La jornada 14 no fue tan emocionante como la anterior, al menos en lo que se refiere a resultados. La igualdad existente, sobre todo en los puestos de la mitad de la tabla (12 jugadores están en 3 puntos de diferencia), provocó interesantes duelos, pues no son pocos los que luchan por subir en la clasificación. El podio, no obstante, esta caro (11 puntos tiene ahora el 4º).
El flamante líder, Santiago Prieto, se deshizo de la «farolillo rojo», Yolanda García, no sin cierta resistencia de ésta, que dejó muestras de su calidad ajedrecística (tiene más de la que su puesto deja entrever).
El ahora perseguidor, Pablo Porras, continúa en ello, pues venció a un Alberto Sebastián que se mostró bastante mejorado, físicamente, y también en su juego (40 minutos duró la partida).
Pedro Sánchez, en un duelo igualado, ganó a Álvaro Romero. Ambos pugnaban por acercarse a la cabeza de la clasificación, cosa que consiguió, de momento, el excelente jugador de 2ºB.
La partida entre Arturo Gómez y Alejandro López estuvo disputada también, y se resolvió con triunfo para el primero, que esta vez se mostró seguro y sin fallos. Al Sr. López le fatan aún partidas para hacer frente a los veteranos del torneo, aunque ya se le nota con algo más de confianza.
Ray Barrientos, por su parte, venció a Javier Sánchez, que le hizo sudar la gota gorda, pues la partida no se resolvió hasta pasada largamente la media hora de juego.
Isaac Romero, pese al buen ajedrez que suele jugar, perdió con Marta Vallejo, que está «de dulce». La de 2ºC lleva tres victorias consecutivas (no pierde desde que jugó con el actual líder, hace cuatro jornadas), y no hay quien le tosa.
Hori Belchi, con menos problemas de los previstos (ambos estaban igualados a puntos), asombró por la regularidad en su juego y, dominando la partida en todo momento, venció a un Mauricio Morante que flaqueó esta vez y no fue el que habitualmente brilla en el medio juego.
Francisco Tielas venció, en partida aplazada, a Adrián Fernández. Fue con menos apuros de los previstos, pues, esta vez, el buen jugador de 2ºC no se mostró tan firme y regular como en las partidas recientes. Fran sigue así la estela de los dos primeros, esperando cualquier fallo para subir un escalón en el podio.
Los dos enfrentamientos más interesantes fueron los jugados por Jorge Miguel del Corral y Alejandro Hernández, por un lado, y Joaquín del Castillo y Gabriel Prieto, por otro.
El favorito de la primera era Jorge, pero jugó de manera desastrosa, con unos errores inusuales para su nivel. Quizás fueron los nervios (suele pasar entre compañeros que se conocen mucho, como bien saben Ray y Joaquín), pero el caso es que Alejandro no tuvo problemas (el único, esperar que sus fallos fueran menos graves que los de su rival y compañero). Esta victoria de calidad es el espaldarazo que esperaba el Sr. Hernández para afianzar su juego.
Final de partida Joaquín – Gabriel
Joaquín y Gabriel le echaron emoción al asunto. Joaquín parecía tener ventaja más que suficiente (reina y alfil contra torre y dos peones), pero el bueno de Gabi, desconocido hasta ese momento, avasalló a su contrincante a base de velocidad y, maniobrando con dos peones consiguió coronar uno de ellos. A Joaquín, al que bastaba «congelar» el juego a base de jaques con su dama (siempre que no quisiese aventurarse a intentar un mate con la ayuda del alfil), no se le ocurrió agotar el tiempo de otra manera que reculando ante la pobre artillería de su rival. Os pongo el desenlace de la partida desde el momento culminante:
Blancas: Joaquín
Negras: Gabriel
Las blancas juegan alfíl por peón, amenazando la torre, jugada no mala, pero que pone a las claras el miedo de Joaquin al «acoso» enemigo. Hubiera sido mejor, evidentemente, alfil a f6+!!, comiendo después la torre, y dando paso a una ventaja definitiva. O, en su defecto, reina a e5+!! (el mismo efecto que con el alfil), o a e3+ o a e1+, persiguiendo después al rey con jaques continuos hasta el final de la partida (quedaban 5 minutos, y, de haber hecho eso, la victoria de Joaquín, por puntos, estaba cantada).
Gabriel, a pesar de los apuros de tiempo, mueve Tg8+. Las blancas responden con Rf7, y las negras deciden jugar Th8. La posición ahora es la siguiente:
El Sr. del Castillo, con una confianza ciega en su reina (sabe que cubre la posición del peón que supuestamente el Sr. Prieto intentará coronar en a8), comete el error decisivo: en vez de perseguir al peón enemigo moviendo la reina a a4, decide jugar De3+, a lo que su rival contesta con Rc4. Las blancas desplazan de nuevo a su rey, acosando a la torre: Rg7, y las negras responden con Td8. La situación es como sigue:
Blancas juegan ahora Rf7. Con 1 minuto para el final, a Gabriel no le tiembla el pulso. avanza su peón a a7. Sabe que si su adversario sigue defendiendo, aún tiene una oportunidad. Está claro que, para las blancas nada está perdido, ni mucho menos, pues un par de jaques seguidos con su reina solucionan la papeleta, pero Joaquín no lo ve y comete, además, el error definitivo: Ag5??. El árbitro acaba de avisar que cuando muevan negras acaba la partida, pero la coronación lógica del peón negro, intercambiado por una dama hace que ambos jugadores pidan una prórroga, que se concede inmediatamente. La posición es:
Y la última jugada es definitiva. Las blancas no tienen más remedio que intercambiar las reinas, lo que provoca una posición final de ventaja de calidad de las negras (torre contra alfil), a las que se declara vencedoras. Hay que recordar que las normas del Torneo solo exigen una ventaja de dos puntos en estos casos. Gabriel saludó, alborozado, a un Joaquín un tanto decepcionado (estuvo a puntito de dar la campanada y ganar a uno de los candidatos al título).
Trampa para cazar tigres
Os pongo también el «cacho» final de un amistoso que jugó éste que les habla con Yolanda García. Lo que pasó al final se puede catalogar de trampa, aunque cierto es que se trataba, en este caso, de una tigresa (que, eso sí, se defendía con uñas y dientes).
Negras: Yolanda García
Blancas: Profesor
La posición es la del mate del pastor, con alguna variante, como la situación del caballo en h7. Mueven las negras. Yolanda conoce bien lo que tiene que hacer, y mueve Pg6, amenazando a la reina blanca. Resistiéndome a retirarme, desplazo la dama a g5.
Aquí llega el primer error de mi rival. En vez de comer el caballo (abandonado a su suerte) con la torre, insiste en amenazarme la dama con Pf6?. La situación ahora es así:
Mi estrategia a largo plazo hubiese consistido (si me hubiese comido Yolanda el caballo) en atacar a hierro y fuego ese flanco débil del rey hasta dar mate en f8. Mi descuidada defensa, contra la dama en c7 y la torre en h7, lo hubiera pasado realmente mal, en ese caso.
Ahora es cuando hago la jugada maestra (modestia aparte), o sea, la trampa que titula el comentario. Mover el caballo a f6, comiendo el peón, no es mala, pues probablemente desemboca en mate, si peón come caballo y reina come peón. Pero es mejor Tf6 (TxP)!!, que es una invitación envenenada para que las negras coman la torre. En descargo de la Srta García tengo que decir que los espectadores (totalmente imparciales, es decir, todos iban con ella), se pronunciaron rotundamente por su opción, es decir, Pf6 (PxT), incluido el tercer clasificado, Fran (hubo tres «tigres», al menos, aparte de la «tigresa»). La posición final, tras Cf6 (CxP)++, desvela la siniestra malignidad de las intenciones ajedrecísticas del profe: