España pertenece al grupo de países desarrollados que más oportunidades digitales disfruta pero también está entre los que más riesgos afronta dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que agrupa a una treintena larga de países más industrializados del mundo. Así lo concluye el informe de esta organización titulado ¿Cómo es la vida en la era digital? que analiza el impacto de la digitalización en distintas áreas como el empleo, los salarios, la educación, el comercio, la sanidad o la seguridad en las sociedades de los 36 países más desarrollados.
Entre las fortalezas digitales españolas que destaca la OCDE están el grado de acceso de los ciudadanos a internet en sus hogares, que cifran en alrededor de un 80% de la población. Este porcentaje supera la media de acceso a la red de la OCDE fijada en el entorno del 75%. Y es incluso superior al de países como Estados Unidos, donde dicho acceso es también del 75%.
Asimismo, España está por encima de la media de la OCDE en el número de actividades para las que los ciudadanos usan la red.
Pero hasta aquí los datos en los que España destaca más positivamente, ya que el informe pone de manifiesto algunos riesgos para su economía y sociedad. El primero de ellos es que España «tiene un riesgo de pérdida o transformación significativa de empleos por la automatización relativamente alto», con el 52% de los puestos en un nivel de riesgo medio alto.
Este estudio ha analizado la cantidad de puestos de trabajo que tienen «riesgos de experimentar cambios significativos» por los procesos de automatización digital y aquellos con «alto riesgo de automatización» que implicarían su desaparición tal y como existen en la actualidad. Así en el caso español el 30% de los empleos serían susceptibles de registrar cambios importantes y un 22% podrían llegar a automatizarse totalmente. Eslovaquia y Lituania corren este riesgo en más del 65% de sus empleos; mientras que en Noruega y Nueva Zelanda apenas el 30% está en esta situación.
Otro dato en el que España está por debajo de la media europea es en la tasa de retorno en términos de productividad y mejoras salariales de las inversiones en tecnología.
Aunque la mejora productiva y salarial en España no esté entre las mejores, que sí logran EE UU, Corea del Sur o Japón, los autores de este estudio sí encuentran una relación directa entre las habilidades digitales de los trabajadores y sus retribuciones.
Concretamente, los trabajadores sin conocimientos del uso de herramientas digitales TIC ganan un 18% menos a la hora que los que sí tienen aunque estos sean básicos. Así lo indican los datos del programa de evaluación de las competencias de personas adultas (PIAAC en sus siglas en inglés) que elabora también la OCDE. Este estudio indica, además, que aquellos trabajadores con mayores conocimientos y destrezas digitales (niveles 2 y 3 del test PIAAC) ganan un 26% más aquellos con niveles básicos.
Finalmente, la OCDE cree que España arroja cifras demasiado pobres en cuanto a la cantidad de empleo en la industria de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). Apenas el 3% del total de ocupados está empleado en estas industrias, con lo que España se coloca el décimo país por la cola. Este indicador lo lidera Israel, con el 6% del total de sus ocupados trabajando en industrias TIC, seguido por Estonia, con más del 5%.
En este punto, el primer Observatorio eShow de Empleo digital calculaba recientemente que en España se dejan de cubrir entre 100.000 y 110.000 puestos de trabajo en la industria digital por falta de perfiles adecuados. Y dado que el sueldo medio de estos puestos ronda los 29.000 euros anuales, el valor de este empleo no generado ascendería a unos 3.200 millones de euros al año.