Jornada 3
El encuentro entre Silvia Rodríguez y Pedro Sánchez se decantó por el veterano y cada vez más sabio jugador. Silvia hizo notar sus progresos, pues la partida duró casi media y tuvo una alternativas de vértigo, sobre todo al final. Con nervios de acero, Pedro logró remontar una situación de derrota inminente. Ya veremos, en la segunda vuelta, quién gana esta partida.
En el segundo tablero se enfrentaron Francisco Tielas y Marta Vallejo. La chica no tuvo su tarde (recuerda su comienzo al del año pasado, cuando no perdía nunca… si era un amistoso), y Fran consiguió un mate rápido con reina y caballo, en el flanco débil del rey.
La tercera partida colocó frente a frente a Alberto Sebastián y a Yolanda García, y no pudo tener mejor comienzo para la gentil jugadora de 3ºC, pues los fallos iniciales de su rival la situaron con ventaja. Ahí sacó Alberto su aplomo, y con constancia y frialdad consiguió remontar, hasta conseguir imponerse.
Ensayo sobre la ceguera
El título de la novela de Saramago me viene al pelo para titular lo sucedido en el cuarto tablero, donde la expectación era máxima, porque ahí se veían las caras dos de los favoritos, Santiago Prieto y Álvaro Granizo. El encuentro fue espectacular, si no en calidad, si en emoción, entre otras cosas porque el Sr. Prieto llegaba «calentito» (¡nada menos que 3 exámenes!). Varios fallos le colocaron otras tantas veces al borde del abismo, pero los que, en principio, no estaba previsto que llegaran, hicieron su aparición: los nervios de Álvaro. Y es que cuando la ceguera aprieta, no se ve nada, pero nada, nada. Paso a comentaros:
a) Primera situación
Negras: Álvaro Granizo
Blancas: Santiago Prieto
La partida está muy igualada, pues si bien Santi tiene un punto de ventaja, el despliegue de las piezas de Álvaro está muy bien planteado. No obstante, las negras no cuentan con opciones claras de ataque. Las blancas, si exceptuamos lo molesto que es no poderse enrocar, por el alfil de h6, muestran una defensa sólida. Pero solo aparentemente, porque hay una oportunidad (para las negras) de encontrar oro entre tanta baratija, y es una de esas jugadas que hay que ver con gafas de visión nocturna, de esas que llegan como si fuera el flash de una cámara en la oscuridad… ¡el otro alfil!
No es fácil verlo, y Álvaro, además, estaba moviendo demasiado rápido, algo inhabitual en él. La jugada era Ag4¡¡, con ganancia inmediata de material, pues la dama negra no puede hacer otra cosa que comer el alfil, para morir de inmediato a manos del peón de h5. La continuación era incierta para las blancas, pues si no estoy equivocado, aunque el mate no era irremediable, la lenta agonía no tenía solución (y eso si no se hubieran producido errores en defensa, lo cual no era descartable, dado el estado de confusión de Santi). Las opciones de ataque de las negras eran variadas, mientras que a Santi le hubiera costado alguna taquicardia que otra evitar lo peor.
Pero no fue así. Álvaro movió Ad7 y Santi respondió con DxP+¡.
b) Segunda situación
Momentos después de sucedido lo anterior, se presentó esta otra posición:
Santi se emociona al ver que el ataque de su dama en e8 tiene fuego cruzado de cobertura (o sea, que se siente seguro por la presencia del alfil en b5). A mayor abundamiento, se dispone a atizar el fuego con la torre de h1 en cuanto pueda.
El dislate no puede ser mayor, a pesar de que lo hace como maniobra para: 1º) evitar perder el alfil, y 2º) no ceder la iniciativa ante la amenaza de la dama negra a b2 (DxP) y la consiguiente pérdida de torre o caballo; Blancas juegan, por tanto De8+??
Álvaro sigue moviendo muy deprisa, y el miedo al mate le atenaza. No ve el ansia viva de su torre de a8 por comerse a la reina que ha cometido audacia tan temeraria. Mueve Af8?? El intercambio de piezas hubiera sido quizás concluyente, y no solo hubiera equilibrado las cosas, pues si txD y AxT (igualdad de puntos en el tablero), la posible continuación de Álvaro, con Dd8+¡ le hubiera dado ventaja, no solo por comerse el alfil, sino por seguir con la iniciativa en el juego (no es moco de pavo haber impedido los dos enroques y tener al rey adversario en cueros, en sus casillas centrales). Con el caballo blanco sin grandes espectativas a corto plazo y la torre de a1 encerradísima, el final de partida que le esperaba a Santi hubiera sido durísimo.
Hubiera ganado Álvaro, sin duda. La suerte del incombustible Santiago Prieto aplaza su venganza (¡terminó ganando Santi!). La pregunta es: ¿se presentará otra ocasión como esta? Lo que está claro es que la próxima vez al Sr. Granizo no le van a poder los nervios.
Jornada 4
Francisco Tielas se enfrentaba en el primer tablero a Alberto Sebastián, y con un juego sobrio y regular se impuso a su compañero, que, sin embargo, no tuvo fallos apreciables. El ajedrez de Fran es de muchos quilates. El de Alberto sigue siendo, este año, poco sólido, a pesar de que se nota que, en cualquier momento puede dar un disgusto al más pintado.
Silvia Rodríguez y Santiago Prieto mantuvieron un duelo, más igualado que lo previsto, en el segundo tablero. La chica de 2º, jugando cada vez con más cuidado y aplomo (es un espectáculo la delicadeza con la que realiza cada movimiento) resistió hasta la extenuación.
Yolanda García tuvo enfrente a Álvaro Granizo, que necesitaba una victoria después de su (dolorosa) derrota de la jornada precedente. No se lo puso fácil su enemiga, que defendió con uñas y dientes media hora larga, hasta que Álvaro, con cuatro reinas, evitó las tablas por rey ahogado y consiguió un peleado mate.
Pedro Sánchez, en el cuarto tablero, se enfrentaba con Marta Vallejo. La partida fue igualada, pero Pedro se mostró más regular y con menos errores. Marta, que jugó mejor que en la jornada precedente, aguantó lo indecible.