¿Es barato vivir en España? ¿Y en Estados Unidos? Es una pregunta difícil de responder pero las conclusiones aparecen en el informe anual del Deutsche Bank sobre los precios en el mundo. Depende de demasiados aspectos: el precio de los productos, el tipo de cambio de los países o el salario medio de los trabajadores. Los expertos de The Economist utilizan desde 1986 una variable diferente, pero efectiva: el precio de un Big Mac. Este curioso estudio compara el coste de vida de las distintas economías a través del precio de la famosa hamburguesa de McDonald’s.
La ‘burgeconomics’, como ellos la llaman, se basa en la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), con la idea de que en el largo plazo los tipos de cambio deben avanzar hacia una tasa que equipare los precios de una misma cesta de bienes y servicios (en este caso, una hamburguesa) en cualquiera de los dos países. Por ejemplo, el precio medio de un Big Mac en Estados Unidos en enero de 2015 era de 4,79 dólares; en China fue sólo de 2,77 dólares al tipo de cambio de mercado. Así que la ‘prima’ Big Mac dice que el yuan está devaluado un 42% en este momento.
A 4,23 euros el Big Mac
España ocupa el puesto número 22 en el ranking de los países más caros del mundo, con el Big Mac a 4,23 euros. Solo dos céntimos menos que en Alemania, un país donde el salario medio es de 43.300 euros brutos al año, frente a los 27.204 euros que se ganan de media en nuestro país, según Eurostat. El Big Mac español es más barato que el de la media de la zona euro y que, por ejemplo, su equivalente francés, el italiano y el británico.
El índice Big Mac nos dice que los precios están bajando tímidamente en España. En enero de 2014 la hamburguesa costaba 4,95 euros y en 2013, 4,75. Y parece que (más o menos) el Big Mac y la evolución del IPC (índice de precios al consumo) cuentan historias parecidas: de enero de 2015 a enero de 2014 el IPC ha caído un 1,3%, un 1,1% si se compara con el dato de 2013.