Un cáncer de páncreas ha derrotado, a los 94 años, al gran Quincy Jones. Músico, productor, director de orquesta e individuo comprometido con numerosas causas sociales, el alma de la música negra desde los años 60, con una carrera irrepetible, ha sido idolatrado por el público y la crítica de todo el mundo, que le han reconocido como una de las personas más influyentes en la música (y fuera de ella) desde la segunda mitad del siglo XX.
Quincy Jones músico
Aunque siempre ha reconocido que su principal influencia ha sido Ray Charles, durante sus años jóvenes tocó la trompeta (de manera notable) en orquestas de jazz, como la del vibrafonista Lionel Hampton o la del saxofonista Dizzie Gillespie. Como músico de estudio, llegó a colaborar en la grabación de algunos de los discos de Elvis Prestley.
A final de los 50 formó su propia banda de jazz y en los 60 estuvo en Europa, aprovechando su estancia en París para estudiar composición y teoría musical (con Nadia Boulanger y Oliver Messiaen). También colaboró, años después, con Miles Davis y con su admirado Ray Charles.
Quincy Jones productor
Su tremenda carrera como productor comienza con Leslie Gore, con la que consigue varios éxitos. Como seguro que de nombre no os suena, ahí tenéis su «It’s my party»
Durante esos años trabaja, también con grandes resultados, con Frank Sinatra y con Count Basie. También es muy solicitado como arreglista, con gente muy notoria, como Ella Fitzgerald, Peggy Lee, Nana Mouskouri, Sarah Vaughan o Dinah Washington. Sin embargo, su gran bombazo no llega hasta 1979: produce «Of the wall», de Michael Jackson, que vende 20 millones de copias. Repite con el de Indiana con «Thriller» (1981), que bate todos los récords (65 millones de copias), y vuelve a insistir con «Bad» (1987), que se queda en solo 45 millones de discos vendidos.
Pero antes de la última colaboración con el menor de los Jackson, consigue la proeza de reunir a todas las grandes figuras de la música pop para recaudar fondos contra la hambruna en Etiopía. Sorprendido, según reconoció después, de la gran afluencia de divos, consiguió que grabaran «We are the World». No voy a ponerme a enumerar, os dejo con ellos:
De su trabajo como «hacedor» de «hits» se podría hablar durante horas. Hay dos vídeos que sí quiero que veáis (los de Michael a solas están muy vistos, conformaos con la foto). El primero es de George Benson, su famoso «Give me the night». El segundo, de Paul McCartney, acompañado de un individuo que no caigo ahora en quién es.
Quincy Jones compositor
No contento con trabajar como arreglista, director de orquesta y productor, cuando se aburría se dedicaba a componer bandas sonoras para el cine. La lista de sus películas es asombrosa, pero las más famosas son : «En el calor de la noche», «A sangre fría», «The Wiz» o «El color púrpura». Van 2. En el segundo vídeo, una chica y un espantapájaros se dirigen, en amigable armonía, hacia un camino de baldosas amarillas.
Quincy Jones activista social
También en este terreno su labor fue incansable. En los 60 apoyó a Martin Luther King. En los 70 y los 80 encabezó la lucha contra el hambre en el tercer mundo (que culminó en el «We are the World»). Se asoció en varias obras filantrópicas, durante muchos años, con Bono, el cantante de U2 y se ha destacado, asimismo en la lucha contra el síndrome de Down y en el apoyo a las víctimas del Katrina.
Buen productor, buen músico y buena persona. Te echaremos de menos.