojos en el debido sitio) consiguió una merecida victoria, que le hace concebir fundadas esperanzas de plaza en el podio.

Jornada 18

Marta Vallejo jugó con Silvia Rodríguez una partida que la de Bachillerato tuvo que remontar poco a poco, pues Marta comenzó ganando, e incluso su ventaja llegó a ser apreciable (1 alfil y dos peones). El final, por tiempo (ellas hubieran seguido allí una hora), mostró un empate total a puntos. Para la de 3º, una pequeña decepción, pues pudo haber ganado. Para Silvia, una pequeña alegría, pues pudo perder, pero también el aviso de una crisis de juego, pues en terreno llano y accesible (los enfrentamientos con las chicas) solo ha conseguido dos empates.

Alberto Sebastián y Pedro Sánchez disputaban algo más que un punto, pues el tercer puesto es pieza codiciada por ambos. Con un juego algo errático, Alberto dejó caer una torre en manos de la reina enemiga. Momentos después, encerró en una esquina a la asesina, pero Pedro maniobró con habilidad para el intercambio de damas. El mate de Pedro, que estuvo en su línea (lleva ya un mes rayando a un excelente nivel) de formidable juego de ataque, muestra el descuido defensivo de las negras, con el rey encerrado tras los peones.

Negras: Alberto Sebastián

Blancas: Pedro Sánchez

Las esperanzas de Alberto estaban radicadas en un peón pasado más muerto que vivo, pero Pedro soslayó, con buen criterio, el escaso peligro (su caballo de c2 garantiza la inutilidad de TxP+), ante la inminencia del mate.

El Dr. Jeckyll y Mr. Hyde

Santiago Prieto jugó en el tercer tablero contra Yolanda García con una inesperada saña, y es que acababa de sufrir una derrota sin paliativos con Silvia (a la espera de su partida oficial). La buena jugadora y compañera de estudios del líder, hizo lo que pudo, pero acabó perdiendo. Y es que el mediocre y relajado Santi de las partidas intrascendentes se trasnsforma en una «bestia» sin escrúpulos cuando se está «jugando las lentejas».

Yo sobreviví al Dragon Khan

La montaña rusa de Port Aventura da menos vértigo que el carrusel en el que se movieron durante un largo rato los dos contendientes llamados Álvaro Granizo y Pepe Rodríguez.  Y el caso es que la partida comenzó tranquilita, con ventaja inicial del de 4ºA, por un caballo. Jugaba con aplomo y seguridad, y conservaba la renta, hasta que le tocó mover en la situación del diagrama que muestro a continuación:

Negras: Pepe Rodríguez

Blancas: Álvaro Granizo

Pepe está en apuros, evidentemente, a pesar de su ligera ventaja en piezas. Álvaro, que despliega siempre magníficamente las suyas, tiene en el centro del tablero dos tremendo peones pasados. Acaba de mover, como algún avispado lector habrá intuido, Pd6! y se dispone a machacar las torres rivales (¡ambas, pues DxT es jaque!). Pepe no ve la jugada rival, y decide defender el alfil amenazado: Dg7?

Un análisis concienzudo de las posibilidades de las negras ha mostrado que Dh7 era una gran jugada. La continuación evidente de DxT y RD7 de ser DxP (pues si blancas comen el alfil con la torre, pierden la reina), con lo que el fulminante contraataque de Pepe, con De4+ tiene visos de ser definitivo, con la reina y dos alfiles contra un rey desvalido y con sus torres descolocadas.

Eso no sucedió. Álvaro comió la torre y Pepe escapó del jaque con Rd7. Y comienzan los despropósitos. El rey blanco decide salir a darse una vuelta por d1?? y las negras, alborozadas, se comen la reina enemiga (TxD). Un Álvaro demudado parece que intenta alguna torpe maniobra para sacar la torre de a1 de su encierro, y prosigue con Rc2. Quizás intente una defensa de los peones pasados, pues poco más parece que le quede por hacer.

Pero Pepe, ya subido en el carrusel, y disfrutando del vértigo, decide ¡amenazar la torre de g1 con Ae3?? Álvaro, mareado aún, recibe el oxígeno entre suspiros de alivio y se come la reina enemiga: TxD+. La siguiente jugada de las negras es la puntilla, y muestra al genial jugador de 4º (capaz de lo mejor y de lo peor), en estado de shock por lo que acaba de suceder: Rd8??. Álvaro no rechaza este nuevo regalo y con Tg8+ asesta el golpe definitivo, la restante torre negra.

Momentos después, las blancas, con un jaque de torre en a7 consiguen desatascar a su peón más valioso, para coronar a continuación (ver siguiente diagrama). La suerte estaba echada, aunque a Pepe aún le quedaba un último cartucho en la recámara, si llega a intentar promover el peón de h5. Las posibilidades de resistencia no eran malas si su rey escapaba hacia b5, y quizás la coronación solo hubiera alargado la partida, pero era algo.

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