El Banco Central de la República de Argentina (BCRA) ha subido los tipos de interés en quince puntos porcentuales hasta el 60% para intentar contener el desplome del peso. La decisión se ha tomado en una reunión de urgencia con el objetivo de frenar la sangría que vive la divisa argentina que se desploma más de un 20% contra el dólar.
El comunicado emitido por el banco central señala que «en respuesta a la coyuntura cambiaria actual y ante el riesgo de que implique un mayor impacto sobre la inflación doméstica, el Comité de Política Monetaria del Banco Central de la República de Argentina resolvió por unanimidad reunirse fuera de su cronograma preestablecido y aumentar la tasa de política monetaria al 60%».
Además, el BCRA ha elevado en cinco puntos porcentuales los encajes para todos los depósitos en pesos. Esta herramienta es como el coeficiente de reservas en Europa, es decir, es el porcentaje de los depósitos que los bancos deben mantener en efectivo. Una subida de los encajes suele reducir el crecimiento del crédito, puesto que los bancos pueden prestar una porción menor de los depósitos que les llegan. Los encajes se sitúan en el 36% para los depósitos a la vista.
El pasado mes de junio y agosto, la autoridad monetaria tomó la misma medida para tratar frenar la caída del peso. Entonces, se calculó que el efecto sería la absorción de 100.000 millones de pesos argentinos (2.437 millones de euros) de liquidez, representando cada punto 20.000 millones de pesos (487,4 millones de euros). En esta ocasión, el BCRA no ha estimado ninguna cantidad.
«Un control más firme de la liquidez en el mercado de dinero es fundamentar para reforzar el compromiso antiinflacionario», ha esgrimido el banco central.
La fuerte depreciación del peso (un 51% contra el dólar en lo que va de año) está disparando la inflación en Argentina que se situó en julio en el 31,2%. El banco central del país está actuando para intentar detener esta situación con poco éxito por el momento. Argentina pidió de forma oficial ayuda al Fondo Monetario Internacional para defender el tipo de cambio del peso y reformar su economía con mayor estabilidad financiera.
Sin embargo, las complicaciones se han acentuado ante la masiva fuga de capitales que vive el país a pesar de la petición de ayuda. Ayer, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció que, por la nueva «falta de confianza en los mercados» hacia el país, acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) adelantar los fondos necesarios del crédito de 50.000 millones de dólares concedido en junio.
Este anuncio se produjo después de que en las últimas semanas, por factores externos, como la crisis de la lira turca, o internos por el caso de corrupción que afecta a empresarios y funcionarios del anterior Gobierno, haya vuelto a caer el peso argentino, que en lo que va de año ya se ha depreciado un 51% frente al dólar.
«La última semana hemos tenido nuevas expresiones de falta de confianza en los mercados, específicamente sobre nuestra capacidad de lograr financiamiento para 2019», señaló Macri.