La Encuesta sobre la Actividad Empresarial refleja la fragilidad de la facturación en el primer trimestre del año
El Banco de España ha hecho público este martes su ‘Encuesta sobre la Actividad Empresarial’ del primer trimestre, que ofrece una foto-fija de la situación de las compañías, prácticamente en tiempo real. Su resultado arroja que las compañías han mantenido el tono de debilidad de su facturación que ya se apreció en la segunda mitad del año pasado, si bien las perspectivas para el siguiente trimestre son positivas.
En concreto, el porcentaje de encuestados cuyas ventas han crecido en el primer trimestre es del 25,3%, unos 3 puntos porcentuales menos que en el trimestre anterior, mientras que el porcentaje de empresas que perciben descensos en su facturación ha permanecido estable en torno al 27% observado hace tres meses.
Si se desagrega por sectores, el Banco de España señala que en la evolución de la facturación se mantiene una “notable heterogeneidad”, si bien destaca a los servicios de información y comunicaciones como el sector con un comportamiento más favorable.
Por el contrario, la peor evolución de la facturación se aprecia en la agricultura y el comercio, que ya habían mostrado un tono negativo en el trimestre pasado) y la construcción, cuya variación había sido, contrariamente, positiva en el trimestre anterior. En la industria, la actividad empresarial se habría mantenido prácticamente sin cambios en comparación con el cuarto trimestre de 2022.
Los datos aportados por la encuesta ponen de relieve un empeoramiento de la actividad inversora de las sociedades en los tres primeros meses del año, periodo en el que el 13,2% de las empresas incrementaron su inversión, frente al 17,7% del trimestre previo.
Por ramas de actividad, el mejor comportamiento de la inversión se concentró en servicios, como información y comunicaciones y ocio, mientras que, en la agricultura, comercio y transporte la evolución fue negativa.
Como se corresponde con una coyuntura de elevada inflación como la actual, se espera que en el primer trimestre se incrementen las tensiones inflacionistas y ello se traduzca en la evolución de los precios de venta.
El 43,8% de las empresas afirma haber subido sus precios, lo que supone un aumento de 10,3 puntos con respecto al trimestre anterior. La mayor intensidad se apreció en determinados servicios, como la información y comunicación y actividades administrativas.
Sin embargo, si el punto de mira se prolonga a un año, en este caso las estimaciones apuntan hacia una moderación de los precios. El porcentaje de las compañías que esperan elevar el precio de sus productos se reduce hasta el 55%, lo que supone 9 puntos porcentuales menos que en el anterior trimestre.
Otra variable a tener en cuenta es la del comportamiento del empleo, que en este inicio de ejercicio habría sido algo menos favorable que en los seis trimestres anteriores, si bien advierte el Banco de España que esta evolución de la ocupación “es sensiblemente mejor de lo que las empresas esperaban hace tres meses”.
Una de las novedades que trae esta edición del estudio, ha sido la inclusión de una pregunta para conocer el grado de participación de las empresas en proyectos ligados a los fondos europeos ‘Next Generation EU’. El 16,5% de las empresas reconoce haber realizado alguna solicitud de estos fondos europeos, un porcentaje algo más reducido en las pymes que en las grandes.
Entre las empresas solicitantes, un 44% (equivalente a un 7,3% del total de la muestra) ya ha recibido una resolución favorable, y un 35% adicional (casi un 6% del total) está esperando la resolución. Por ramas, las empresas del sector del transporte han sido particularmente activas en este ámbito, ya que un 28,6% ha realizado una solicitud, frente a los porcentajes más reducidos que se observan en ramas como las actividades profesionales, científicas y técnicas (8%) o la construcción (9,6%).
Falta mano de obra
El impacto negativo sobre la actividad de las empresas de los problemas de suministro disminuye significativamente, al tiempo que se frena el deterioro de las condiciones de demanda; por el contrario, tienden a acrecentarse los problemas asociados a la falta de disponibilidad de mano de obra.
La escasez de mano de obra eleva por quinto trimestre consecutivo su impacto negativo sobre la actividad empresarial en esta edición de la encuesta, percepción que comparten el 35% de las compañías. Este porcentaje es levemente superior (1,2 puntos) al del trimestre pasado.
Por ramas, estas dificultades continúan siendo especialmente pronunciadas en la hostelería y la construcción (donde el 52% y el 50% de las empresas declaran estar afectadas, respectivamente).
De acuerdo con el informe, la proporción de empresas que está registrando una disminución de sus beneficios en el primer trimestre (34,7%) supera claramente a la de aquellas que están observando un aumento (14,6%). La reducción de beneficios estaría siendo más intensa en aquellas empresas pertenecientes a ramas que se enfrentan a crecimientos más elevados en el coste de sus inputs energéticos.