Entre el 25% y el 50% de todas las materias deberán ser cursadas en la compañía
La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha llevado este martes al Consejo de Ministros el anteproyecto de ley de la nueva Formación Profesional (FP), que entre sus principales cambios dará un peso mucho mayor a la empresa privada, ya que todos los alumnos tendrán que haber pasado al menos entre un 25% y un 50% de su formación en compañías que tengan convenios con la FP. Además, se crean puentes con el ámbito universitario para que los alumnos de Formación Profesional cursen algunas materias en la universidad y viceversa.
«La nueva ley modernizará absolutamente el sistema, no es un barniz, una pintura, es un cambio radical. Dejamos de perder eficiencia y taponamos todas la vías de pérdida de eficacia del país», ha asegurado Celaá. Otra de las grandes novedades de la ley será la unificación en un único sistema de FP de los dos subsistemas actuales: el dedicado a la formación de los parados y el que va dirigido a los jóvenes que deciden continuar con su formación educativa. De esta forma, la nueva FP acompañará a las personas durante toda su vida laboral.
“Uno de los objetivos prioritarios del Ministerio que dirijo es transformar la Formación Profesional. Queremos que sea de primer nivel, que dé respuesta a las demandas del mercado laboral y responda a los intereses, expectativas y aspiraciones de cualificación profesional de las personas a lo largo de su vida», ha asegurado Celaá.
A su vez, la nueva FP establece un modelo de reconocimiento de las formaciones y aptitudes del alumnado que estará dividido en cinco categorías que irán de la A a la E. Las microformaciones tendrán categoría A, mientras que los títulos y cursos de especialización estarán reconocidos con una D o una E (el nivel más alto). La titulación que otorgarán los cursos de especialización serán los de máster profesional. Los niveles C, D y E serán las categorías que serán duales. Además, desde el Ejecutivo buscarán aumentar la acreditación de los conocimientos que las personas adquieren en sus puestos de trabajo. «Este año estamos acreditando la experiencia profesional de medio millón de personas», ha indicado la ministra.
Entre los regímenes duales que establece la ley, los alumnos tendrán que pasar entre un 25% y un 30% de su formación en las empresas cuando se trate de una FP dual general; y entre un 35% y un 50% cuando sea una FP dual avanzada. Otro de los objetivos de la nueva ley será la «internacionalización de la formación», mediante la puesta en marcha de proyectos de formación entre centros nacionales y extranjeros.
Por último, la ministra ha señalado que espera contar con el apoyo «de todos los grupos parlamentarios» para la aprobación de la ley en el Congreso de los Diputados, que el Gobierno estima se producirá a finales de este año.
Reacción de los agentes sociales
Desde CEOE han hecho «una valoración previa positiva» de esta inciativa del ministerio dirigido por Celaá para reformar la Formación Profesional. «Constituye un buen punto de partida para la negociación que se está desarrollando en el seno de la Mesa de Diálogo Social», han comentado en la patronal.
«Este anteproyecto recoge varias de las propuestas que históricamente se vienen trasladando desde el ámbito empresarial para acercar aún más la FP a las necesidades del tejido productivo, como pudieran ser una mayor participación de los interlocutores sociales en la gobernanza del sistema o el impulso de la FP dual o la vinculación de los centros de formación con las empresas», ha explicado CEOE.
A su vez, los representantes de la patronal de la construcción y de los sindicatos han compartido con el Gobierno el objetivo de potenciar la FP entre los jóvenes, y ofrecer “caminos para la acreditación de la experiencia laboral de los trabajadores y trabajadoras del sector”. Sin embargo, han pedido «una regulación más flexible» de la FP dual, que permita incorporar a los jóvenes que presentan una alta tasa de desempleo que llega al 40%.
Los agentes sociales han recordado que actualmente la formación dual se puede desarrollar a través del contrato para la formación y el aprendizaje. “La regulación a este respecto es muy rígida y ello impide que esta figura se utilice en nuestro sector”, han criticado la patronal y los sindicatos de la construcción, que ven necesario “dotar a este sistema de una flexibilidad en las contrataciones, a través de una agrupación de empresas (pymes y micropymes), y una flexibilidad en los calendarios formativos asociados a estos contratos”.