El 22,4 por ciento de los estudiantes universitarios de Madrid no cumplen con las recomendaciones de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un porcentaje que aumenta hasta el 55,6 por ciento si lo que se toma en consideración es la actividad física en el tiempo libre (aquella que no está relacionada con la efectuada durante el tiempo de estudio o trabajo o con el desplazamiento a los mismos).
Así se desprende del estudio en el que han participado investigadores de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid (INEF-UPM).
«La OMS recomienda a los adultos de entre 18 y 64 años practicar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana o, en su defecto, al menos 75 minutos de actividad aeróbica intensa», ha indicado Gabriel Rodríguez, del departamento de Deportes de INEF- UPM y uno de los coautores de este trabajo en el que también han participado los investigadores Jorge Acebes, de la Universidad Francisco de Vitoria, e Ignacio Diez-Vega, de la Universidad Europea.
Para conocer si los jóvenes madrileños cumplían con estos niveles de actividad física, casi 3.000º estudiantes de universidades (tanto públicas como privadas) de Madrid participaron en una encuesta online en la que se les plantearon preguntas relacionadas con sus hábitos de vida y sus niveles de actividad física.
Los más activos, en ingeniería y ciencias
El trabajo puso de manifiesto que los varones son los que alcanzan un mayor nivel de actividad física, tanto en porcentaje global como durante su tiempo libre. Además, aquellos estudiantes que simultanean el trabajo con la Universidad, hacen más cantidad que aquellos que solo se dedican a una de las dos tareas.
También hay diferencias «significativas» en el grado de actividad física entre las diferentes disciplinas estudiadas. Así, quienes cursan enseñanzas relacionadas con las Ciencias de la Salud, la Ingeniería o estudios científicos realizan un mayor nivel de actividad física que aquellos que cursan enseñanzas relacionadas con las humanidades o las artes.
Los investigadores también relacionaron la obesidad y los índices de masa corporal (IMC) muy bajos con un mayor sedentarismo y menores niveles de actividad. «En cambio, los estudiantes que tenían normo peso o sobrepeso sin llegar a niveles de obesidad sí cumplían, en términos generales, con las recomendaciones de la OMS», explica el investigador de INEF.
Los resultados de este trabajo, publicado en «International Journal of Environmental Research and Public Health», sugieren que es necesario implantar políticas y estrategias para promover la práctica de actividad física entre los estudiantes, «especialmente los universitarios y más en concreto entre las mujeres».