Liga Interna 2016-17 (11)

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En el filo de la navaja

La aparente superioridad de 1ºB sobre 1ºX, sobre todo por lo cara que vendieron su derrota los de Raúl López en su partido contra 1ºA, fue, sobre el papel, una agónica victoria, decidida en la última jugada. Y es que 1ºX unió, a su mayor «fondo de armario» (7 elementos), unas altas prestaciones y una gran dosis de pundonor, lo cual es lógico, si tenemos en cuenta que pusieron en juego a gente como Alonso, como Iván, como Carlos Martín o como Adrián Saugar. A la potencia anotadora de Adrián López se unía, además, la calidad del siempre exquisito Luis Sanchidrián y un sorprendentemente eficaz (¡sobre todo en los momentos decisivos!) Abel.

Su oportunidad dependía de llegar igualados al final, y, gracias a una estupenda defensa, la tuvieron.

La igualdad fue la tónica predominante desde el principio, y el marcador se estuvo moviendo en todo momento en el filo de la navaja. Cada equipo ganó 2 cuartos. A la, esta vez, no tan abundante producción de Raúl (muy bien defendido todo el partido), se sumaban un gran Jaime Truque, y un Adrián Sevilla que también hacía de las suyas. Pepe dominaba el rebote y añadía intimidación (por si a los suyos le faltaba una poca), y solo Alejandro Mansilla aportaba emoción, con su porcentaje inusitado (por lo malo) en el triple.

Mucho, mucho, mucho, pero mucho, fondo físico

Con estas trazas se llegó a los momentos finales, con dos jugadas decisivas favorables a los que, en teoría, debían estar más cansados (1ºB, que mantuvo en pista, a la fuerza ahorcan, a sus cinco integrantes durante todo el partido). A saber, un pase interceptado, a falta de un minuto, por Alejandro (que compensaba, por lo determinante de la jugada, todos sus fallos en ataque), y el tapón con el que, momentos después, impidió Raúl el tiro con el que sus rivales pretendían ganar en el último segundo. Y es que hay que estar en muy buena forma física para tirarse como un tigre a evitar la canasta, después de batirse el cobre durante 40 minutos.

El resultado final fue 23-24 para 1ºB.

Por 1ºX jugaron:

Adrián López, máximo encestador del partido con 11 puntos, añadió, a su triple inicial, una gran regularidad anotadora durante el resto del partido. A sus enormes facultades como escolta añade siempre un gran inteligencia y una perfecta visión de juego, lo que le coloca de inevitable (y excelente) base de los suyos. Llevó no solo el balón, sino el «tempo» del partido.

Alonso Romero, a pesar de que tuvo mala suerte en ataque, fue, siempre, un esforzado defensor. Tuvo que lidiar con Jaime, con Adrián Sevilla e incluso se atrevió, en muchas ocasiones, con Raúl. Su irreprimible tendencia al ansia depredadora (mayormente por robar balones), le lleva a meter la mano en exceso, lo cual que no es que defienda mal, sino que arriesga muchísimo. No terminó expulsado por faltas de milagro. ¡Ah, y este viaje se fue sin ningunos pasos «de llegada» (su «copyright»), aunque el malvado árbitro le pitó unos «de salida»!

Carlos Martín fue de nuevo el luchador infatigable, tanto en defensa, (por dentro, colaborando en el rebote, y por fuera, persiguiendo a la intendencia enemiga), como en ataque, con sus penetraciones, siempre peligrosas. Faltaron sus canastas, y es que le falta un puntito de sangre fría para calmarse cuando ya tiene la canasta hecha.

Iván Ortiz, la regularidad y la sobriedad personificadas, defendió con su ardor habitual y ayudo a mover el balón con eficacia. Sus buenos fundamentos le llevan a veces a intentar subir el balón, regatear e incluso lanzar los contraataques de su equipo, cosas que hace siempre con éxito. Le faltó ensayar más veces, en ataque, su fino tirito de cerca.

Luis Sanchidrián se va animando, a ojos vista, según va disputando partidos. Lo que antes era un jugador tímido, ahora se va convirtiendo en un base-escolta-ala-pivot en el más puro estilo Luka Doncic. Porque lo mismo sube el balón que penetra con velocidad, asiste, hace un «coast to coast» o tira un triple. Metió tres puntos, pero pudieron ser muchos más.

Adrián Saugar une, a sus grandes fundamentos en el manejo de balón, una gran inteligencia en el campo. En ataque siempre busca el bloqueo o el mejor pase. Le faltó suerte en el tiro, pero las canastas caerán por su peso, pues selecciona muy bien las ocasiones. Defendió con la  garra de siempre, y a punto estuvo de ser eliminado por faltas (que hace, casi siempre, cuando no hay más remedio).

Abel Alameda se ha convertido ya en un gran jugador. A su potencia y velocidad «futbolísticas», ha unido últimamente la precisión y la facilidad para la frenada bajo canasta «baloncestísticas». Se atreve con el triple (metió uno tremendo), con las entradas (metió dos, una extraordinaria, remontando la línea de fondo) y hasta con los tiros libres (uno dentro). Le echa «morro» hasta para quitarle un rebote en sus mismísimas barbas a Raúl. Estupendo partido.

En 1ºB jugaron así:

Alejandro Mansilla sumó, a su espectacular 0 de 8 en triples, otras prestaciones más presentables, como una correosa defensa en la primera línea (sus interminables brazos imposibilitan, prácticamente, un pase «regulero» en sus proximidades), una seguridad rayana en la perfección en el pase y una más que notable habilidad para el bloqueo y para el desmarque.

El Rey de los «Intangibles»

Pepe Rodríguez se multiplicó, interviniendo en el 90% de las jugadas de los suyos. Bueno, exagero, pero el caso es que cuando no estaba cogiendo un rebote en defensa estaba interceptando un pase, o capturando un rebote ofensivo o poniendo un tapón (le echó un pulso en este tema a su compañero Gasol (perdón, quiero decir López), porque colocó tres. Y la cuestión no es que lo que hace sean intangibles (se ven y se tocan, y si no que le pregunten a los afectados si pican su «pinchos de merluza»), sino que parece que no está y que no hace nada, por su discreción y su apariencia «patosa». Metió una canastita, pero hizo mil cosas además, y todas bien.

Raúl López «solo» encestó dos canastas de 2 y una de tres, pero es que fue objeto de sumarísima defensa (por unos «amigos» que le conocen bien) y tampoco fue óptimo su acierto en sus entradas. A pesar de ello, estuvo donde tenía que estar en el momento culminante: delante del «osado» que se atrevió a tirar de tres en su cercanía (bueno, no estaba tan cerca, pero el salto felino que dió convirtió, en un momento eléctrico, la distancia en cero).

Adrián Sevilla fue el escolta fiable, seguro, ágil, buen manejador de balón y hábil penetrador de siempre. Metió cinco puntos, ante una fiera y esforzada defensa, pero subió, además, con gran acierto, el balón y pasó y movió a su equipo con inteligencia. Su combinación con Raúl es letal (juegan con los ojos cerrados, hasta las jugadas de «bloqueo y continuación», poco habituales por estos pagos).

Jaime Truque se ha convertido, de notable meritorio y colaborador, en figura anotadora y en principal culpable de un posible salto de calidad de los suyos (su fichaje es la guinda que les pude llevar a dar la sorpresa, ¡cuidado con la Segunda Fase!). Grandes fundamentos, velocidad, contraataque, rebote, entrada a canasta e incluso tiro a corta distancia que se añaden a una privilegiada inteligencia jugando. Diez puntos, cuatro de ellos en los momentos finales. Fantástico.

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Una respuesta en “Liga Interna 2016-17 (11)

  1. Rage guy dijo:

    Exijo una revancha, demasiado igualado para decidir quien fue mejor XD

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