Las matemáticas son responsables del 10% del PIB y del 6% del empleo en España. Y están llamadas a resultar aún más relevantes en la economía.
Según un estudio realizado por Afi (Analistas Financieros Internacionales) por encargo de la Red Estratégica en Matemáticas (REM), las matemáticas son ya directamente responsables de «más de un millón de ocupados», lo que supone en torno al 6% del empleo, de acuerdo con los datos de 2016. Eso sí, en países con Reino Unido, Francia y Holanda, esta cifra oscila entre el 10% y el 11%.
En términos de valor añadido bruto, es decir la riqueza que genera la economía, el impacto de las actividades con intensidad matemática se ha situado en el 10,1% del producto interior bruto, pero llega al 26,9% si se añadiesen los efectos de arrastre. Esta cifra costrasta con la horquilla de entre el 13% y el 16% del PIB total en Reino Unido, Francia y Holanda.
Las actividades económicas con mayor impacto de las matemáticas son la informática, las actividades financieras, los servicios de las telecomunicaciones y la energía eléctrica y el gas. Pero su impacto no se termina aquí.
Las matemáticas son un bien «estratégico» que «acelera el crecimiento económico», señala el nuevo informe, titulado Impacto socio-económico de la investigación matemática y de la tecnología matemática en España, que ha sido presentado esta mañana en Madrid.
«Las matemáticas se ven como algo en lo que investigamos unos cuantos académicos alejados de la realidad cotidiana, pero lo cierto es que son cada vez más un recurso nacional estratégico», afirma Tomás Chacón, de la Universidad de Sevilla y coordinador de la REM. «Aplicar las matemáticas a todos los sectores económicos es lo que está dando ventaja a los países en los mercados, y ahora, por primera vez, tenemos los números que lo demuestran», añade Chacón.
De acuerdo con el informe, la empresa española incorpora aún pocos profesionales de alta intensidad matemática, como especialistas en bases de datos, finanzas o diseñadores de software. Son las ocupaciones más productivas y las que más crecerán, pese a que en España lo harán menos (0,47% anual) que en la zona euro (0,59% anual).
Los autores del informe atribuyen la brecha con otros países europeos a «la diferente composición de la estructura productiva de la economía española» y a su «menor competitividad». En concreto, «España destaca por estar muy rezagada en profesiones de intensidad matemática, como especialistas en bases de datos y redes informáticas, finanzas, profesionales de las tecnologías de la información o diseñadores de software y multimedia».
Según asegura, si España incrementase la proporción de graduados STEM sobre el total de la población al mismo nivel que en Francia, la productividad del trabajo podría aumentar en un 2,2% sobre los valores actuales. Precisamente, la debilidad de la productividad es uno de los problemas principales que adolece la economía española.
¿Para qué sirven?
Las matemáticas participan de manera transversal en la actividad productiva, pues inciden sobre todos los sectores, en tres ámbitos clave:
1) Diseño, modelaje, simulación y prototipado de productos. Las matemáticas añaden mucha precisión a la fabricación de bienes y servicios. Un ejemplo es la automoción, donde las matemáticas han sido un instrumento fundamental para la mejora de los vehículos.
2) Optimización de procesos productivos y de organización. Las matemáticas reducen costes de transacción internos y externos, y mejoran la eficiencia (producir al menor coste posible). Aplicadas a la logística industrial, por ejemplo, optimizan la red de distribución (almacén, reparto, ruta, planificación de los horarios, desplazamientos, etc.).
3) Análisis de datos. Gracias a las matemáticas la información adquiere sentido económico y es aprovechable (por ejemplo, mediante técnicas de Big Data). Por ejemplo, en aeronáutica, el análisis de grandes volúmenes de datos permite mejorar la eficiencia de los vuelos (consumo de combustible, emisiones, tiempos de vuelo, retrasos, etc.).