Con terribles problemas ambientales, como el cambio climático, la lluvia ácida, la desertización o la pérdida de los bosques tropicales, este «antropozeno» se nos estaba mostrando ya de una dureza extrema. Los individuos con conciencia ecológica nos merecíamos de una vez por todas algo que detuviese esa cascada inexorable que parece conducirnos a la extinción (la nuestra y la del resto de los seres vivos de nuestro planeta).
Una investigación de la FAO ha desvelado que una masa forestal que hasta el momento estaba «escondida» (solo se ha podido determinar su extensión con imágenes de alta resolución) es más grande que lo que se suponía. Los llamados «bosque secos», ocupan una superficie similar a la selva amazónica. ¿Será eso suficiente para que nuestra atmósfera se salve? Quizás nuestros descendientes puedan librarse todavía de vivir bajo una cúpula con clima artificial, como auguran las películas de ciencia ficción.
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