Pasa del 43% al 45%, solo superado por los 9 puntos de Francia, hasta el 49%
«Una gran parte de las subidas en el Impuesto sobre la Renta de las personas Físicas (IRPF), que suelen ir dirigidas a las rentas más altas no están motivadas exclusivamente por razones recaudatorias. En este sentido es significativo que de acuerdo con las declaraciones de IRPF, solo cerca del 0,5% de los contribuyentes declara unos ingresos superiores a 150.000 euros por lo que una subida a las rentas más elevadas no tendría un impacto muy significativo sobre la recaudación», afirma Alberto Estrelles, socio director de KPMG Abogados.
Subidas no lineales
Ante el inicio de la campaña de la Declaración de la Renta 2018 esta firma analiza la evolución reciente de los tipos marginales del IRPF y estima que en el caso de España la trayectoria no ha sido lineal ya que en 2008 el tipo máximo estaba situado en el 43%, pasó al 52% en el año 2012 y después comenzó un descenso que ha acabado situando el tipo máximo en el 45%, dos puntos porcentuales más alto que hace una década, aplicable a las rentas anuales superiores a 60.000 euros.
El mencionado 45% de tipo máximo que se aplica en España es superior a la media tanto de la OCDE, que está situada en el 42,01%, 1,21 puntos porcentuales más que hace una década, y de la de la eurozona, que está en el 38,2$, algo menos de un 1% superior al tipo que estaba establecido en 2008.
Alberto Estrelles explica que de forma general se puede decir que en las últimas dos décadas se ha visto un significativo incremento en el número de países que utilizan la tributación indirecta -impuestos sobre el consumo/IVA- más que el IRPF -o incluso Sociedades- para obtener sus ingresos tributarios.
«Y eso es así porque la aplicación de los impuestos sobre el consumo no depende de beneficios empresariales y ofrecen un flujo generalmente más estable y continuo, además de recaudarse con más rapidez», concluye el socio de KPMG Abogados. Así, una subida del tipo marginal del IRPF como la que estaba prevista en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2019, hubiera dejado este tipo en el 52% en la Comunidades Autónomas que tienen fijadas las escalas más altas, lo que hubiera colocado el tipo entre los 5 ó 6 más altos de la UE.
El marginal máximo es superior a la media de la OCDE (42,01%) y de la eurozona (38,2%)
«En todo caso debe tenerse en cuenta que el tipo marginal no necesariamente significa un impuesto más alto, pues deben tenerse en cuenta otros datos como pueden ser a partir de qué importe se aplica el mismo, qué deducciones puede aplicarse el contribuyente o cual es el tipo efectivo de gravamen», añade María Antonia del Río, Directora en el área de tributación de Personas Físicas de KPMG Abogados.
En cualquier caso, la mencionada evolución sitúa a nuestro país como el segundo que más elevado los tipos de este impuestos de entre los grandes países de la Unión Europea, solo superado por Francia, que en una década los ha aumentado 9 puntos porcentuales, hasta dejarlos en el actual 49%, según datos del comparador internacional de impuestos que ofrece KPMG a sus profesionales.
Tipos mucho más estables en materia de fiscalidad sobre los ingresos individuales disfrutan alemanes e italianos ya que los primeros, por ejemplo, llevan pagando un tipo máximo del 45% del impuesto equivalente al IRPF español, mientras que los segundos están instalados también en un tipo del 43% desde hace una década. En el caso de Alemania el tipo máximo se aplica a las rentas a partir de 260.500 euros para ingresos acumulados de dos contribuyentes y, además, hay un impuesto suplementario de un 5,5% en concepto de solidaridad. Otro de los países grandes de la Unión Europea, Holanda, también se caracteriza por la estabilidad de tipos aunque en este caso más altos, del entorno del 52%, desde hace más de diez años a partir de unos ingresos de 68.500 euros