La comisaria europea de la Competencia cree que es prioritario impedir que las compañías europeas caigan en manos de inversores chinos, ahora que son vulnerables.
Los gobiernos de los países europeos deberían comprar participaciones en compañías nacionales con el fin de hacer frente a la amenaza de posibles adquisiciones por parte de inversores chinos o compañías estatales respaldadas por el Ejecutivo de Pekín.
Es la postura que defiende la comisaria europea de la Competencia y vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, en una entrevista que publica Financial Times: «No tenemos ningún problema con la posibilidad de que algunos estados participen de manera activa en los mercados si resulta necesario para prevenir adquisiciones de este tipo».
En su conversación con el diario británico, la comisaria recuerda que Bruselas ya está trabajando intensamente para proteger a las empresas europeas, en la medida de lo posible, de las consecuencias económicas que está provocando la pandemia del Covid-19 y destaca que los reguladores están evaluando cómo garantizar que los países de la Unión Europa (UE) puedan protegerse ante la competencia de compañías estatales foráneas, principalmente chinas.
Financial Times recuerda que las compañías europeas llevan ya un tiempo en la diana de las grandes corporaciones chinas, pero la brusca caída de su valor en Bolsa -consecuencia del impacto negativo del coronavirus- ha incrementado las opciones de que sean compradas.
«Es muy importante darse cuenta de que hay un riesgo real de que estos negocios sean adquiridos porque se encuentran en una situación especialmente vulnerable», explica Vestager y añade que «la situación que vivimos en estos momentos hace necesario que trabajemos de forma intensa en ese sentido; esta es una de nuestras mayores prioridades».
La comisaria es prudente a la hora de poner sobre la mesa medidas concretas, aunque sugiere que la mejor opción sería diseñar una serie de normas que tengan un efecto disuasorio. «Europa sigue dando la bienvenida a todo aquel que quiera hacer negocios, siempre y cuando ello no suponga una competencia desleal; tenemos que garantizar esa doble función», subraya Vestager.
En respuesta a la presión ejercida por parte de los gobiernos de Alemania y Francia para que Bruselas garantice que la competencia entre inversores europeos y chinos sea equitativa, la comisaria aseguró el mes pasado que la Comisión anunciaría una propuesta en junio. Esa nueva normativa situará bajo los focos a compañías respaldadas por gobiernos no europeos y buscará impedir a esas corporaciones que puedan utilizar sus recursos financieros para comprar o adquirir participaciones en empresas de la UE, con clara ventaja sobre sus rivales europeos.
La actual situación ha incrementado la urgencia de la puesta en marcha de esas medidas y Vestager asegura que Bruselas trabaja lo más rápido posible.
La comisaria recuerda que ninguna propuesta normativa puede salir adelante sin haber sido consultada previamente con los gobiernos de los estados miembros y ratificada por el Parlamento Europeo.
El pasado diciembre, Vestager alabó la propuesta holandesa que instaba a realizar cambios en la legislación europea que permitieran intervenir en acuerdos en los que participaran empresas estatales, por considerarlos contrarios a la libre competencia.
Esta propuesta otorga poder a Bruselas para frenar adquisiciones de empresas de la UE a precios inflados o menores de su valor real. La Comisión Europea tendría también autoridad para exigir una mayor transparencia a las compañías extranjeras.