La economía española se hundió más de lo inicialmente estimado en el año más duro de la pandemia, pero por el contrario tuvo un mejor comportamiento en 2021, como consecuencia del mayor empuje del consumo, especialmente de los hogares frente a las administraciones públicas.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) revisó cuatro décimas al alza el crecimiento de la economía española en 2021, desde el 5,1% al 5,5%, como consecuencia de la mayor aportación de la demanda interna que revisa al alza en medio punto desde el 4,7% al 5,2%, y una menor contribución de la demanda externa que cede dos décimas a pasar del 0,5% al 0,3%.
El INE también como consecuencia de la actualización de la serie contable, revisó una décima a la baja el crecimiento en 2019 hasta el 2% interanual. Pero la revisión que más llamó la atención fue el empeoramiento en medio punto del comportamiento experimentado por la economía española en el ejercicio más duro de la pandemia de Covid, caracterizado por un práctico estancamiento de la actividad económica y los duros confinamientos de 2020. De esta manera el INE aumentó el hundimiento económico en medio punto, hasta una caída del 11,3%.
El INE ha explicado que la revisión de resultados del año 2020 obedece, principalmente, a la disponibilidad y consiguiente incorporación por primera vez en las cuentas nacionales de los resultados de las encuestas económicas estructurales que se han ido publicando a lo largo del segundo semestre de 2021 y el primer semestre de 2022.
Si tenemos en cuenta que el conjunto de la riqueza nacional a precios corrientes, alcanzó los 1,245 billones de euros al cierre de 2019 y se desplomó hasta los 1,117 billones en 2020, el Covid tuvo un coste para la economía española de 127.524 millones de euros. De este coste se recuperaron en 2021 cerca de 89.000 millones como consecuencia de la recuperación del producto del 5,5%.
Ahora la gran incógnita reside en si la economía española, a falta de conocer la evolución en el último trimestre del presente ejercicio, va a ser capaz de recuperar los niveles de prepandemia o no. Todo indica que este objetivo no será alcanzable hasta al menos, en el mejor de los casos, en la última parte de 2023, aunque no se descarta que haya que esperar hasta a principios de 2024.
Las previsiones que recogía el pasado miércoles el panel de Funcas, que estimaba un crecimiento del 4,2% para este año y el 1,9% para el próximo, con toda la incertidumbre derivada de la crisis energética y de la guerra de Ucrania para que sean una realidad, sugieren que se estará muy cerca de ese objetivo, con lo que jugarán un papel decisivo las décimas arriba o abajo que pueda registrar la economía.
El propio Banco de España también ha venido defendiendo que hasta la segunda mitad de 2023 no se recuperarán los niveles previos al Covid.
Consumo
La mejora en el crecimiento del PIB de 2021 respecto al dato adelantado por la Contabilidad Nacional Trimestral el pasado 31 de marzo es consecuencia de la mejora de la contribución de la demanda interna. Esta variable se ha revisado al alza medio punto, desde el 4,7% al 5,2%, frente a una menor aportación a la estimada de la demanda externa (desde el 0,5% al 0,3%).
Dentro de la demanda nacional, el INE ha elevado el aumento del gasto en consumo final desde el 4,2% al 5,1% y ha revisado a la baja el incremento de la inversión, desde el 6,8% al 5,9%.
Las economías dométicas se han convertido en uno de los motores de la economía, al revisarse al alza su aportación a la economía. El consumo de los hogares se ha revisado al alza en 1,4 puntos, hastamostrar un crecimiento del 6%, mientras que el gasto público avanzó menos de lo estimado, ya que creció un 2,9%, frente al 3,1% anticipado previamente.
El INE ha rebajado el crecimiento de las exportaciones desde el 14,7% al 14,4%, pero mantiene el de las importaciones en el 13,9%.