Liga Interna 2015 -16 (17)

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Algo huele a podrido en Dinamarca

El título de la crónica del partido entre 4ºA y 4ºB no podría ser otro que la famosa frase que Shakespeare puso en boca del príncipe de Dinamarca (Hamlet, a la sazón). También cuadraba «Ser o no ser…», si vamos a eso.

Y el caso es que «mis» chicos de 4ºA huelen un poco mal, algo así como a materia en descomposición. Y no puede ser de otra manera en un equipo en el que el líder se lo pasa mejor jugando al escondite con la organización del torneo que dedicándose a las molestas e ingratas tareas que conlleva ser capitán. Con su ausencia y la de tres apreciables jugadores más, solo la brega y el pundonor del reciente fichaje Guillermo Rubio (nuevo comandante en jefe) y la honestidad y el señorío de Antonio Blanco, Iván Herranz y Paula Ramos lograron que la nave se mantuviese a flote (hay que recordar que este equipo ya estaba amenazado de expulsión).

Hay que hacer notar que la proverbial caballerosidad de los rivales permitió, además, que ciertos invitados actuaran en una función que se anunciaba como drama y que, gracias a ellos, tuvo un honroso final. Gracias emocionadas, por tanto, a Alejandro Mansilla y a Marta Vallejo, sin los cuales esta Liga tendría muy difícil seguir adelante.

Decir que el partido fue un monólogo de 4ºB es lo de menos, porque lo cierto es que la lucha y valentía que pusieron los de 4ºA en la batalla fue, por momentos, admirable. El resultado final, 47-8, no expresa, por ejemplo, el dato de que entre los tres jugones (y chupones, dicho sea sin ánimo de ofender) del grupo ganador sumaron 35 puntos. En su ausencia, es posible que estuviéramos hablando no de un tanteo más ajustado, sino incluso de una derrota de los favoritos para «The little ring».

Por los de 4ºA jugaron:

Antonio Blanco, eléctrico y ubicuo «correcaminos», cogió rebotes, cortó pases, corrió con y sin balón y dejó muestras de su incansable e irreductible corazón. Su gusto por llevar la bola controlada y a toda velocidad hacen de él un base (o al menos, un escolta) notable, en potencia. ¿Qué haría este chico, con fundamentos, en la cancha? (Un consejo: pelea por el rebote en ataque y mete esas que caen debajo del aro, serías un buen «pescador»).

Guillermo Rubio fue el cerebro de los suyos. Intentó subir, mover y pasar el balón y ordenó jugadas y movimientos a sus compañeros. Con gran visión de juego, es además un hábil penetrador, aunque adolece de buen tiro de cerca (¡no tienes que aprender a tirar de lejos; si ya penetras bien, mételas debajo!).

Paula Ramos, incansable también, y luchadora, como siempre, se supo buscar las lentejas, a pesar de recibir poco juego. Eso quiere decir que la pelirroja jugadora aprovechó muy bien sus oportunidades en ataque: con sus tres puntitos, fue la máxima anotadora de los «autóctonos». Excelente, y cada vez más «suelta» (sobre todo de pelo) en el campo.

Iván Herranz, correoso defensor, colaboró bien en la salida y la circulación de balón. Jugador muy seguro y potente, sabe lo que hacer y siempre elige lo mejor. Interceptó unos cuanto pases y capturó también algunos valiosos rebotes. No se prodigó mucho en ataque, pero estuvo a punto de meter alguna que otra.

Alejandro Mansilla, atracado sin piedad, cumplió sobradamente con sus compañeros «de ocasión». Ayudó sobremanera a mover y subir la pelota, defendió con ardor, cogió muchos rebotes y realizó una gran selección de tiro, aunque no tuvo fortuna (hasta tres bolas se le salieron de dentro después de pensárselo). Metió un tiro libre.

Marta Vallejo fue la segunda «atracada». Y se «atracó», porque se hartó de coger rebotes, robar balones, salir al contraataque, hacer entradas y remontar la línea de fondo (como mandan los cánones de todo «power-forward» que se precie). Metió dos bonitas canastas.

Los de 4ºB estuvieron así:

Carlos Martín defendió, reboteó, penetró, asistió y encestó. Nueve puntos para un buen partido de la «intendencia» (sirve lo mismo para un roto que para un descosido). Y todo un señor en el trato con los contrarios.

Abel Alameda, todo potencia, velocidad, pelea defensiva y robos de balón. Salió muy bien con el balón controlado. De cara al aro, esta vez se quedó en un puntito, pero pudieron ser más.

Raúl López jugó en plan estrella. Se gustó y abusó un poco de los adversarios (18 puntos de todos los colores, especialmente de penetraciones, pero también con algún «coast to coast» excesivo). Lo mejor suyo, para este que escribe, fue un tapón «marca de la casa».

Alonso Romero ha encontrado su equipo ideal. Este «trotamundos» de nuestro basket (al menos ha pasado por cinco equipos, entre esta temporada y las dos pasadas), ha asentado su juego y se hace notar cada vez más. No solo la subida de balón o la circulación en ataque, sino su finísimo tiro y sus entradas (tres canastas).

Adrián Sevilla, ya convertido en escolta de postín, disfrutó con sus alardes de manejo y bote de pelota, haciendo espectaculares salidas desde su canasta. Su regate y su magnífica protección del balón mientras bota hacen de él un potencial base y/o escolta. Como además anota regularmente (dos canastas), pues «miel sobre hojuelas».

Javier Martín colaboró como siempre con su férrea defensa, su inteligencia y su seguridad en la salida del balón y en el pase. No se asomó mucho en ataque (había muchos para tirar, y pocos balones).

Pepe Rodríguez ayudó en el rebote y se movió bien en ataque. A pesar de que le siguen gustando las penetraciones con balón (que sigue haciendo de manera algo atropellada), y de que consiguió sacar rédito de una de ellas (un tiro libre anotado), sería mejor que intentase «rebañar» puntos bajo la canasta rival y practicar el tiro cercano (sería letal desde ahí, con su estatura).

Álvaro Rodríguez hizo una nueva demostración de fundamentos y velocidad. Su segundo cuarto fue excelente, con tres canastas seguidas, una de ellas espectacular (ocho puntos en total). Magnífico en su labor de base pasador también.

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Un genio del fútbol

Johan Cruiff, 1947- 2016

Para los que somos del Madrid y vivimos el histórico triunfo del Barça de la temporada 74-75 (uno que les habla, dinosaurio de muchas cosas, estaba en el campo aquel día), es difícil olvidar la magnética forma de jugar que tenía don Johan. Su manera de llevar el balón pegado al pie, sus fulminantes cambios de ritmo, su agilidad felina para saltar las piernas de los defensas, su inteligencia y su visión de juego, y su personalidad en el campo (mandaba más que el árbitro) le hicieron inolvidable como jugador. Sus títulos con el Ajax lo dicen todo (tres veces Campeón de Europa, tres Botas de Oro).

Como entrenador, fue el más aventajado discípulo del «fútbol total» que patentó Rinus Mitchels con la selección holandesa (una «naranja mecánica» que bordaba el fútbol), en una generación de «jugones» que se retiró sin ningún título importante. Cruiff, como entrenador del Barcelona, si consiguió el entorchado continental (el que rompió la «maldición azulgrana» y dio comienzo al esplendor actual).

Su importancia en la historia del fútbol, y no solo en la historia de mi equipo rival, es capital. Rebelde y dicharachero, siempre dijo e hizo (dentro y fuera del campo), lo que quiso, y dejo huella por su fino y socarrón sentido del humor y por lo fácil que veía el juego.

Hoy descansa en el Olimpo de los Dioses, compartiendo la reducida mesa en la que solo se sientan los más grandes: Di Stéfano y Pelé.

Ahí os dejo con el recital del Barça en el Bernabéu, aquella infausta noche en la que 95.000 almas aguantamos hasta el final (apenas se fueron 5.000, y apuesto a que solo por evitar el atasco) para sacar los pañuelos en honor a los vencedores. Evidentemente, eran otros tiempos.

https://www.youtube.com/watch?v=qwBRGZBAXRM

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Liga Interna 2015 -16 (16)

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«I love this game»

Así empezaba, dándole un jocoso tono musical a la frase, el inefable Andrés Montes muchas de sus retransmisiones de partidos de la NBA (no os perdáis el emotivo «post» que le dediqué el año pasado, con motivo de su muerte). Y es que aficionados al basket hay muchos, pero gente como la que yo me encuentro en este colegio, más bien pocos.

Porque el encuentro entre 4ºM y 4ºB, interrumpido por la lluvia al final del primer cuarto hace un mes, debía haberse continuado jugando como mandan los cánones, en el momento exacto en el que se dejó, y con los equipos que en ese momento estaban en la cancha. Esta organización había decidido ser flexible con lo de las personas, pero alguien sugirió jugar desde el principio, y la idea fue aceptada con unánime alborozo y general algazara. Amantes del baloncesto y deportistas de rompe y rasga, eso es lo que sois, chicos. Y os quiero un montón.

Lo de menos fue el tanteo. 36-14 ganaron los de 4ºB, pero las muchachas de 4ºM hicieron un papel más que decoroso, llegando incluso a plantear, en la segunda mitad, una valiente defensa individual cuando iban ¡20 puntos abajo! Los chicos la sufrieron especialmente en el último cuarto, el único que ellas estuvieron a punto de ganar (4-3).

Los ganadores jugaron así:

Carlos Martín, capitán y jugador polivalente donde los haya, sube el balón como un buen escolta, rebotea como un buen pívot y entra a canasta como un base. Estuvo luchador y defendió con garra, como suele. Metió tres puntos (poco para lo que mereció).

Adrián Sevilla, en su mejor partido hasta ahora, parecía un veterano de la Gran Guerra. Convertido en alero anotador, tiró bien, penetró con eficacia y robó balones en primera línea que provocaron contraataque mortales. Abusó un poco del tiro de tres (metió el primero y se vino un poco arriba), pero sus siete puntos finales no son «moco de pavo».

Álvaro Rodríguez se dedicó esta vez a jugar, más que a hacer florituras, y rayó, como siempre, a gran altura. Tres canastas fueron suyas, pero además dió un recital de asistencias, pases y velocidad en la circulación de balón.

Pepe Rodríguez defendió y reboteó con contundencia. En ataque se movió bien como «center» e hizo buenos bloqueos. Sigue prefiriendo las entradas a los tiros a corta distancia, faceta, ésta última, que debería explotar más. Metió un tiro libre, aunque mereció anotar más.

Alonso Romero hizo gala, una vez más, de su velocidad y su habilidad para robar balones y contraatacar. Defendió con ardor (es muy complicado regatearle cuando se pone en plan «mosca cojonera») y metió una canasta y un tiro libre. Siempre da espectáculo cuando sale con el balón controlado.

Abel Alameda, pegajoso y duro, como siempre, estuvo veloz y eficaz en el pase, movió el balón con gran seguridad y robó balones con su inigualable técnica ya patentada («agazapado en la madriguera.com»). No tuvo suerte con la canasta contraria, y es que lo intentó poco.

Javier Martín, férreo en defensa, seguro en el movimiento de balón, inteligente siempre en el pase, tuvo esta vez el premio de dos canastitas, que hacen justicia a su fino y estiloso tiro. Toda una garantía, por su aplomo y su sangre fría.

Luis Sanchidrián parecía también llevar toda la vida jugando a esto (uno que les habla puso su granito de arena). Sus dos canastas se me antojan escasas, para su recital de entradas, tiros y rebotes. Destacó en defensa (cuatro tapones que dejaron boquiabierto al «Rey» Raúl)

Raúl López fue el máximo anotador (ocho puntos), a pesar de que no destacó tanto como otras veces. (Son los mismos puntos que había metido, por ejemplo, solo en el primer cuarto ese del partido que tuvo que aplazarse). Dos tapones, rebotes sin cuento, y sus espectaculares penetraciones, que acababan en canasta, asistencia o falta.

La actuación de las «Women in Black» fue como sigue:

María Figueroa, siempre eficaz y segura, defendió bien, colaboró en el rebote y ayudó en el movimiento del balón en ataque. Impagable su colaboración en los bloqueos directos para subir la bola. Tiró poco, y esta vez no obtuvo réditos de su siempre excelente puntería.

Lucía Fernández, impecable en el rebote y fiera en defensa, se las tuvo que ver casi solita con las torres adversarias, a las que su presencia provocó más de una incomodidad (me gustaría ver una estadística de los tiros fallados por Raúl, Álvaro o Carlos con Lucía delante). Una canastita fue su exigua renta, pero  se mereció muchas canastas más.

Irene López dió muestras de su clase y sus fundamentos. Sacó la bola con acierto y velocidad, robó balones y repartió juego con su seguridad habitual. Un solo punto que pudieron ser (y debieron ser, su equipo los echó en falta) muchos más.

Celia Martín dió la talla una vez más. Su aplomo e inteligencia en el campo se hacen notar. Ayudó a Irene en el movimiento del balón y estuvo eficaz en ataque: un impresionante triple y una canasta fueron su impronta.

Marta Vallejo, incansable y veloz, colaboró en el rebote, defendió con su espíritu habitual y robó balones, uno de los cuales le sirvió para culminar un precioso contraataque.

Natalia Hernández hizo alarde de sus fundamentos, su rapidez, su técnica impecable para salir con la pelota y sus académicos pases (son de «foto»). No tuvo suerte en ataque, pero es que tampoco se prodigó mucho.

Raquel Chaves luchó lo indecible, defendiendo con valentía, colaboró en el rebote y, esta vez si, dejo muestras de su excelente tiro, con dos bonitas canastas, que pudieron ser más.

Tania Hernández fue la que más se divirtió (es la «disfrutona» del grupo). Luchó mucho y su ayuda en el rebote y en la defensa de los pivots rivales fue excelente. No tiró demasiado y se echaron en falta algunos puntitos de su cosecha.

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Campeonato de Ajedrez 3º- 4º ESO (13)

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Jornada 19

Solo en tres tableros hubo partida, pues la incomparecencia de Álvaro Granizo dejó a Marta Vallejo con una victoria que no se esperaba y que le sabe a gloria, pues le facilita el intento de caza y captura de su inmediata predecesora en la clasificación, Silvia Rodríguez. El de 3ºD, por su parte, ve aproximarse a su reciente verdugo, Pedro Sánchez, y deberá andarse con pies de plomo para no perder su puesto en la segunda plaza del podio.

El enfrentamiento cumbre del día era, sin duda, el que tuvo lugar entre Santiago Prieto y Pedro Sánchez, primero y tercer clasificados. La igualdad inicial fue engañosa, pues el despliegue «ortodoxo» del líder le hizo dominar rápidamente en centro del tablero, ante un rival que sacó a pelear a su reina de inmediato. Pedro, que siempre juega contra Santi con demasiado respeto, no hizo gala de su acostumbrado (y temerario) ataque, y su amigo, que ya le conoce, no descuidó ni un ápice su defensa. El jaque-mate final expresa más bien el dominio del Sr. Prieto en cuanto a fundamentos defensivos , pues, a pesar de la resistencia del Sr. Sánchez, maniató sumariamente las posibilidades ofensivas de su siempre peligroso enemigo.

La partida entre Pepe Rodríguez y Yolanda García tuvo menos historia de la prevista. La jugadora de 3º, que desde que llega corriendo de Inglés ha perdido gran parte de su habitual prudencia (por no hablar de lo que influye la falta de nutrientes, que a las tres y media ya es grave), perdió su reina a las primeras de cambio. Pepe, con nueve puntos de ventaja, se dedicó a conservar su ventaja y fue minando la resistencia de su adversaria. El jaque-mate, a pesar de que Yolanda intentó alargar los acontecimientos todo lo que pudo, fue el final lógico.

El submarino aparece de nuevo

Es lo que tienen. A veces aparecen, y a veces desaparecen. Ahora los ves, ahora no los ves. Del gran juego desplegado contra Santi, a las desastrosas tablas por rey ahogado de la siguiente partida. ¿Qué Silvia nos íbamos a encontrar?

Era el tercer tablero. Allí formaron Alberto Sebastián y Silvia Rodríguez. El futuro físico llegaba bajo de moral (la derrota de Álvaro frente a Pedro, sumada a la suya propia frente a éste, le ha alejado del tercer puesto). La irregular (pero siempre peligrosa) jugadora de 2º se presentaba con las malignas intenciones de proseguir la implacable persecución de quien le precede en la clasificación (su hermanísimo).

A las primeras de cambio, Silvia le come a Alberto la reina. A continuación, su caballo da un jaque doble rey-torre, que acaba con esta última en la ducha. La abrumadora ventaja de la gentil damisela ya no encontró eficaz respuesta. El momento culminante es el siguiente:

Negras: Silvia Rodríguez

Blancas: Alberto Sebastián

Las posibilidades de las blancas, vista su exigua artillería (imposible llegar con la torre a d7, y más imposible todavía defender esa posición con el alfil), pasan por intentar hacer progresar el peón de h4, después de eliminar el de h7. Pero el alfil de f5 dificulta sobremanera la cuestión. Y eso no es lo peor. Porque si hubiera tiempo, se podría intentar, pero la reina negra no parece que vaya a dar cuartel, ni mucho, ni poco.

Alberto mueve Tf7 (buen intento de ganar tiempo sería el de TxP+). Pero Silvia hace caso omiso y mueve Dd3+. El rey huye a e1, pero las blancas han olido sangre: Cc2++.

Así fue el bonito mate de reina y caballo:


Queda claro que al más mínimo descuido de Silvia (permitiendo al rey enemigo huir por f1), la torre blanca hubiese hecho maravillas, pues con el jaque en f6 se zampaba el alfil, multiplicando las posibilidades de coronar el peón de ha4).

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Keith Emerson

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Un genio indiscutible de los teclados

Ha muerto a los 71 años, en circunstancias todavía por aclarar, en su casa de Santa Mónica (California), el pianista y virtuoso del sintetizador y los teclados Ketih Emerson.

Integrante durante muchos años del «supergrupo» Emerson, Lake & Palmer, de exitosa trayectoria en el rock progresivo, sinfónico o como se le quiera denominar, ha sido indudable su influencia en la fusión entre el rock y la música clásica, y en la vertiente más electrónica de la música pop, desde el llamado rock alemán (Can, Tangerine Dream, Kraftwerk) hasta el tecno.

De lo primero es expresión su disco «Pictures at an Exhibition», versión «sui generis» del «Cuadros de una Exposición» de Mussorgsky y Ravel. De lo segundo, su mejor obra, «Trilogy».

De formación clásica, fue autor e intérprete de una música anticomercial por antonomasia (en contraposición a sus «colegas» Génesis, Yes o Pink Floyd), pero sus espectaculares interpretaciones no desdeñaban concesiones a la galería (como aparecer volando por los aires con su piano o subirse a «cabalgar» encima de él. Todo ello entre mucho humo y psicodelia.

Para los que vivimos los gloriosos 70, nos deja los imborrables recuerdos de las encendidas polémicas entre sus partidarios y los de su gran «rival» Rick Wakeman (el teclista de «Yes»). Ahí os dejo con su «Trilogy».

Descanse en paz Keith Emerson

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Reporteros 2.0

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Los alumnos de 1º ESO tendrán la oportunidad de convertirse en reporteros de la era digital, en la visita que próximamente haremos a la Fundación Telefónica.

Tras una breve introducción, con la narración de la historia y la utilidad de los principales objetos implicados en la historia de las telecomunicaciones, los grupos de trabajo, previamente constituidos, con la ayuda de un móvil, grabarán un vídeo sobre el artefacto que, por sorteo, les haya sido encomendado.

Las fechas definitivas para cada grupo son:

  • 1ºB ESO: jueves 10 de marzo
  • 1ºC ESO: viernes 11 de marzo
  • 1ºA ESO: martes 15 de marzo

Instrucciones para un buen trabajo de filmación

  1. Reparto del trabajo: en un equipo de 4, uno elabora el guión (al que mejor se le dé redactar), otro se encarga de filmar (el especialista en fotos), y otros dos hacen de presentadores (los que tengan la voz más clara y más desenvoltura y desparpajo). Esto es una sugerencia, porque si hay una buena planificación, no hay inconveniente en turnarse en los papeles previamente establecidos.
  2. Elaboración del guión: lo primero que hay que hacer es prestar muy buena atención a las explicaciones, tomando apuntes y contrastando toda la información que se vaya a emitir (nombres, fechas, circunstancias, características esenciales del aparato e instrucciones de manejo). En dos minutos da tiempo a contar muchas cosas, pero también a meter la pata varias veces. La redacción debe estar muy cuidada, es lo principal.
  3. Toma del sonido. el lugar no es el más adecuado para una toma buena de sonido, por lo cual se recomienda que el rodaje tenga lugar en la zona más silenciosa posible, lejos de cualquier fuente de ruido (personas, sobre todo). Una conversación a cinco metros de distancia puede fastidiar todo el trabajo. La dicción de los presentadores debe ser alta y clara, no a gritos, pero casi, (como el que está vendiendo una termomix a un grupo de señoras). Todo, a ser posible, aprendido (el reparto de los párrafos entre varios presentadores es muy recomendable, pues aprenderse un texto largo en poco tiempo, y una persona sola, multiplica los errores y las omisiones). Queda, ni que decir tiene, fatal, salir leyendo el guión. Y por supuesto, los del propio grupo, callados como muertos mientras se rueda.
  4. Rodaje correcto: la cámara debe ir enfocada al presentador, fundamentalmente en primer plano, y es necesario variar la toma para obtener imágenes del objeto seleccionado. Si se está hablando de su manejo, hay que acercar la cámara. En todo momento se debe cuidar que el encuadre esté correcto (ni presentadores ni aparato deben salirse, si no estaba así previsto).
  5. Debe dar tiempo a revisar la filmación. Ensayando se va a Roma, como cabría decir, así que hay que rodar, reproducir, comprobar los fallos, volver a rodar, volver a reproducir, así hasta obtener el resultado que más concuerde con lo que pretendíais. Lo importante es que el público se entere bien de lo que queréis presentar, que le llegue el mensaje de una manera sencilla y clara.

En resumen:

  • Buen guión
  • Buena dicción (y sin leer)
  • Buena toma de sonido
  • Buena toma de imagen
  • Revisar y escuchar la filmación
  • Corregir los defectos
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Liga Interna 2015-16 (15)

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Sangre, sudor y lágrimas

Un equipo de 4ºA desconocido, plagado de fichajes nuevos, jugó un partido más que digno contra las muchachas de 4ºM. Y me quedo corto, porque si no ganaron fue porque Dios no quiso. Tras una prórroga tremenda, con un final de infarto, una sola canasta decidió el choque (18-16)

El encuentro fue de duras defensas, especialmente la de los chicos. La cosa es disculpable por la peculiar técnica defensiva que tienen los «futboleros», pero es que además, con su escaso poder anotador, no tuvieron más remedio que intentar blindar su canasta, y por cierto que lo consiguieron. Las mozas, a fuerza de pundonor, de aguantar garrotazos y de esperar que las personales fueran minando el campo rival, obtuvieron una merecida victoria, a pesar de dejar un rastro de sangre por el camino. Celia jugó coja prácticamente todo el partido (se lesionó en el primer cuarto), y Lucía tuvo que retirarse perjudicada por la agresiva disputa que de un balón perdido hizo un fiero enemigo. Acostumbradas a jugar contra chicos, resistieron bien las embestidas.

El primer cuarto mostró lo que sería el partido. Un Carlos Masía eléctrico e hipermotivado (clamaba venganza contra su antiguo equipo) llevaba en volandas a los suyos. Con 8-2 para 4ºA se llegó al descanso.

Después de un tercer período para olvidar (solo una canasta de Celia), las chicas salieron en el cuarto  con el cuchillo entre los dientes y consiguieron remontar. Irene y Lucía tiraron del carro para que el pitido final marcase un empate a 13.

La prórroga fue espectacular. La descalificación por 5 faltas de Carlos resultó fundamental (después cayó Guillermo), pues solamente quedaba Samir como arma de ataque. Tras una canasta de Marta, un triple de Celia a 30 segundos para el final ponía las cosas casi imposibles para sus adversarios. Pero el rubio debutante pasó el medio campo y tiró un triple de 10 metros que entró como una exhalación. No quedó tiempo para mucho más. Los apuros finales de las chicas dan más valor a su trabajada victoria, y ponen también un acento de dignidad en la amarga derrota de sus rivales.

Los de 4ºA jugaron así:

Guillermo Rubio, nuevo en esta plaza, toreó con gallardía. corrió y luchó con acierto y seguridad. Ayudó a subir y a mover el balón,  y robó algún balón que otro. Seguro en el pase, apenas se atrevió con el tiro, aunque alguna pudo meter.

Carlos Masía, en su primer partido con este equipo, demostró madera de líder, no solo por su sorprendente poder anotador (once puntos, incluidos unos magníficos dos de tres en tiros libres), sino porque estuvo siempre al atento al juego, dando instrucciones y multiplicándose para ayudar a sus compañeros. Su carácter, sumado a su poder reboteador y a su velocidad, le convierten en un elemento insustituible. Un acierto la táctica de presionar a las chicas en todo el campo, aunque fuera a costa de hacer muchas faltas. Era la única manera de ganar.

Paula Ramos, con su su sentido lúdico del deporte, es, además de la alegría de la huerta, una buena compañera y una ayuda muy apreciable. Lucha mucho y sabe conducir el balón, y aunque se pone muy nerviosa (eso se quita a fuerza de partidos, don`t worry you), sabe defender y pasa bien el balón. Estuvo a punto de meter alguna canasta.

Gonzalo Marín colaboró bien con su ya habitual correosa defensa. Interceptó unos cuantos balones y ayudó lo suyo en el rebote. Le falta afinar en los tiros cercanos, pero es un jugador seguro y eficaz.

Iván Herranz, sujeto potente y veloz, también cortó los pases que pudo, y defendió fuertemente su canasta. Luchador incansable, ayudó con acierto en la circulación del balón, aunque no se atrevió a tirar demasiado.

Samir Mohamedi tardó en entrar en juego, pero en cuanto se calentó fue el que todos recordábamos. De grandes fundamentos, aportó aplomo cuando hacía falta y velocidad cuando era preciso. Es asombroso su cambio de marcha (pasa de segunda a superdirecta en un plis). Le sobran algunas florituras, que a punto estuvieron de costarle más de una pérdida de balón. Sus cinco puntitos son un poco escasos para lo que necesitaba su equipo, pero su triplazo final le redime con creces, y le hizo ganar el respeto de todos los que aún no le conocían (y a los que hay que decirles que este señor ya sabe lo que es jugar en nuestro «All Star Game»)

Antonio Blanco, estatura inacabable, envergadura de brazos infinita, diamante en bruto donde los haya, estuvo magnífico en el rebote y rápido en la conducción de la pelota (aunque debe aprender a parar). Muy buen defensor, con manos como ganchos para robar balones, es difícil regatearle e irse de él en velocidad. En cuanto adquiera algo más de coordinación y fundamentos, va a ser un baloncestista tremendo. Sus tiros no entraron, y necesita hacerlos más finito.

Las que ganaron, por su parte, merecen estos comentarios:

El triple de la coja

(En el fútbol, cuando un jugador renqueante no puede ser sustituido, le ponen de delantero centro, y la defensa contraria le deja hacer, más preocupada de los delanteros sanos. De vez en cuando el lesionado marca. Se llama «el gol del cojo»)

Celia Martín no pudo dar de sí todo lo que hubiera querido. Un mal choque, al principio del encuentro, le tuvo a mal traer el resto del tiempo que jugó. Así y todo, colaboró con sus compinches y dejó muestras de su seguridad en el pase, sus excelentes fundamentos y su sobriedad y elegancia habituales. Pero sobre todo, anotó un triple que dejó a los chicos heridos de muerte (a 30 segundos del final de la prórroga). Fue un tiro temerario, de alguien que no está en buenas condiciones, pero que no le tiene miedo al fracaso Solo ese triple ya valió todo el partido, y le otorga, con méritos sobrados, el título de MVP. que, para una «inválida», no está nada mal.

Lucía Fernández mostró su poderío habitual. Hizo alarde de su valentía y su garra bajo los tableros, reboteando hasta la extenuación (aunque algunas veces le falta saltar) y en la canasta contraria fue una de las artífices de la remontada final. Cuatro valiosísimos puntos (en el último cuarto), pero podía haberse ido perfectamente con 10, si no se le salen de dentro unas cuantas.

Irene López, única base «con galones» en la cancha, estuvo sobresaliente en su papel de controlar el juego y surtir de balones a sus compañeras. A pesar de sus buenos fundamentos, prefiere pasar que llevar el balón (aunque eso, jugando contra defensas tan agresivas, es una virtud, y no un defecto). Su papel se agigantó, por el poco apoyo que pudo darle su amiga Celia en la conducción, y en ataque estuvo más que notable, con cuatro puntos decisivos en la remontada del último cuarto.

Natalia Hernández dió muestras de su velocidad y habilidad como escolta de calidad. Robó balones con su picardía acostumbrada, subió el balón, pasó con seguridad y penetró siempre que vió un resquicio. Tuvo desigual suerte con la canasta contraria, fallando alguna canasta clara, pero seleccionó siempre bien el tiro (¡ya entrarán, chiqui, ya entrarán!)

Tania Hernández estuvo notable en el rebote y en la subida del balón, apoyando eficazmente a las suyas para salir de la presión de los rivales. Muy luchadora, como siempre, sacó las garras en alguna ocasión, mostrando su carácter competidor y fiero (a punto estuvon de llevarse una antideportiva)

Marta Vallejo, estupenda, veloz, incansable, valiente y tenaz, fue la ayuda que necesitaba Irene. Ofreciéndose siempre, gracias a su sentido para el desmarque, y subiendo el balón con su endiablada rapidez, fue un tormento para sus enemigos. Aunque la canasta rival se le sigue resistiendo, aportó tres puntitos de oro (sobre todo una canasta en la prórroga que a sus compañeras les supo a gloria). Cada vez mejor.

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Stephen Curry o Sergio Llull, esta es la cuestión

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Los aficionados al baloncesto estamos enfrascados en una ardua polémica, y eso nos pasa por comparar dos cosas que no tienen nada que ver, que son la NBA y la ACB.

Llull no es el líder del equipo, aunque a veces lo parece. Curry es un crack (ya lo avisé dedicándole un post el año pasado), a pesar de que tira hasta las zapatillas y de que en su equipo saben a la perfección lo que es un «aclarado» . Salvando las distancias, el equipo que presentó Golden State en Oklahoma era el de los días de fiesta (o sea, un equipazo). No se puede comparar el Madrid con ellos, pero si es de justicia decir que contra el Pamesa (líder de la Liga) no estaban ni Sergio Rodríguez, ni Rudy Fernández, ambos lesionados, y que, tanto en la conducción del juego, como en la anotación, son fundamentales. Que el mallorquín hubiera estado más aliviado y con menos responsabilidad en el juego es un hecho. Pero eso no quiere decir nada. Jaycee Carroll o Andrés Nocioni se las pintan solos para machacar a cualquiera con una racha de las suyas. Con lo cual queda un tanto tramposo decir que el Pamesa solo le tenía que defender a él y que Oklahoma tenía a muchas grandes estrellas a las que defender.

Otra trampa es decir que Llull en la NBA no haría nada. Ya ha habido muchos españoles de su nivel que han triunfado allí, y no hay que olvidar tampoco que rechazó, el año pasado, un contrato garantizado, por parte de los Houston Rockets, de 25 millones de dólares por tres años (eso es más de lo que gano yo en un mes). No sabemos si Llull, con sofisticados sistemas de juego pensados para él, haría diabluras. Puede que no las que hace Curry no (el tiro, el manejo de balón y el sentido del espectáculo que tiene el americano son únicos), pero haría otras (posiblemente, hincharse a asistencias). Y, evidentemente, con mucha modestia, como la que usó para decir que su tiro fue un churro, cuando cualquier entendido en baloncesto sabe que para que entre el balón a esa distancia primero hay que tirarlo bien, en esa dirección, y con la parábola adecuada. Luego, claro, influye la suerte, pero esto también hay que matizarlo, porque no es la primera vez que lo hace. Digamos que tiene muy bien pillada la dinámica del tiro a muy larga distancia (con lo cual de vez en cuando le entra uno)

Dicho lo cual, ahí os dejo con los dos monstruos: Llull primero, con un resumen de las «cositas» que hizo durante el partido (atención a su canasta a cuatro segundos del final). Después, nueve minutos estupendos de la actuación de Stephen Curry contra Oklahoma, es decir, un mano a mano espectacular entre el mejor tirador de la NBA y el segundo, un señor llamado, Kevin Durant. No debo decir (pero lo diré), que la celebración, en la cancha de los rivales, sería impensable aquí (se pasan, él y sus compañeros, tres pueblos). Ahí si le gana, sin ninguna duda, nuestro Sergio. Elegancia y modestia.

https://www.youtube.com/watch?v=KMuYR1dCn9A

https://www.youtube.com/watch?v=D5iCTBgpELg

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Visita Fundación Telefónica 2016

 

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Este mes de marzo los profesores de la asignatura de Informática de 4º ESO han organizado, como ya es costumbre, visitas a la Fundación Telefónica.

Los de 4º asistirán a una pormenorizada Visita Guiada al Museo de las Telecomunicacioneses.

En el siguiente enlace puedes acceder a toda clase de material informativo y didáctico sobre la visita y sobre las actividades de la Fundación Telefónica.

Haz clic aquí

 

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Premios de Cine 2016

Los cuatro actores premiados

Los cuatro actores premiados

Los derrotados

Si por mi hubiera sido, A «Mad Max» le hubieran caído un par, y los oscars técnicos se habrían repartido entre «Marte» y «Star Wars». El castigo para la primera se me antoja excesivo (0 de 7). La continuadora de la saga galáctica, con 0 de 5, también se ha ido de vacío. Brooklyn, con 0 de 3, es la tercera en este dudoso ranking.

Como sentido homenaje a la película de Ridley Scott, esa historia de supervivencia y de ciencia, y de menos ficción de lo que parece, ahí tenéis el trailer. Que sirva de desagravio.

La «pedrea»

«La Gran Apuesta», óscar al mejor guión adaptado (de 5 nominaciones), «El Puente de los Espías» (uno a Jack Rylance, actor secundario, de 6 posibles), «Los odiosos 8» (solo el gran Ennio Morricone, con su banda sonora, salvó el honor tras sus 4 nominaciones), «La Chica Danesa» (Alicia Vikander, a la interpretación secundaria, fue el único premio de los 4 a los que aspiraba) y «La Habitación» entran en esta categoría.

Esta última, para mi la gran película del año, cuenta con la elegida mejor actriz principal (Brie Larson), pero se podría haber llevado otros tres, aparte de la injusticia flagrante cometida con la extraordinaria interpretación del niño Jacob Tremblay (ni le nominaron).

La película cuenta la historia, vista desde los ojos de su hijo de 5 años, de una mujer que vive secuestrada desde hace seis, encerrada en una habitación. Con estilo documental y una sobriedad narrativa asombrosa, se nos muestra el increíble mundo donde intentan ser felices, y asistimos sobrecogidos al dilema que se produce cuando el niño conoce por primera vez la libertad. Absolutamente recomendable.

Los ganadores

La triunfadora ha sido, a pesar de no llevarse más que premios técnicos, (6 de 9) «Mad Max: Furia en la Carretera». Distopía postapocalíptica (subgénero de moda en la ciencia-ficción), cuenta una historia algo confusa de supervivencia y rebelión contra el poder establecido. En mi opinión, la última hora se deja ver (persecuciones y peleas a toda velocidad, recuperando el estilo del primer «Mad Max»), pero la primera es francamente desagradable, con su estética del feismo y su violencia hiperrealista y gore. A pesar de ello, debo reconocer que el montaje y el sonido son magníficos (merecidos óscars). Abstenerse mentes sensibles.

Ganadora también, a pesar de que su cosecha, en términos de porcentaje, es magra (3 de 12), ha sido «El Renacido». Otra historia de supervivencia (cazador de pieles despedazado por un oso) en la que la venganza tiene un papel fundamental. Justísimos, creo yo, los premios conseguidos (Di Caprio, González Iñárritu y la mágica fotografía de Emmanuel Lubezki).

El galardón máximo se lo ha llevado no una de mis tres favoritas (La habitación, el Renacido, Marte), pero sí una buena película. «Spotlight» cuenta la verdadera historia de los periodistas del Boston Glove que destaparon, con pelos y señales. los casos de pederastia en la ciudad y la complicidad de las autoridades eclesiásticas en el asunto. Es de justicia que os ponga también el tráiler.

https://www.youtube.com/watch?v=fcoXBE9x6fQ

La olvidada

Solo una película más, en mi opinión, merecería aparecer en el palmarés, cuando menos, de las nominaciones, y no voy a entrar en la polémica de las películas con actores negros («La Verdad Duele» y «Beasts of No Nation»), porque lo cierto es que son correctas sin más, a pesar de que las interpretaciones, de Will Smith y de Idris Elba son notables.

Se trata de «En el Corazón del Mar», que recrea de manera magistral la verdadera historia en la que se basó Herman Melville para escribir «Moby Dick». Ahí va el trailer.

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