El producto interior bruto (PIB) de la eurozona creció un 0,3% en el tercer trimestre del año con respecto al trimestre anterior gracias al incremento del consumo de los hogares y la inversión, que compensaron el comportamiento negativo del saldo exterior, según los datos publicados este miércoles por Eurostat.
Esta tasa de crecimiento económico es una décima superior a la estimación anterior (del 0,2%), pero la zona euro confirma aun así su desaceleración porque la actividad económica se había expandido un 0,8% en el segundo trimestre del año.
En el conjunto de la Unión Europea, el crecimiento del PIB fue del 0,4 % entre julio y septiembre, dos décimas más que la estimación preliminar pero tres décimas menos que la expansión observada entre abril y junio.
En términos anuales, el crecimiento del PIB en el tercer trimestre fue del 2,3% en la eurozona y del 2,5% en la Unión Europea, frente al incremento del 4,2% y 4,3%, que, respectivamente, registraron en el segundo trimestre de este año.
Por países, Irlanda registró el mayor crecimiento del PIB entre julio y septiembre (un 2,3%), seguido de Chipre, Malta y Rumanía (los tres un 1,3%). En el polo opuesto se situaron Estonia, Letonia y Eslovenia, con contracciones trimestrales del 1,8%, 1,7% y 1,4%, respectivamente.
España registró una expansión económica ligeramente inferior a la media tanto de la eurozona como de la Unión Europea, con una tasa del 0,2%.
Consumo e inversión
El leve crecimiento económico de la eurozona y del conjunto del bloque se debe principalmente al buen comportamiento del consumo de los hogares y de las inversiones (formación bruta de capital fijo), que contrastan con una contracción del saldo exterior marcada por el crecimiento de las importaciones, especialmente de productos energéticos.
En particular, el consumo de los hogares aumentó en el tercer trimestre del año un 0,9% en la eurozona y un 0,7% en la UE, mientras que las inversiones se aceleraron hasta registrar unas tasas positivas del 3,6% y del 3,2%, respectivamente.
Frente a esto, las exportaciones aumentaron un 1,7% y un 1,9% en ambas zonas, pero este crecimiento se vio ampliamente superado por unas importaciones que crecieron un 4,3% en la zona euro y un 4% en todo el bloque.
Poro otro lado, el gasto público se mantuvo prácticamente estable en el tercer trimestre (aumento del 0,1% en la zona euro y la UE) y tuvo un impacto «insignificante» en el comportamiento del PIB.
Aumento del empleo
Con respecto al empleo, el número de personas con puesto de trabajo aumentó un 0,3% en los países de la moneda común y un 0,2% en la Unión Europea, también en relación al trimestre anterior. En comparación con el tercer trimestre de 2021, el crecimiento fue del 1,8% en la zona euro y del 1,5% en los Veintisiete.
En cambio, las horas trabajadas disminuyeron un 0,1% en la zona euro y un 0,3% en la UE en comparación con el segundo trimestre, aunque en tasa anual registraron un incremento del 2,1% y del 1,6%, respectivamente.
España fue el socio comunitario con mayor incremento del empleo (1,4%), seguido de Malta y Chipre (1% en ambos casos), mientras que las mayores reducciones fueron las observadas en Finlandia (0,8%), Rumanía (0,6%) y Polonia (0,4%).