Madrid, 14 may (EFE).- El encarecimiento de los servicios relacionados con el turismo por el efecto de la Semana Santa aceleró dos décimas el índice de precios al consumo (IPC) del mes de abril, hasta situarlo en el 1,5 % interanual.
El efecto distorsionador del calendario de la Semana Santa -que el año pasado fue en marzo y este en abril- situó la inflación del ocio y la cultura en el 0,3 % en abril, más de dos puntos por encima de la anotada en marzo, según los datos distribuidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística.
En esa misma línea, el encarecimiento de los alojamientos y el transporte aéreo impulsaron, respectivamente, la inflación de los hoteles, cafés y restaurantes (un 2,3 % interanual, medio punto más que en marzo) y el transporte (un 3,2 %, dos décimas más).
Pese a esta tendencia general, las patatas fueron el producto que más se encareció en el último año (un 18,9 %), seguido de las tasas administrativas (12,2 %) y las legumbres y hortalizas (10,6 %).
Por el lado contrario, las comunicaciones presionaron a la baja los precios al repuntar en abril un 0,1 % interanual, más de un punto por debajo del avance de marzo, ante la estabilidad de los servicios de telefonía y fax.
También los alimentos y bebidas alcohólicas moderaron su inflación -subió un 0,8 %, una décima menos- ante el abaratamiento de la fruta y el menor encarecimiento del pescado, que compensaron la mayor alza que registraron las legumbres y hortalizas.
Los datos del INE destacan que a lo largo del último año el producto que más se ha abaratado es el aceite de oliva (un 18,4 %), seguido de los equipos de telefonía móvil (un 16,6 %) y soportes informáticos como discos duros externos o USB, cuyo precio ha bajado un 13,5 %.
La inflación subyacente -que elimina del índice la energía y los alimentos por ser los elementos más volátiles- se situó en el 0,9 % en abril, dos décimas más que en marzo.
Por lo que respecta a la tasa mensual, los precios aumentaron un 1 % en abril con respecto a marzo, seis décimas más que entre febrero y marzo, lo que constituye el mayor incremento en un mes en casi dos años.
Este incremento vino impulsado por la subida de los precios del vestido y el calzado y el transporte. De hecho, las prendas de vestir de bebés y niños (del 17,3 %) y de mujer (13,7 %) fueron los productos que más se incrementaron en abril, un mes que coincide con el inicio de la temporada primavera-verano.
Otros elementos que presionaron al alza fueron los hoteles, cafés y restaurantes y el ocio y la cultura.
Por el contrario, el precio del la vivienda contribuyó a moderar la inflación debido al abaratamiento del gas, que con una caída del 5,7 % fue el producto que más bajó de precio en el mes.
Tras conocer estos datos, UGT ha considerado que la inflación de abril plantea un «escenario favorable» en la negociación salarial entre patronal y sindicatos, especialmente dado que la subida salarial media pactada en los convenios firmados en 2018 se sitúa en la parte baja de la franja acordada por los agentes sociales.
En ese mismo sentido, CCOO ha instado a «forzar» los incrementos salariales de los convenios colectivos pendientes de firma por encima de la inflación para que los trabajadores recuperen poder adquisitivo.