Actualización 20/03/2015
Los políticos hacen lo que pueden, es decir, intentar convencer a los científicos de que digan lo que no deben. «Il capo di capi», Francisco Etcheberria, no está por la labor, no se pringa ni un ápice. Aseguran (sus «secuaces») que lo más probable es que entre los restos óseos de cuatro adultos seleccionados (en el último «casting»; cribado, en términología médica) estén los de don Miguel, pero mojarse, lo que se dice mojarse, ni un pelo de la barba. Desde luego, no parece haber un esternón, ni un húmero, ni un cúbito, ni un radio con señales de heridas de arcabuz (que hubiera sido lo fetén). Y la cosa va para largo (me temo que no da tiempo antes de las elecciones), porque ahora van a tratar de caracterizar el ADN de los restos sospechosos, para meterlo en un banco de datos, por si fuera menester compararlo, más adelante, con antepasados o descendientes acreditados. Mientras tanto, don Francisco Rico, académico y cervantinista de pro, no deja títere con cabeza, y reniega de la investigación. Solo le falta llamar «profanadores» a los cerca de 40 científicos y técnicos que se están poniendo hasta las cejas del polvo de los siglos.
Haz clic aquí para acceder al reportaje completo (importante: si tecleas el triangulito que aparece sobre la foto, se pone en marcha un vídeo-resumen explicativo).
Y, como decían en las series americanas: «to be continued».
Primeros de mayo, pero solo si no es mucha molestia. No te preocupes, que tú, con tu peloteo diario estás más que cumplida.
Hola Fernando para cuando son los corazones más o menos un saludo