Se encuentran árboles de la vida en el folclore, la cultura y la ficción, a menudo relacionados con la inmortalidad o la fertilidad. Tenían su origen en el simbolismo religioso.
El Árbol de la Vida se representa en el conocido Árbol Sefirótico. El mismo se compone de diez emanaciones espirituales por parte de Dios, a través de las cuales dio origen a todo lo existente. Estas diez emanaciones que se usan para formar el árbol, se intercomunican con 22 letras del alfabeto hebreo. Es posible apreciar el detalle del desarrollo de este árbol, en libros como Sefer Yetzira. Se trata de un compendio muy profundo, que requiere instrucción adecuada, y una guía erudita (Fuentes Judías, el misticismo judío muestra el árbol en forma de diez nodos interconectados, como una parte importante de la Cábala que se asemeja a los diez Sefirot).
El árbol establece la comunicación entre los tres niveles del cosmos: el subterráneo, por sus raíces; la superficie de la tierra, por el tronco; y el cielo, por la copa y sus ramas. Es por tanto el eje del mundo que establece la relación entre la tierra y el cielo. Debido a que las raíces del árbol se sumergían en el suelo mientras sus ramas se elevaban al cielo, el druida lo consideraba el símbolo de la relación tierra-cielo (Cultura Celta).
Tanto en China como en India, el árbol, considerado el eje del mundo se halla acompañado de pájaros ya que éstos reposan en sus ramas. Se consideran estados superiores del ser, que se hallaban vinculados al mismo con el tronco del árbol. Los pájaros son doce, lo que recuerda el simbolismo zodiacal y el de los Aditya, que constituyen la docena de soles. La misma cantidad suman los frutos del árbol de la vida, los cuales son signos de la renovación cíclica que se produce en todo lo vivo que hay sobre la Tierra. El hiomaragi japonés también es valorado como un árbol cósmico, igual que el Boddhi, por lo que desde entonces representa al mismo Buda en la iconografía primitiva. El simbolismo chino conoce el árbol de la fusión: une el Ying con el Yang, cruzamiento de las flores masculinas y las femeninas del árbol (Hinduismo, El Eterno Banyan Tree (Akshaya Vata) está situado en la orilla del Yamuna y Budismo, el árbol Bo, también llamado árbol Bodhi, según la tradición budista, es la pipal (higuera) en la que se sentó Buda cuando alcanzó la Iluminación en Bodh Gaya).
El árbol de la inmortalidad, es el árbol de la vida tal como aparece en el Corán. También se alude en hadices y tafsir. El Corán menciona un árbol en el Edén, también llamado árbol de la inmortalidad, que Allah prohibió específicamente a Adán y Eva (Islam).
Árbol del conocimiento del bien y del mal en el Cristianismo Católico. El árbol de la vida representa el estado impecable de la humanidad libre de corrupción y de pecado original antes de su caída (Cristianismo).
Fuentes: Cuarzo Místico y Wikipedia.