España lidera el crecimiento de las exportaciones mundiales

Cinco Días  20-12-2016

El desplome del comercio mundial no toca suelo. Hasta septiembre, exportaciones e importaciones cayeron por encima del 4% y se han situado en niveles de 2010, reflejando las dificultades de un escenario mundial en el que han juntado la parálisis de la zona euro, el frenazo de China, el desplome de productores de petróleo o la recesión en Brasil.

España se libra, solo por ahora, del deterioro generalizado de los intercambios mundiales. En los nueve primeros meses de 2016, las exportaciones de las setenta economías que analiza la Organización Mundial de Comercio (suman el 90% del PIB mundial) cayeron hasta 10,91 billones de euros, lo que supone la cifra más baja desde 2010. No solo han bajado las ventas a otros países (exportaciones), sino las compras (importaciones) como muestra de los ajustes presupuestarios a los que están sometidos la gran mayoría de países desarrollados por sus desajustes fiscales o por los desequilibrios acumulados. Las importaciones también descienden hasta 11,03 billones de euros, también el suelo desde 2010. El déficit comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) entre esas 70 naciones es el más bajo de la serie histórica iniciada en 2005.

Solo otros tres países (Alemania, Japón e Italia) han aumentado sus exportaciones. El hecho de que tres de ellos pertenezcan a la zona euro es una muestra de la gran dependencia comercial de esta zona del mundo, que le aisla en una coyuntura mundial negativa, como la actual, pero que al mismo tiempo le resta capacidad de crecimiento ante unos intercambios comerciales muy limitados en África, Asia o América.

Los últimos datos de Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea, muestran como el 63% de las exportaciones de la Unión Europea se destina a países vecinos. Catorce naciones, la mitad de las que conforman la UE, (Bélgica, República Checa, Estonia, España, Croacia, Chipre, Luxemburgo, Hungría, Holanda, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia) tienen a tres países europeos como sus tres principales socios comerciales. Hasta septiembre, España destinó el 51,7% de sus ventas al exterior a la zona euro y el 66,5% a la Unión Europea, porcentajes muy similares a los registrados en 2008.

En esa excesiva concentración geográfica han tenido un peso determinante los tres grandes sectores exportadores de España (bienes de equipo, automoción y alimentación), que suponen el 50% de las ventas al exterior. Las restricciones presupuestarias en los países productores de petróleo ante la caída del precio del barril de Brent, el desplome en emergentes como Brasil y la ralentización de la inversión en Asia ha hecho que los grandes exportadores españoles reorienten sus ventas aún con mayor intensidad a la Unión Europea. Y el ejemplo más claro se da en el sector de la automoción, en el que el ocho de cada diez de los casi dos millones de vehículos producidos entre enero y agosto se han exportado. Dos tercios de esas ventas han tenido como destino países de la zona euro.

El resto de los veinte grandes vendedores de bienes han registrado caídas, especialmente virulentas en el caso de Rusia. El desplome del precio del petróleo ha provocado un ajuste del 23,4% en las exportaciones en Rusia y ha llevado a la economía rusa al decimoséptimo lugar de la clasificación de los grandes vendedores de bienes, cuando a principios de año ocupaba la décima posición. También son destacables los retrocesos experimentados por Corea y China, con caídas del 8% en el acumulado hasta septiembre.

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