La calidad del sistema universitario español, un factor en el paro juvenil

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10/12/2020

España cuenta con cerca de 50 universidades públicas y alrededor de 30 centros privados de educación superior

Tanto en España como en el área del euro, las ciencias sociales y jurídicas constituyen el grupo de titulaciones más frecuente, con un peso que ronda un tercio del total, seguido de los campos relacionados con la ingeniería y con la sanidad.

La universidad deberá dedicar al menos un 5%  del presupuesto a investigación

La mayor tasa de paro de los universitarios españoles no se debe a que elijan titulaciones con menos oportunidades laborales que los de otros países europeos, sino a la menor calidad de la educación superior o a las dificultades del mercado para absorber nuevos titulados, según el Banco de España.

En un avance sobre la situación laboral de los licenciados universitarios en España y su comparación con el área del euro, el Banco de España recuerda que la tasa de paro de los universitarios españoles entre 30 y 34 años fue en 2018 de aproximadamente el doble que la de sus homólogos europeos y se pregunta hasta qué punto esa diferencia «puede explicarse por la distinta especialización», es decir por las titulaciones escogidas.

Y expone que, tanto en España como en el área del euro, las ciencias sociales y jurídicas constituyen el grupo de titulaciones más frecuente, con un peso que ronda un tercio del total, seguido de los campos relacionados con la ingeniería y con la sanidad.

En España, añade, la proporción de universitarios en las carreras de educación, tecnologías de la información y la comunicación (TIC), servicios y sanidad es incluso mayor, mientras que, por el contrario, las carreras relacionadas con las ciencias sociales y el derecho, las ingenierías y las artes tienen un menor peso. «Esas diferencias eran mucho menores en 2006, de modo que esta distinta especialización de los universitarios españoles ha aparecido tras la crisis financiera iniciada en 2008», apunta el Banco de España.

Desde ese año, recoge, en España han aumentado los titulados en las ramas de educación, TIC, servicios y sanidad, en detrimento de quienes lo hicieron en ciencias sociales y derecho, artes y humanidades e ingeniería y construcción.

Y con esta distribución, «la tasa de paro de los licenciados españoles fue en 2018 mucho más alta para todas las titulaciones, con la excepción de artes, humanidades e idiomas».

De hecho, las nuevas necesidades tras la crisis de la Covid-19 han situado a las TIC como uno de los campos con mayor número de vacantes, donde el desempleo es casi inexistente y con un pronóstico muy favorable, pero con un alto desequilibrio entre oferta y demanda por la falta de personal cualificado. En este ámbito, los programadores son los profesionales TIC más demandados en España como asegura un informe realizado por Ticjob.es.

Por otro lado, la distribución por campos de especialización también muestra importantes diferencias por género. según el Boletín del BCE Los hombres suponen una gran mayoría de los titulados universitarios de ingeniería y TIC. En el otro extremo se sitúan sanidad y educación, donde las mujeres representan más de dos tercios del total de licenciados. Estas diferencias son muy similares a las observadas en la zona del euro, tanto en 2018 como en 2006.

Cualificación

En cambio, añaden, la menor cualificación, por término medio, de los trabajos desempeñados por los jóvenes licenciados españoles podría obedecer, entre otros factores, «a una menor calidad de la educación superior».

Así, una medida de la calidad del sistema universitario es la proporción de titulados superiores que trabajan en puestos de elevada cualificación. Los jóvenes universitarios españoles trabajan en puestos de elevada cualificación en una proporción menor que la europea. Pero, en este caso, las diferencias son mucho menores que las expuestas para la tasa de paro.

Adicionalmente, no son homogéneas por campos de especialización. Así, en España hubo en 2018 una proporción más alta de trabajadores cualificados en agricultura y salud, siendo la diferencia atribuible a los hombres en el primer caso y a las mujeres en el segundo, mientras que en todas las demás especializaciones se registraron proporciones más bajas respecto a la zona del euro.

La evidencia mostrada, concluyen desde el BCE, «sugiere que la mayor incidencia del desempleo entre los universitarios españoles no responde a una elección de titulaciones más sesgada hacia aquellas con menores oportunidades laborales que en el conjunto del área del euro».

Asimismo, añade, «no se puede descartar la presencia de características estructurales de la economía que limitan la capacidad del mercado de trabajo para absorber adecuadamente los flujos de nuevos titulados superiores».

Oferta académica mínima

De acuerdo con los datos oficiales, España cuenta con cerca de 50 universidades públicas y alrededor de 30 centros privados de educación superior. Sin embargo, el Gobierno trabaja en un real decreto por el que las universidades deberán disponer de una oferta académica mínima de diez títulos oficiales de grado, seis títulos oficiales de máster y tres programas oficiales de doctorado y deberán estar representadas como mínimo tres de las cinco grandes ramas del conocimiento.

Son algunas de las directrices que el Ministerio de Universidades marca en un real decreto para asegurar la calidad académica en la educación superior. La normativa establecerá los requisitos fundamentales para la creación y el reconocimiento de universidades y tendrá carácter retroactivo, por lo que las universidades existentes tendrán un plazo para adaptarse de cinco años.

Las universidades deberán dedicar al menos un 5% de su presupuesto a un programa o programas propios de investigación y se establecerá una cifra mínima de publicaciones científicas que deberán ser publicadas y de proyectos de investigación de ámbito nacional e internacional que deberán solicitar y obtener.

Asimismo, las universidades deberán tener sistemas internos que aseguren la calidad en su funcionamiento, y en este sentido los Másteres propios deberán contar con un informe favorable del sistema interno de garantía.

Las universidades, y sus centros universitarios, que se creen una vez aprobado este Real Decreto, tendrán un plazo máximo de cinco años para cumplir con los requisitos docentes, de investigación, de personal docente.

De esta forma, el real decreto que iniciará ahora su tramitación y recibirá las observaciones de las Comunidades Autónomas y de otros actores de la comunidad universitaria, podría entrar en vigor a partir del próximo curso 2021-2022.

Formación Profesional

La Formación Profesional (FP) es desde hace unos años una alternativa más a la titulación universitaria y uno de los factores que lo ha impulsado es la alta empleabilidad que registra. De hecho, el primer informe anual sobre el estado de la Formación Profesional en España elaborado por Fundación Bankia por la Formación Dual, en colaboración con Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad destaca como la FP será clave a la hora de tratar de recuperar parte de los empleos perdidos durante la pandemia como consecuencia de la Covid-19.

Así, los titulados en Ciclos Formativos de Grado Superior del curso 2013-14 presentaban a finales del año 2019 una tasa de actividad del 90,9% (91,9% los hombres y 89,9% las mujeres). La tasa de empleo era del 79,5% (en hombres del 82,0% y en mujeres del 77,1%).

Por familia profesional, las mayores tasas de empleo se dieron en Instalación y mantenimiento (89,4%), Fabricación mecánica (88,0%) y Transporte y mantenimiento de vehículos (87,2%). Los ciclos con mayores tasas de empleo fueron Técnico Superior en audiología protésica (94,2%); Técnico Superior en desarrollo de proyectos de instalaciones térmicas y de fluidos y en mantenimiento de instalaciones térmicas y de fluidos (92,3%), y Técnico Superior en automatización y robótica industrial (91,5%).

La tasa de empleo en 2019 de los alumnos que abandonaron la ESO en 2013-14 es del 51%

Los titulados en Ciclos Formativos de Grado Medio del curso 2013-14 presentaron a finales del año 2019 una tasa de actividad del 88,8% (89,6% los hombres y 88,0% las mujeres). La tasa de empleo era del 74,6% (en hombres del 77,5% y en mujeres del 71,6%).

En cuanto al sueldo, el 48,4% de los titulados en Ciclos Formativos de Grado Medio ocupados en 2019 afirmaba que su sueldo mensual neto estaba entre 1.000 y 1.499 euros. El 40,3% decía que cobraba menos de 1.000 euros y el 11,4% que ganaba 1.500 euros o más.

Bachiller y ESO

Los titulados en Bachillerato en el curso 2013-14 presentaban a finales del año 2019 una tasa de actividad del 69,2% (67,6% los hombres y 70,4% las mujeres). La tasa de paro era del 22,2%, mayor en mujeres (22,4%) que en hombres (21,9%). Por su parte, el 30,8% estaba en situación de inactividad, la mayoría de ellos (el 94,3%) seguía estudiado..

El 60,8% de los titulados en Bachillerato que estaban ocupados en 2019 afirmaba que su sueldo mensual neto era inferior a 1.000 euros. El 27,6% afirmaba que ganaba entre 1.000 y 1.500 euros y el 11,6% 1.500 o más.

Por último, el 52,9% de los alumnos que abandonaron los estudios de ESO en el curso 2013-14 obtuvo alguna titulación en alguno de los cinco cursos posteriores. La tasa de empleo en 2019 de los alumnos que abandonaron los estudios de ESO en el curso 2013-14 fue del 51,1%.

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