Para verificar la relevancia de Roger Willliam Corman, actor, director y productor de cine recientemente fallecido a los 98 años, no hay más que revisar la nómina de autores de relumbrón que comenzaron a trabajar (y que aprendieron) con él: Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Peter Bogdanovich, James Cameron… O recordar los primeros papeles en el cine de Jack Nicholson, Bruce Dern, Dennis Hopper, Robert de Niro, Charles Bronson…
Oscar honorífico por toda su carrera en 2009, el rey de la serie B fue autor de un sinnúmero de películas de terror y ciencia ficción (sus géneros favoritos), aunque tocó todos los palos, desde el western al cine de gánsteres, pasando por el cine social («El Intruso» 1962, «El Viaje», 1967), el histórico («De Sade», 1969) o la comedia («La pequeña tienda de los horrores», 1960).
A él se deben algunos de los títulos más delirantes y estrambóticos de la historia del 7º arte: «Yo fui un cavernícola adolescente» (1958), «El ataque de los cangrejos gigantes» (1957), «Las mujeres vikingo y la serpiente de mar» (1957), «La bestia de un millón de ojos» (1955) o «La diosa tiburón» (1958), son los mejores ejemplos.
Pero, para hacerle cumplida justicia, hay que decir que también fue autor de películas apreciables, como «La matanza del día de San Valentín» (1967), «Mamá sangrienta» (1970), o «El Barón rojo» (1971). Y, por supuesto, es impagable su serie de films de terror basada en obras de Edgar Alan Poe, protagonizadas todas ellas por un eminente Vincent Price: «La máscara de la muerte roja» (1964), «El péndulo de la muerte» (1961), o «La caída de la casa Usher» (1960).
La ingente obra de este genio del cine «de palomitas», se define por sí sola con el título de su autobiografía, publicada en 1990: «Cómo realicé un centenar de películas en Hollywood y nunca perdí un centavo». Y creo no exagerar si aseguro que sin él nunca hubiéramos visto «El Padrino», ni «Uno de los nuestros», ni «Easy Rider», ni «The Last Picture Show» ni «Avatar». Y que Nicholson o De Niro lo hubieran tenido un pelín más difícil.
Nos hizo usted disfrutar. Muchas gracias, Mr. Corman.
(Ante las dificultades para encontrar trailers en español, os pongo decentes versiones de películas enteras)