Lejos quedan las novelas sobre Venus de Edgar Rice Burroughs (tan bonitas y emocionantes como las de John Carter en Marte) . Pero la verdad es que está realmente bien que ampliemos un poco el campo visual, dirigido hasta ahora tan solo a Marte o a los satélites de Júpiter.
Las sospechas se basan en el hallazgo de fosfina (o fosfano) en la atmósfera del planeta. Que se produzca ese gas como consecuencia de la actividad de seres vivos o no, esa es la cuestión. Yo, como en el póker, me reservo, y me limito, como buen periodista, a informar. Os mando un vídeo, haciendo clic aquí, y un extenso reportaje, si lo hacéis aquí.