¿La reina… solo del soul?
Si alguien me dice que «a buenas horas, mangas verdes» solo puedo responderle que tiene razón. Aretha Franklyn murió, a los 76 años, en el 2018. ¿Qué ha pasado en estos 4 años? Pues, entre otras cosas, que, dentro del maremagnum de «biopics» que inunda las plataformas cinematográficas, ha habido una especie de resurrección de la mítica cantante afroamericana. No solo película, sino serie y documental. Además de lo cual, confieso no ser un experto en «black music». Documentado ya, rendido estoy a la diva única e irrepetible.
Grandes Éxitos
Por hacer un poco de justicia a su carrera, decir que fue grandiosa y plagada de éxitos y popularidad es quedarse corto. Influida por Mahalia Jackson y por Clara Ward, además de por sus padres, triunfó en tantos estilos y lo hacía todo tan bien, que produce más asombro que envidia ver cómo intentaba crecer y aprender, saltando del gospel de su infancia, al soul, de ahí al funky, al jazz, al blues, e incluso tocando palos tan extraños para su formación «eclesiástica» como la música disco o la ópera.
Pero por encima de todo fue intérprete. Las adaptaciones, que bordaba, dándoles siempre su toque personal, de grandes éxitos de otros artistas, son impresionantes.
Pero basta ya de hablar. Este fue uno de sus primeros bombazos: «Respect»
En el baile «agarrados» de nuestra juventud, no faltaba esta otra canción. La balada «Natural woman» daba luz a sus portentosas facultades vocales. Os la pongo subtitulada, aunque solo oirla ya emociona.
Otro exitazo de su primera época fue este «I say a little pray for you», que tuvo, años después, una resurrección tremenda cuando Cameron Díaz y Julia Roberts, acompañadas de Rupert Everett y Dermot Mulroney. la cantan en un restaurante («La boda de mi mejor amigo»).
Y ya puestos a hablar de cine, unos años después, tras unos años oscuros, en los que intentó, sin éxito, saltar al cine, hizo esta singular aparición en «Granujas a todo ritmo», haciendo gala de su enérgico carácter y su irreductible feminismo. «Think»
Breve sinopsis de su vida
De su vida, hay que decir que estuvo llena de sinsabores y de situaciones tremendas. Su padre dominante y maltratador, predicador baptista, le impidió seguir en el colegio, y se aprovechó de su talento en exitosas y productivas giras. Mujeriego y borracho, su madre, a la que Aretha estaba muy unida, les abandonó. Embarazos prematuros (a los 15 años ya tenía 2 hijos).
Carrera juvenil exitosa, ficha por el movimiento por los derechos civiles, acompañando a Martin Luther King (amigo de la familia, a la sazón). Su asesinato marca un antes y un después en su vida. Se vuelve radical, cae en el alcoholismo y tarda en abandonar a su primer marido y representante (déspota y también maltratador ). Ya en la madurez, cuando le llega la estabilidad sentimental, su padre es víctima de un atraco y queda en coma 4 años.
Película, serie y documental
«Respect» (2021) tiene a Jennifer Hudson como principal activo. Extraordinaria cantante, no desmerece en ninguna de sus interpretaciones. El film, sin embargo, peca de blando, es más hagiografía que historia real. La serie «Genius: Aretha» (2021), producida por la «National Geographic» cuenta, en 8 magistrales episodios, de una manera más verídica y de forma paralela, las vidas de Aretha niña y de Aretha adulta. Cynthia Erivo (injusta perdedora del oscar 2019 con la estupenda «Stand Up» ante Elton John) borda el papel (y hasta los agudos vocales) y también está eminente Courtney B. Vance (el excesivo padre).
El documental «Amazing Grace» merece comentario aparte. Rodado en 1972 por la Warner Brothers, dirigido por un ya famoso Sidney Pollack, no ha podido ser estrenado hasta 2018. Es un resumen de 85 minutos de los dos días del concierto de retorno al gospel que ofreció la que ya era reina del soul en una iglesia de Watts, Los Angeles. El disco, grabado en directo, se convirtió en el más vendido de la cantante y el de más éxito en la historia del gospel. No quisieron perdérselo Mick Jagger o Charlie Watts, ni tampoco el reverendo padre de Aretha. Os lo recomiendo encarecidamente. Esto es «How i got over», una pequeña muestra de un concierto magistral.
Y termino por aquello de lo que parece ser, se sentía más orgullosa. Sus «pinitos» en la música clásica. Grabó un LP de arias de ópera, pero su afán de improvisar y su temeridad indescriptible lograron un momento irrepetible: la sustitución de Luciano Pavarotti, resfriado, para cantar nada menos que el «Nessum Dorma», en la gala de entrega de los Grammy de 1998 (en la que ella ya había cantado su canción). Le avisaron 15 minutos antes, cuando ya se estaba preparando para irse. Sting, el presentador, no se lo podía creer . Del «Turandot», de Puccini.
Nadie duerme, Aretha, después de oirte cantar.