Pepe Mújica, el héroe discreto

Los dos más famosos presos del siglo XX, Nelson Mandela y Pepe Mújica, se convirtieron en símbolos de supervivencia y resistencia política. Ambos llegaron a presidentes de sus respectivos países y, aunque no estuvieron muchos años en el cargo, su legado ha quedado para la historia.

Para definir lo que fue José Alberto Mújica Cordano (Montevideo, 1935 – Montevideo, 2025) hace falta parafrasear a Vargas Llosa, con el título de esta modesta glosa.

El activista y el preso

En sus años jóvenes, formó parte del movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, dedicado a realizar actividades de sabotaje en industrias y a secuestrar empresarios.

Detenido en los años 60, pasó por varias cárceles, entre ellas, la prisión de máxima seguridad de Punta Carretas, protagonizando, en septiembre de 1971, la fuga más multitudinaria de la historia, en la que escaparon nada menos que 106 internos (figura en el libro Guinness de los récords).

En 1973 fue apresado nuevamente y confinado en una celda de aislamiento, en la que pasó 12 años (hasta 1985). La película «La noche de 12 años» (Álvaro Brechner, 2018), recrea fielmente este hecho.

El político

Al salir de la cárcel, se integró en el Frente Amplio, una coalición de partidos cuyo objetivo era terminar con el monopolio de los tradicionales partidos nacionales Blanco y Colorado. Después de ser diputado, senador y ministro, fue elegido presidente entre 2010 y 2015. Se retiró de la política en el 2020.

Su labor gubernativa estuvo marcada por la legalización del consumo del cannabis, la aprobación del matrimonio homosexual y la legalización del aborto, aunque, como él mismo reconoció, las enormes resistencias de los poderes fácticos le impidieron ejecutar reformas de más calado, como la ley de educación, que era uno de sus grandes objetivos.

La persona

Difícil es separar al hombre del político, por el ejemplo de vida que ofreció hasta su muerte. Vivió con humildad y predicó siempre la vida austera, como solo Diógenes (en la antigua Grecia) había sabido hacer. De hecho, el 90% de su sueldo lo donaba a organizaciones contra la pobreza infantil, y el resto lo ahorraba para construir una escuela pública en su barrio.

Figura inigualable e irrepetible, su lucha contra el consumismo y su humanismo radical, le convirtieron en el principal adalid del movimiento contra el cambio climático y en líder de la política antiglobalización.

Os dejo un par de vídeos. En el primero, sus palabras en la cumbre de Río sobre Desarrollo sostenible de 2012. El segundo, el discurso que dio en la ONU en el 2013.

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