La Industria pierde la mitad de su peso en el PIB y destruirá 200.000 empleos para 2030

elEconomista.es
17/01/2022

El sector producía un cuarto de la actividad económica en España en 1980

El sector industrial afronta una década negra en el que perderá más de 200.000 trabajadores. Hasta 2030, la Industria extractiva y, principalmente, manufacturera perderá 218.000 puestos de trabajo, según recoge el Observatorio de Formación Profesional de CaixaBank Dualiza y Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad a partir de Cedefop y los datos de Encuesta de Población Activa del INE correspondiente al año 2020. Las previsiones del mercado laboral recogidas por el organismo estiman una variación superior a ocho puntos porcentuales en el periodo comprendido entre 2021 y 2030.

El sector manufacturero, así, se convierte en uno de los nichos más afectados por el horizonte laboral. En conjunto, en 2030 la población ocupada aumentará en 1,3 millones de personas con respecto a 2020, pero la industria no tendrá un salto neto positivo al término de la presente década.

Especialmente complicada es la inserción laboral y el desarrollo profesional en este sector, ya que la crisis sanitaria ha provocado la mayor caída sectorial de inversión en formación para trabajadores. La industria redujo esta partida un 31%, tres puntos por encima de la media nacional. Este dato incide especialmente en los jóvenes en formación; especialmente, la industria acoge a la mayor parte de contratos de Formación Profesional Dual (8,8%).

Peso en PIB

Estas proyecciones de la actividad económica en España chocan con el objetivo de la industria de ganar peso sobre el Producto Interior Bruto (PIB). La industria arrastra un descenso paulatino durante el presente siglo, y en 2019 ya suponía únicamente el 12,6% de la producción nacional.

Los datos publicados por el Ministerio de Industria muestran que se trata de la segunda rama de actividad más importante de la economía española, tras el sector servicios, y que contribuye con un 12,6% del PIB. Sin embargo, ese porcentaje no ha dejado de menguar en los últimos años respecto al 25,9% de valor añadido que aportaba la industria en 1980 o el 17,8% del año 2000, unos movimientos sísmicos que se han acelerado con la actual crisis.

El sector de la Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, ante el paulatino envejecimiento del sector, verá reducidas sus plantillas en 160.000 trabajadores que dejarán de ejercer en estos puestos.

2022, año optimista

Las sólidas cifras de producción industrial de noviembre ofrecen cierta esperanza de que lo peor haya pasado, lo que respalda la opinión de Oxford Economics: la industria está ante una resolución gradual de los problemas de la oferta. Además, los fuertes aumentos en España, donde el crecimiento de producción industrial del 5,6% provocó un subidón en el ‘termómetro de la economía’ de la AIReF, e Italia podrían dar lugar a algunas sorpresas positivas en el PIB del cuarto trimestre.

Pero el panorama más amplio es el de una economía de la eurozona en desaceleración en el primer trimestre, e incluso crecimiento casi plano, con una serie de riesgos a la baja para la previsión de recuperación a partir del segundo trimestre. En particular, una gran parte de nuestras previsión para 2022 sigue descansando en gran medida sobre los hombros de los consumidores y específicamente en la normalización de la tasa de ahorro. Pero esto último podría verse muy afectado por la evolución de la pandemia y los cambios de comportamiento de los consumidores.

La principal decepción de la actividad industrial vino de Alemania, donde la producción industrial bajó un 0,2% en noviembre. Esto se produjo a pesar de los buenos datos sobre la facturación (+4,1% intermensual), lo que supone la mayor divergencia entre ambas medidas desde la reunificación. Pero otros datos concretos, como la actividad de los camiones, las exportaciones de bienes y la producción de automóviles, señalaron un fuerte aumento, y cabe esperar que los datos de la actividad industrial alemana se revisen al alza.

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