La semana que viene comienza febrero y aún hay alguna que otra cotizada española que no ha anunciado el día del mes en el que retribuirá a sus accionistas. Por no hablar de marzo, ya que ninguna firma se ha pronunciado sobre las fechas de los dividendos que abonará ese mes. Y es que algunas empresas avisan al mercado muy pocos días antes del pago. Pero esta falta de información tiene los días contados en la bolsa española. Las cotizadas estarán obligadas a anunciar la fecha del reparto del dividendo con dos meses de antelación.
Lo que hasta ahora había sido una sugerencia de la sociedad gestora de la bolsa a las compañías, para dar más transparencia, se convertirá en una imposición. Jorge Yzaguirre, presidente de MEFF y director de renta variable y derivados de BME, explica que las compañías estarán obligadas a anunciar la fecha del pago dos meses antes, aunque sin tener que especificar cuál será el importe exacto del dividendo.
Esto supondrá un cambio drástico porque pocas empresas españolas ofrecen tanta visibilidad. Aunque muchas se han comprometido a abonar cantidades concretas, solo hay casos contados, como el de Ebro Foods, que anuncien con antelación las fechas de todos sus pagos del año, o BME, que predica con el ejemplo. Además de los inversores de estas empresas, el mercado de derivados será el gran beneficiado, porque las fechas afectan a instrumentos que incorporan los dividendos en los precios.
Esta medida queda recogida en el Reglamento de la Bolsa de Madrid y varias Circulares y llega a raíz de la reforma del Sistema de Compensación, Liquidación y Registro que se producirá en las próximas semanas. Este sistema que cambia no es ni más ni menos que la compleja maquinaria que se activa una vez que el inversor compra o vende una acción. La nueva norma para las políticas de dividendo no está dentro del reglamento que recoge esta transformación del mecanismo interno del parqué, pero sí comenzará al mismo tiempo.
Cuándo se pone en marcha
La fecha estaba inicialmente prevista para finales de febrero, pero fuentes cercanas al proceso apuntan a que podría demorarse algo más, ya que, aunque el 3 de febrero entrará en vigor el Real Decreto, el nuevo sistema necesitará todavía semanas para afianzar que el engranaje funciona bien.
Hay que recordar que la primera fase del cambio en la compensación, liquidación y registro realmente estaba propuesta para el pasado mes de octubre, pero la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España anunciaron un aplazamiento hasta este mes de febrero, precisamente por la «envergadura del proyecto» y porque poner en funcionamiento las piezas estaba resultando un proceso más complejo de lo esperado. Se ha dado, por tanto, más margen a las entidades para adaptar sus procedimientos y realizar las pruebas oportunas, pero fuentes implicadas en el proceso señalan que todavía se necesitará más tiempo de lo estimado para migrar definitivamente al nuevo sistema.
Efectos para el inversor
La reforma de la maquinaria en sí, que busca armonizar los procesos con otros 21 países europeos, no supondrá grandes efectos para el inversor particular, como asegura Jorge Yzaguirre, sino que se trata más de cambios técnicos que afectan al gestor y a las entidades. Salvo un punto importante que se conoció hace unos meses: ya no se podrá comprar una acción el día de antes del reparto de la retribución y cobrarla al día siguiente.
A partir de la reforma, una compañía española solo abonará el dividendo en efectivo a aquellos accionistas que tengan títulos al menos tres días antes del pago. Así, si Inditex, por ejemplo, retribuye un viernes, el martes será el último día para comprar acciones de la textil si se quiere recibir ese pago. El miércoles, la acción cotizará sin derecho a cobrar el dividendo -se conoce en la jerga como ex date-.
En este ejemplo, el jueves Inditex ya dispondría del listado correcto de accionistas. «Permitirá que cuando se pague el dividendo, las operaciones ya estén liquidadas», explicaba Amadeo Lázaro, director global de infraestructuras de mercado de Santander Securities Services, en la presentación del sistema en unas jornadas el año pasado. Y es que con el nuevo marco las operaciones de compra y venta tardarán en liquidarse, en hacerse efectivas, dos días hábiles -es lo que se llama D+2-, por lo que las últimas negociaciones del martes ya estarían recogidas el jueves.