Las empresas con más conocimientos financieros tuvieron más liquidez y menos desempleo durante la pandemia, según una encuesta del Banco de España
El 20% de las pequeñas empresas en España desconoce cómo funcionan los plazos e intereses de los créditos, a pesar de que el instrumento de financiación más utilizado por ellos son los préstamos bancarios. Así lo ha revelado este viernes la última encuesta de competencias financieras del Banco de España, según la cual, las compañías de dos a cinco trabajadores son las que menos conocimiento tienen en este campo, con un 23,3%. En contraste, el 87,7% de las empresas de entre 20 a 49 trabajadores se manejan con los préstamos; se trata de una diferencia de 11 puntos porcentuales.
En general, las empresas más grandes tienen mayores conocimientos financieros que las de menos de 20 trabajadores, lo que posiblemente les ayudó a sobrellevar mejor la pandemia, pues según el informe, sufrieron menos impacto sobre el empleo y la falta de liquidez que aquellas pymes cuyos propietarios tienen menos competencias financieras. Y aunque el impacto en la facturación, los beneficios y la deuda ha sido parecido, ha sido diferente la forma en la que lo han afrontado.
Las empresas de mayor tamaño recurrieron a financiación externa a través de nuevos préstamos (66,1%) en mayor medida que las empresas más pequeñas. En cambio, aquellas con menos conocimientos en finanzas usaron más las transferencias de renta y las moratorias de alquiler. Por tamaño, las de cinco a nueve trabajadores fueron las que más se beneficiaron de programas de avales públicos (38,9%), ERTE (54,5%) y moratorias de impuestos (47,0%) y de alquiler (26,7%); mientras que las de menos de cinco trabajadores fueron las que más recurrieron a las transferencias de renta, con un 23,6% en el caso de las pymes de dos a cuatro empleados y un 14,3% en las de una sola persona.
La hostelería fue el sector que más recurrió a los ERTE, con un 56,6% de los encuestados. En cambio, solo un 9,4% de las empresas de servicios empresariales y un 12,7% de las compañías de información y comunicación se beneficiaron de este instrumento durante la crisis sanitaria. Este último sector fue el que mejores resultados obtuvo en conocimientos financieros y de hecho se situó, con un 89% de asertividad, por encima de la media general (83,8%). Por contraparte, las empresas de alojamiento, hostelería, construcción y otros servicios personales se situaron por debajo de ese umbral. En el caso del sector hostelero, por ejemplo, la media fue del 77,3%.
Entre las prácticas más extendidas entre las pymes está el control de los registros financieros (98,6%), el control de los datos y la información de manera segura (94,3%), y mantener cuentas separadas entre la empresa y el hogar (93,1%). No obstante, solo el 72,2% de las pequeñas empresas dispone de una estrategia en caso de robo y poco más de la mitad de los propietarios (55,3%) piensa en la financiación de su jubilación.
Las pymes de servicios de alojamiento y hostelería, así como las empresas de otros servicios personales, son las que menos comparan el coste de distintas fuentes de financiación (menos del 80%). También son, junto a la construcción, las que menos adaptan su planificación a los cambios económicos del país. Por otra parte, solo el 59,3% de las compañías de transporte, distribución y almacenamiento consideran distintos proveedores; 28 puntos por debajo de la media.
La encuesta destaca que más de la mitad de las pequeñas empresas utiliza préstamos bancarios (52,7%), lo que los convierte en los instrumentos de financiación más empleados, seguidos por las líneas de crédito (39,2%) y el leasing (27,4%). En el otro lado de la balanza están los bonos sostenibles, la financiación participativa, la oferta de criptomonedas y la financiación intermedia, cuyo uso es marginal.
Por tamaño de las empresas, las de menos de 10 trabajadores utilizan el préstamo bancario como principal fuente de financiación primaria. En cambio, las compañías más grandes los compaginan con las líneas de crédito. Entre los instrumentos de capital, las empresas de más de 20 trabajadores emplean en mayor medida que las pequeñas tanto las acciones cotizadas como el capital riesgo.