La estrategia anunciada ayer por el Gobierno no establece fechas concretas, a diferencia de otros países del entorno como Francia y Austria, con calendarios bien definidos, y afronta el proceso en permanente estado de alarma.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desveló ayer su estrategia para abandonar gradualmente el confinamiento y reactivar la actividad económica a partir del próximo 4 de mayo en las islas y del día 11 en el resto. Un proceso que será lento (durará alrededor de ocho semanas), en permanente estado de alarma, asimétrico entre territorios y en cuyo intervalo «no habrá movilidad entre provincias o islas hasta alcanzar la nueva normalidad», algo que no sucederá hasta finales del mes de junio, siempre que la evolución de la epidemia esté «controlada en todos y cada uno de los territorios», advirtió el jefe del Ejecutivo. Esto es, siempre que no se produzca una recaída.
La hoja de ruta de Sánchez, que el Ejecutivo ha bautizado como Plan para la transición hacia una nueva normalidad, contempla cuatro fases de dos semanas de duración cada una, pero sin concretar fechas para la reapertura de comercios, restaurantes u hoteles, a diferencia de otros países europeos como Austria o Francia, que cuentan con calendarios bien definidos. Lo que sí permite atisbar el nebuloso plan del Ejecutivo es que la actividad económica mantendrá sus constantes vitales en mínimos al menos durante los próximos dos meses, ahondando en la grave crisis generada por el parón de la actividad durante el confinamiento y cuyo impacto, «tanto en términos de PIB como de destrucción de empleo, es enorme», según admitió ayer el presidente del Gobierno.
Restricciones
En esa lenta y gradual reanudación de la actividad, el Gobierno prevé, por ejemplo, la apertura de terrazas en la primera fase, pero con una restricción de ocupación del 30% (ver información en página 25). Sin embargo, los establecimientos de restauración no podrán abrir sus espacios interiores a los clientes hasta la segunda fase (a lo largo de la segunda quincena de mayo) y con severas limitaciones: «Ocupación de un tercio del aforo y garantías de separación y sólo para servicio de mesas». Tampoco el sector cultural y de espectáculos recobrará el pulso a corto plazo: cines, teatros, auditorios y espacios similares podrán reabrir sus puertas por esas fechas, pero con butaca preasignada y una limitación de aforo de un tercio, lo que reduce en la misma proporción las expectativas de ingresos de un sector que no ha facturado un euro en un mes y medio.
No será hasta la fase tres, ya en el mes de junio y en plena etapa avanzada, en que se abrirá un poco más la mano, aunque tampoco demasiado. De hecho, en el ámbito comercial, los aforos estarán limitados al 50% y se fijará una distancia mínima de dos metros entre los clientes, lo que hará que estos negocios funcionen, en el mejor de los casos, a medio gas.
Con este horizonte, las perspectivas económicas no son precisamente halagüeñas, tal como reconoció Sánchez, quien subrayó que «es evidente» que tanto la economía global como la europea y la española van a entrar en una fuerte recesión que, según algunos organismos internacionales, cristalizará en caídas del PIB de incluso doble dígito este año. El presidente del Gobierno, sin embargo, sigue fiando buena parte de la reconstrucción de la economía española tras la pandemia a la solidaridad de sus socios europeos y, en concreto, a la puesta en marcha de un fondo de recuperación de 1,5 billones de euros que reclama el Ejecutivo español, que otorgaría ayudas directas a los países más castigados por la crisis sanitaria, entre ellos España e Italia, y que se financiaría con deuda perpetua. Una iniciativa que rechazan los socios del norte de Europa, partidarios de conceder ese respaldo en forma de créditos y no de transferencias.
En este escenario de anémica actividad económica y de sangría en el mercado laboral, Sánchez abrió ayer la puerta a la prolongación de los ERTE por fuerza mayor más allá del levantamiento del estado de alarma, que expira el 10 de mayo, pero que previsiblemente se prolongará al menos durante otros quince días, después de que el jefe del Ejecutivo anunciara ayer que solicitará una nueva extensión al Congreso.
La prórroga de los ERTE y una mayor flexibilidad en su aplicación es una de las principales reivindicaciones de las patronales y uno de los principales escollos hasta ahora en sus conversaciones con el Gobierno. Los empresarios reclaman que la reincorporación de los trabajadores desde los ERTE sea gradual, a medida que las compañías vayan recuperando el ritmo productivo. También piden anular, o al menos moderar, la exigencia de no acometer despidos en los seis meses siguientes al levantamiento del estado de alarma, algo que las empresas aseguran que no estarán en condiciones de cumplir.
Cuatro fases para alcanzar la ‘nueva normalidad’
- 0-El 4 de mayo arranca la Fase previa para toda España (salvo para las islas de Formentera, la Gomera, el Hierro y la Graciosa, que parten directamente de la Fase 1): Además de salir con niños, pasear o hacer deporte; abrirán los bares y restaurantes, a los que se podrá acudir sólo para comprar comida para llevar. Nada de consumir en el interior. También abrirá el pequeño comercio, pero sólo con cita previa.
- 1-Fecha clave para comercio y hostelería: El pequeño comercio (incluye peluquerías) sube la persiana y los bares y restaurantes podrán abrir sus terrazas (no su interior). También abren lugares de culto. Eso sí, en todos los casos con un límite de aforo del 30% y medidas de seguridad. Además los mayores de 65 años tendrán horario preferente. Esta fase podría iniciarse el 11 de mayo, y también contempla la apertura de hoteles sin utilizar zonas comunes y centros de alto rendimiento deportivos por turnos. El contacto social también arranca en esta fase, salvo para mayores y vulnerables.
- 2-Aquellos territorios que vayan cumpliendo con los requisitos deberían encontrarse el 25 de mayo en la Fase 2, en la que se permitirá consumir dentro de bares y restaurantes con límite al 30% de aforo y sólo en mesa, no en barra. También abren cines, teatros, auditorios y museos, de nuevo todo con el techo de aforo al 30%, y actos culturales (de menos de 50 personas en espacio cerrado y 400 personas sentadas si exterior). El aforo en lugares de culto aumenta al 50%. Los centros educativos podrán abrir para actividades de refuerzo o para menores de 6 años cuyos padres trabajen.
- 3-A principios de junio se suavizarán limitaciones de aforo en comercio y hostelería al 50% pero manteniendo distancia mínima de dos metros. También se flexibiliza la movilidad general y se abrirán las playas. En todas las fases recomiendan usar mascarilla.