Los desequilibrios financieros de los que adolece la Seguridad Social han abierto un abanico de recetas para solventar el déficit del sistema y garantizar el pago de las futuras pensiones entre los foros de expertos en la materia. Ayer se arrojaron dos posibles soluciones en una jornada de trabajo celebrada en la sede de Afi, a cuenta de la presentación del libro del economista José Antonio Herce, A vueltas con las pensiones. Reflexiones, ideas y ocurrencias en la dirección de elevar la edad de jubilación por un lado e incorporar la robótica al tejido productivo por otro.
Así lo expresó el autor de la obra, asegurando que una solución para la falta de ingresos necesarios para afrontar el pago de las pensiones pasa por «indiciar la edad de jubilación a la esperanza de vida».
Herce recordó durante la presentación del libro que actualmente «cada 24 horas se ganan cinco horas de esperanza de vida». Esto, sumado a la tendencia del mercado laboral español intrinca un problema en términos de cotizaciones y contributividad ya que las pensiones que se pagan cada vez son mayores, mientras que la masa salarial y la fuerza laboral, reducida tras los años de la crisis, se encontrará mermada para afrontar estos compromisos.
El Gobierno reconoce que el sistema de pensiones será sostenible sólo durante 10 años
Así, Herce señala que los años ganados en esperanza de vida no se dedican a actividades productivas, sino que suponen una ampliación de la carga de la Seguridad Social, ya que se dispone de ellos en el periodo de jubilación. De ahí, elevar la edad de jubilación «entre los 70 y 75 años» para mantener la contributividad en estos años. Cabe recordar que la esperanza de vida en la actualidad alcanza los 82 años y que a los 12 años de la jubilación (en torno a los 77) el Sistema ya ha devuelto todo lo cotizado por el trabajador y los empleadores.
No gravar a los robots
La segunda idea que surge para solventar las deficiencias del sistema viene por el futuro del tejido productivo, con una importante presencia de máquinas. Se prevé que estos robots, por cada dos puestos de trabajo que sustituyan (o destruyan), crearán otros cinco de mayor calidad, mejor remunerados y con una mayor aportación a las arcas públicas.
Sin embargo, una de las medidas que se aplican en Francia, gravar la utilización de robots por parte de las empresas, no solventaría la eventual coyuntura, según Herce. El experto recuerda que los empresarios ya pagan impuestos por esas máquinas, toda vez que suponen un incremento de la producción, lo que repercute en unos mayores ingresos para la compañía y en última instancia una mayor aportación a las arcas del Estado por el impuesto de Sociedades.
Urge a los políticos a lograr un pacto
El exgobernador del Banco de España, Luis María Linde, acudió ayer a la presentación del libro en la sede de Afi, donde expuso unas breves líneas sobre la tendencia al desequilibrio financiero de la Seguridad Social, en lo que urgió al Pacto de Toledo a alcanzar un acuerdo para la reforma de las pensiones, donde señaló que «no será suficiente con elevar la presión fiscal», por lo que «cualquier plan de sostenibilidad pasa por incrementar la tasa de ahorro» de las familias