Gene Hackman

Cuando los grandes del cine clásico desaparecieron (el último, Kirk Douglas), los cinéfilos nos agarramos a los que habían sido nuestro ídolos cuando éramos quinceañeros: Dustin Hoffman, Al Pacino, Robert de Niro, Jack Nicholson …

Hackman quizás no formara parte de ese escogido grupo de dioses consagrados, puede que por una carrera no tan espectacular como la de ellos, pero siempre mantuvo unas cualidades interpretativas, sin ningún género de dudas, superlativas.

Muerto en lamentables circunstancias, en estado de abandono, parece ser que no se enteró (tenía demencia) del fallecimiento de su mujer, días antes. El actor californiano, de 95 años, retirado del cine desde hace 20 años, había encontrado, en la escritura, la afición perfecta para un jubilado famoso.

Debutó tarde en el cine, a los 30 años, y fue gracias a un Warren Beatty ya consagrado que consiguió su primer rol importante, en «Bonnie and Clyde» (Arthur Penn, 1967). Beatty le había conocido en «Lilith» (Robert Rossen, 1961).

La fama, sin embargo, no le llegó hasta 1971 con su «Popeye» Doyle, el policía violento y racista de «The French Connection». La película, dirigida por William Friedkin, fue galardonada con 5 oscars (entre ellos, el de mejor película) y supuso su primera estatuilla. Ahí tenéis el vídeo de la famosa escena, rodada en Nueva York, del coche que persigue al metro.

Después de este thriller, se hartó de trabajar, y, en los siguientes años protagonizaría inolvidables títulos, como «La aventura del Poseidón» (Ronald Neame, 1972), para mi gusto, la mejor película de catástrofes de la historia (¡que no se me enfaden los fans de «Titanic»!), «Muerde la bala» (Richard Brooks, 1975), que supuso su primera incursión en el western, y «La conversación» (Francis Ford Coppola, 1974), en un extraordinario trabajo, dando vida a un extraño y meticuloso experto en escuchas telefónicas. El film obtuvo el Gran Premio en el Festival de Cannes. Ahí están dos vídeos más: el primero es un documental en el podemos oír al actor describiendo pormenores del rodaje (se aconseja seleccionar los subtítulos en español y quitar los ingleses). En el segundo, Harry Caul soporta como el traductor automático de subtítulos destroza el castellano (casi mejor no configurarlos).

El cine de superhéroes le reservó también un papel. Hizo de Lex Luthor (el malo oficial de la franquicia), en «Superman» (Richard Donner, 1978). Él y Marlon Brando fueron los reclamos en taquilla, pues Christopher Reeve era desconocido, y Margott Kidder, casi. Repetiría en «Supermán II» (Richard Lester, 1980).

Años después, en «Arde Mississippi» (Alan Parker, 1988), dio vida a un policía honrado y socarrón que investiga la desaparición de tres activistas por los derechos civiles en el profundo sur. Un rol, por cierto, que recuerda al que hizo Sidney Poitier en «En el calor de la noche» (ver entrada dedicada a Norman Jewison).

Del resto de su carrera tengo que destacar 2 obras de Clint Eastwood (como sabéis, correcto actor, extraordinario director): «Sin perdón» (1992), obra maestra del western, y uno de los mejores de la historia (con permiso de John Ford), y «Poder absoluto» (1997), notable thriller, en el que interpreta a un corrupto y machista (¿os suena de algo?) presidente americano. Termino con vídeos de ambas. Sirvan de despedida a un inolvidable Gene Hackman.

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