Las escuelas de negocios, obligadas a ponerse al día

11-01-2016

Los puestos ejecutivos de las empresas ya no solo abarcan los departamentos más clásicos. Los aspectos financieros, comerciales o jurídicos conviven ya con otros surgidos, sobre todo, de la actual era tecnológica. Especialistas en digitalización de procesos, en estrategia de redes sociales o en seguridad cibernética, que requieren, a su vez, de una formación. Y es ahí donde entran las escuelas de negocios.

Los tradicionales Master en Dirección de Empresas (MBA, por sus siglas en inglés), la formación clásica que siempre han ofrecido estos centros, conviven ya con otras temáticas y, también, con nuevas estructuras. Son los programas enfocados, los sectoriales, o los cursos abiertos, nacidos de una necesidad de flexibilidad demandada de los propios alumnos, que en muchos de los casos tienen que combinar vida laboral, familiar y educativa. “Todos los sectores están cambiando y la educación superior no es una excepción”, afirma Iñaki Ortega, director de Deusto Business School en Madrid.

La institución, que este año celebra su centenario, no se ha resistido a los cambios, en todas las áreas:“La escuela ha modificado en los últimos tres años toda su oferta académica de educación ejecutiva de un modo radical. Cambios no solo en los temarios, sino en los formatos y en los propios profesores”. Explica Ortega que “de los MBA y programas de finanzas clásicos se ha evolucionado a posgrados en innovación, en emprendimiento o en big data, pasando por formación en deporte, gastronomía o de reciclaje para políticos”. Y la evolución también ha afectado a su estructura: “De los formatos full time se ha pasado a los programas enfocados, orientados a inspirar a los directivos con sesiones que se imparten exclusivamente una vez al mes; sin olvidar la incorporación de formatos que combinan presencia física y formación online, en prácticamente toda su oferta educativa”.

El decano asociado del full time MBA de ESADE, Luis Vives, explica que “como escuela de negocios, tenemos que ser capaces de adelantarnos al mercado. Como las empresas, nosotros también tenemos que identificar las tendencias clave y proporcionar una formación acorde”. En el caso de este centro, Vives explica que la oferta se ha incrementado por la vía de los programas enfocados y otros formatos modulares, que aglutinan en pocos días, pero de forma intensiva, las temáticas; y dentro de éstas, van ganando peso las relacionadas con la digitalización y la innovación. “Es una adaptación a la realidad que vivimos, y dentro de ella, nosotros tenemos que dotar a los ejecutivos y a las empresas de herramientas prácticas para que tengan mejores resultados”. También el componente internacional está más presente en los cursos.

Identificar tendencias

La incorporación a la oferta educativa de nuevos cursos sigue un proceso amplio de estudio. Como relata Luis Vives, en el caso de Esade, un comité de cada área de especialización evalúa las diferentes ideas, que se elevan al comité curricular, que finalmente determina si la propuesta tiene el fondo suficiente para merecer un curso. “Después hay un lanzamiento, una evaluación del impacto… Como cualquier empresa con un producto, cada año se evalúa el portfolio y se decide qué se hace con cada uno. Y después, hay algunos que tienen continuidad, otros que no, y algunos que evolucionan cada año”.
En cuanto a la duración, Vives apunta a una tendencia de concentración, “a periodos intensivos y a un seguimiento online. Esto permite algo fundamental para los ejecutivos y las empresas, que es poder poner en práctica el aprendizaje casi al mismo tiempo”. Y concluye que tres elementos han marcado la agenda de cambios:la globalización, la personalización y la innovación.

“El MBA no va a morir, se va a transformar”

Todas estas novedades en las ofertas de las escuelas de negocios podrían afectar a la estrella de sus programas:el MBA. Pero Luis Vives, decano asociado del full time MBA de ESADE, cree que “no va a morir, se va a transformar y a encontrar la forma de seguir siendo relevante”. Explica que el MBA también ha evolucionado, ofreciendo, además de una visión integral de la gestión, una “mayor conexión con el mundo real, ampliando el abanico de temáticas”. Y también, de estructura:los MBA a tiempo parcial o los executive más concentrados.

 

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