La historia de esta mujer es para escribir una película, y no el cortometraje con el que Rafa Arroyo (1989, Ciudad Real) competirá en los próximos premios Goya.
Jubilada, de 71 años, acogía en su casa a mujeres maltratadas, quizás para superar su propio traumático pasado. Un día resolvió rebelarse contra las terribles circunstancias de los chavales subsaharianos a los que daba clase de español en el parque. Un grupo de ellos pasó, de dormir en la calle, a convertirse en inquilinos «todo gratis» en su casa. Mientras seguía con sus lecciones, les iba gestionando papeles y hasta les conseguía trabajo.
Los siguientes pasos fueron la fundación de la ONG «Somos Acogida», que se hizo famosa en el barrio de Hortaleza, y, desbordada por el éxito de su iniciativa, el traslado a su casa natal de La Puebla de Almoradiel (Toledo), donde la organización cuenta con el apoyo de los vecinos y el Ayuntamiento.
Por la Asociación ya han pasado decenas de chicos que, de no tener un futuro, han convertido su vida en esperanza.
Os pongo un artículo de un periódico de Castilla- La Mancha, en el que podéis acceder al tráiler del documental (haciendo clic aquí), una entrevista con la singular protagonista de esta entrada (haciendo clic aquí) y el acceso a la página web de la ONG (haciendo clic aquí).