Formalización de la matrícula en los centros: Del 16 al 23 de junio, hasta las 12:00 horas.
Exámenes: 6, 7, 8 y 9 de julio (L, M, X, J).
Coincidencias e incidencias: 10 de julio (V).
Publicación de calificaciones: 16 de julio (J), a las 13:00 horas.
2. Convocatoria extraordinaria:
Formalización de la matrícula en los centros: Del 16 de julio al 4 de septiembre, hasta las 12:00 horas.
Exámenes: 8, 9 y 10 de septiembre (M, X, J).
Coincidencias e incidencias: 11 de septiembre (V).
Publicación de calificaciones: 15 de septiembre, a las 14:00 horas.
Este calendario se llevará a cabo si en las fechas acordadas la pandemia del coronavirus permite realizar las pruebas en las condiciones habituales en cuanto a movilidad y concentración de personas, con las suficientes garantías de salud pública.
Publicado enBachillerato, Orientación|Comentarios desactivados en Calendario y horario de la EvAU 2020, Comunidad de Madrid
En estos momentos en los que la crisis del coronavirus afecta en tantos aspectos a la comunidad universitaria, te animamos a intentar normalizar ya que, aunque estamos en casa, la universidad llegará y hay que ir eligiendo. En esta guía encontrarás todo lo que necesitas saber para dirigir tus próximos pasos: qué estudiar, qué tener en cuenta a la hora de elegir una universidad, búsqueda de empleo, y mucho más!
El gran desafío de los jóvenes una vez que han finalizado el instituto es la toma de decisiones que marcarán su futuro profesional, por lo que para hacerlo necesitan contar con toda la información y asesoría posible.
La Guía Preuniversia Digital, enfocada a estudiantes preuniversitarios para ser uno de los recursos que utilicen a la hora de afrontar algunas de las decisiones que marcarán su futuro universitario y profesional, ayudándoles en la elección de la mejor opción tras el Instituto, que tener en cuenta al elegir una universidad, la gestión de expectativas, pruebas de acceso, salidas profesionales, becas para estudiar en el extranjero, etc…
Charlas de diversas temáticas para que encuentres tu vocación de futuro según tus gustos: medicina, ingeniería, marketing, inteligencia artificial, audiovisuales… y mucho más.
Las crisis sanitaria, económica y social, y todas sus derivadas, en las que estamos inmersos nos tienen tan absortos, que, a veces, no nos detenemos a pensar en algunas realidades que se están colando en nuestras casas. Y nosotros, sin enterarnos. En este Día Internacional del Bullying, cabe señalar que el confinamiento puede hacernos creer que es un alivio para aquellos niños que sufren o han sufrido el peso del acoso escolar. Al estar cerrados los centros educativos, parece que esta lacra se esfuma, no hay enemigo con quien encontrarse, no hay que levantarse con el sufrimiento que implica saber que hay que acudir diariamente a la escuela, ese nido donde para quien lo padece crece el miedo. Los pensamos más liberados aún, con la medida anunciada por el Gobierno sobre cómo muchos alumnos no retornarán a las clases antes de septiembre. Ese tiempo que ganamos. Pero, efectivamente, el alivio es solo inicial.
Del acoso escolar al ciberbullying
Desde hace tiempo –concretamente desde que Internet irrumpió en nuestras vidas- el acoso escolar ha traspasado las fronteras del aula para colarse también en la Red y alcanzar a sus víctimas allá donde estén. Los niños que acosan a otros encontraron una nueva vía de hostigamiento para maltratar a través de las nuevas tecnologías. Es lo que conocemos como ciberbullying. Si consideramos que, desde que empezó el confinamiento, el uso de Internet había subido en un 72% a principios de abril, y que las vías de comunicación de los menores es justamente esa, podemos deducir que el acoso escolar no ha acabado. Y puede estar convirtiéndose en una tortura para muchos.
Lo cierto es que las nuevas tecnologías están permitiendo esa educación en remoto y que los niños, de mejor o peor manera, puedan superar el trimestre a través de TICS, clases virtuales, plataformas, WhatsApp -todos también canales de ciberbullying. “Hablamos todo el rato de las bondades de la tecnología como método pedagógico, pero nos olvidamos que a nadie le llaman ya la atención todas las horas que pasan los niños frente a las pantallas, una preocupación que antes del confinamiento era una constante. Pero también hay que pensar que el pasar más horas conectados a internet no solo ofrece más opciones al acosador, sino que la víctima puede estar más horas mirando lo que se ha escrito o difundido sobre él o ella”, dice Miguel del Nogal, psicólogo de la Asociación Española de Prevención del Acoso Escolar (AEPAE).
Ciberbullying durante la cuarentena
El acoso escolar y el ciberbullying no son realidades aisladas. De hecho, son un continuo que empieza en clase y acaba cuando el niño desconecta sus redes sociales. O más tarde porque el tormento a veces puede impedirles el sueño. “El ciberbullying es un canal más y la diferencia entre uno y otro es que las TICS y redes son medios masivos, que llegan en un solo click, a distancia, siendo más fácil para el acosador porque no hay una relación cara a cara. Además, puede actuar las 24 horas los siete días de la semana, de manera gratuita, sin filtros, sin administrador. Es un campo libre”, explica del Nogal. El ciberbullying se comporta igual antes y después del confinamiento, pero con matices. “Preocupan dos fenómenos: que aquellos niños que no sufrían acoso escolar, lo sufran ahora, y que el hostigamiento contra aquellos que ya eran víctimas de acoso escolar antes, se haya multiplicado ahora”.
Los perfiles de la víctima y el acosador
“El perfil de la víctima es amplio, porque puede ser cualquier niño o adolescente, que sea percibido como diferente, con rasgos tanto positivos como negativos”, explica Diana Díaz, directora de las líneas de ayuda de ANAR, Fundación de Ayuda de Niños y Adolescentes en Riesgo. “El acosador puede haber sido víctima de bullying, pero también estar expuesto a un entorno de violencia”. Pero, la característica principal es su falta de empatía y que entiende al otro como un instrumento. Y hay que añadir a un tercer grupo de actores: los observadores. “El acoso existe porque hay observadores que lo aplauden, y en este tiempo de confinamiento el público está presente desde la mañana hasta por la noche, y en tiempo real, en todas las redes”, explica el psicólogo.
Los niños acosadores conocen a sus víctimas. “Eligen a sus iguales y existe una intencionalidad. Van a esa persona, porque saben que pueden agredirla”, dice del Nogal. Para que haya ciberbullying, ambas partes “tienen que ser compañeros o alumnos del mismo centro escolar. Pertenecen a los mismos chats y foros digitales, y consiste en que uno va minimizando la importancia del otro, lo va rechazando, se burla, inventa motes y hasta amenazas. En muchos casos, la víctima acaba expulsada del grupo, lo que es una forma de aislarla y agredirla. El aislamiento presencial es muy visible, pero el telemático también está existiendo”, añade la experta de ANAR.
Esta ONG han reforzado durante la cuarentena su servicio de ayuda a través de su chat. “Hemos observado que la curva de la violencia contra los niños crece día a día durante el confinamiento”, comenta Díaz. Y, sin duda, una forma de violencia es el acoso escolar, cuyas consultas a través del chat, afortunadamente, “han bajado; hay una ligera tregua. No obstante, un 3,3% de las consultas siguen haciendo referencia al ciberbullying”. Quizá no parezca un porcentaje muy alto, pero con un solo niño que esté sometido a un tipo acoso, sea este presencial o telemático, ya es demasiado. “Por eso, no hay que bajar la guardia. Las tecnologías están siendo el escenario alternativo del acoso escolar, con todas sus posibles consecuencias: miedo permanente, ansiedad, baja autoestima, indefensión, depresión…».
Cuando se quedan alterados o tristes tras su conexión a Internet. Los padres debemos estar muy atentos a sus vías de comunicación. “Hay casos en que los padres han podido descubrir que su hijo sufría acoso, al investigar sus vías de comunicación”, cuenta Diana Díaz.
Estar muy atentos a sus redes y chats. Hay padres que han descubierto que su hijo sufría acoso escolar, al investigar sus vías de comunicación digitales, durante el confinamiento, cuando vieron a su hijo comportarse de manera inusual después de cerrar el ordenador.
Más aislados aún. Si van más a su habitación a encerrarse, no quieren contactar con sus amigos, no socializan…
Síntomas psicosomáticos. No están enfermos, pero se quejan de molestias, malestar y siempre les duele algo. O si adelgazan mucho, si tienen problema con la comida o el sueño; estos son indicadores.
Cómo reaccionar frente al ciberbullying
Abrir canales de comunicación. No es fácil que los niños que sufren de acoso lo comenten, ni siquiera a sus padres. En la medida que lo hagan, habrá luz para resolverlo, pero mientras tanto es importante fomentar la comunicación familiar. “Les da vergüenza y sienten culpa. De hecho, se ha observado que tardan entre dos a tres años, de media, en contárselo a los mayores”, sostiene del Nogal. “Existe una idea preconcebida de que lo van a resolver solos y hay una sensación de fracaso”, agrega Díaz.
Darle apoyo incondicional. Es fundamental que la víctima de un ciberbullying, sepa que sus padres siempre van a estar ahí, no importa lo que pase.
Identificar los cambios serenamente. Si se recoge con demasiada ansiedad, el niño se estresa y se retrae más por miedo a las represalias.
No hacer juicio. Dejarle claro que a cualquiera le puede pasar, que no es su culpa. Tampoco pedirle explicaciones de no haberlo dicho antes.
Involucrar a toda la comunidad educativa. Las medidas a partir de que el niño lo cuenta deben ser tomadas y aplicadas en conjunto por los padres, el centro educativo y el niño. Esto es importante para que el niño sienta que está participando de las soluciones.
Enseñar un uso responsable de las redes y TICS. Nadie está a salvo de un ciberbullying, pero evidentemente las posibilidades se reducen si educamos a nuestros hijos en el uso de las TICS, sin exponerse demasiado, manteniendo medidas de seguridad digital, etc.
Publicado enFamilias|Comentarios desactivados en Acoso escolar: cómo detectar si un niño sufre ‘cyberbullying’ en el confinamiento
«Psicópolis«, un corto dirigido por Miguel Mérida Lomeña y desarrollado en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, y que nos muestra una sorprendente clase de Psicología Social que impartirá el profesor Tomás Morales y que sus alumnos nunca olvidarán.
Un recorrido por las principales contribuciones a la Psicología Social desde los experimentos sobre la obediencia de Stanley Milgram hasta los experimentos sobre la conformidad social de Solomon Aschpasando por el experimento de la cárcel del profesor Zimbardo, el experimento con enfermos mentales de Rosenthal, el Efecto Pigmalión o Profecia autocumplida o los experimentos sobre adicción a la heroína con ratas.
Publicado enPsicología 2º BTO|Comentarios desactivados en PSICOLOGÍA 2º de BTO-A-B Sobre PSICOLOGIA SOCIAL (presión del grupo,liderazgo,…)
La pubertad, edad del pavo o adolescencia supone un tiempo de revolución brutal. La psicóloga Lisa Damour es especialista en este breve pero intenso periodo de la vida, en el que los seres humanos peregrinan del niño que eran, al adulto que serán. “Debemos apreciar todo el esfuerzo y los cambios que viven los adolescentes en tan poco tiempo”, empatiza la doctora Damour. Y asegura a los padres que “hacerlo, ayudará a que sepan donde encajan dentro de este proceso de transformación de sus hijos”. Detrás de sus certezas hay décadas de trabajo con adolescentes. Actualmente, la investigadora mantiene su consulta, asesora al Centro Schubert de Estudios Infantiles de Cleveland y es directora ejecutiva del Centro de Investigación para el Rendimiento Académico de las Niñas de la prestigiosa Laurel School. Una institución pionera en estudiar el poder de la mentalidad de crecimiento en las niñas, y que busca fomentar la educación sin estereotipos e involucrar a las jóvenes en los campos de STEM.
Lisa Damour dirige, además, la columna sobre adolescencia del ‘New York Times’ y es autora de los libros superventas ‘Untangled: Cómo guiar a tu hija adolescente por las siete transiciones hacia la adultez ’ y ‘Under Pressure: Hacer frente a la epidemia de estrés y ansiedad en las adolescentes’.
La revolución adolescente está estos días aderezada por las circunstancias, asegura Damour que “los jóvenes no están acostumbrados a pasar tanto tiempo con sus pensamientos y emociones”. Por eso la especialista ofrece pautas para ayudar a padres e hijos. Afirma optimista que “descubriremos que somos más fuertes de lo que creíamos y aprenderemos a relativizar los problemas”. Y concluye: “Adoptar una actitud positiva ante la incertidumbre y ser capaz de afrontar el malestar emocional es, en realidad, el verdadero camino hacia la libertad”.
Publicado enFamilias|Comentarios desactivados en Guías para Familias durante el Estado de Alarma, elaboradas por los Centros de Apoyo a las Familias MADRID
¿Tienes dudas sobre qué carrera escoger? ¿No sabes qué estudiar” ¿Te gustan muchas cosas pero no te ves estudiando nada en particular” ¿Te dicen que estudies lo que más te gusta, ¿pero no sabes qué es?”
Sabemos que elegir una carrera universitaria es complicado, que estás en un momento difícil, a punto de hacer la EvAU y más aún en medio del confinamiento. Hemos podido ir a AULA-20, hemos contado con la visita de algunas universidades, (Complutense, Politécnica…) pero no hemos podido hablar con estudiantes ni profesores de las titulaciones que más te gustan.
Mira, Te Cuento es un consultorio pre-universitario online puesto en marcha por la Fundación Universidad-Empresa con la colaboración de cerca de cien voluntarios recién titulados que han participado en nuestros programas de prácticas y quieren ayudarte a despejar las dudas que tienes y a elegir la mejor carrera para ti. A través de nuestros webinars, te contarán su experiencia estudiando la titulación que te interesa y las salidas profesionales que han tenido, y tú podrás preguntarles todo lo que te preocupa.
Ya se han programado casi 40 webinars gratuitos, y habrá muchos más. El primero se realizará el próximo martes, 21 de abril.
Los días de
confinamiento pueden resultar una oportunidad para que los estudiantes se
reinventen y descubran nuevas formas de aprender y acceder al conocimiento
Los niños y jóvenes
han descubierto más que nunca los entresijos de teleestudiar debido a la
cuarentena. Los profesores ya no están presentes para indicarles horarios y
deberes a diario y de forma presencial. Ya no se estudia en el centro escolar,
sino en casa. Pero, ¿cómo afecta esta imprevista y novedosa situación a los niños
y jóvenes? Quizás nos podamos sorprender de que este giro pueda
motivar y afectar de forma positiva a los niños que no se caracterizan por
ser buenos estudiantes. “El ser humano tiene
un potencial de adaptación inagotable, y los niños, más concretamente, nos
sorprenden con su capacidad de esfuerzo y superación cada día. La clave reside
en saber ver las oportunidades de crecimiento y las herramientas de las que disponemos
para ayudar a nuestros hijos a realizarse diariamente, aún en estas
circunstancias, a priori, adversas”, comenta Zaida Moreno Ramos, neuropsicóloga
clínica y psicóloga general sanitaria de Elea, Instituto Psicoeducativo.
La ansiedad y el
estrés que se perciben en el ambiente con la situación del coronavirus juegan
en contra de su motivación a la hora de estudiar desde casa porque “desemboca
en un bloqueo emocional que paraliza y que retroalimenta la sensación de agobio
e inquietud. Esto no afecta solo a la
persona que lo sufre, también repercute en la dinámica familiar.
Para evitarlo, es importante no culpabilizar a nadie y rebajar en la medida de
lo posible las exigencias en épocas de crisis”, recomienda Zaida Moreno.
Lejos de caer en la tensión con
los hijos a la hora de que estudien en casa durante la
cuarentena y dejarnos llevar por la preocupación y la responsabilidad de asumir
el rol de los profesores ausentes, conviene centrarse en que “la motivación por
aprender es posible. Esta situación de confinamiento casi absoluto en el que
vivimos desde hace unas semanas, puede ser una gran oportunidad para
reinventarse y redescubrir nuevas formas de acceder al conocimiento”, añade
Moreno, que aporta varias recomendaciones para que niños y jóvenes estudien
desde casa durante la cuarentena, como:
Seguir
una rutina diaria, relativamente estructurada, pero también flexible. Se puede combinar
tiempo de trabajo y descanso que incluya actividades lúdicas en familia.
Descubrir
que el aprendizaje no solo reside en los libros y en realizar
tareas escolares de manera mecánica, sino que existen otras opciones, como
talleres de lectura, pintar o actividades grupales físicas virtuales, como yoga
o pilates.
Rebajar
la presión que imponemos a los niños a la hora de cumplir con todos los deberes
que mandan los profesores, así como la necesidad de seguir el plan de trabajo
diario por materias. Las circunstancias y el contexto en el que se lleva a cabo
el aprendizaje en casa y en el colegio son diferentes. Los requisitos pueden
ser distintos y las tareas más dinámicas.
Crear
un ambiente agradable para estudiar en casa; bien ventilado y sin ruido. Evitar
el uso excesivo de aparatos como el móvil o la tablet. El mal uso de las
nuevas tecnologías no favorece el aprendizaje y puede producir un estado
interior de agitación y excitación que perjudica nuestra capacidad de atención
y memoria a largo plazo.
Tener
unas rutinas adecuadas con respecto a los horarios de sueño. Para mantener el
bienestar mental, conviene practicar con los niños un tiempo para hacer alguna
meditación breve y sencilla o ejercicios de relajación.
Establecer
una comunicación positiva, de confianza y ayuda entre profesores, padres y
alumnos para ofrecer recursos que creen una dinámica basada, no tanto en el
resultado, como puede ocurrir en el colegio con las evaluaciones, si no en el
proceso y el interés por aprender cosas nuevas. Es una buena oportunidad, para
desarrollar capacidades y actitudes como la empatía, la autoestima, el diálogo
y la superación de situaciones adversas.
Cómo actuar cuando tu
hijo te dice que no quiere estudiar
Conviene evitar dramatizar el
hecho de que el niño o joven se niegue a estudiar porque “tiene
que asumir o no su responsabilidad como estudiante. Insistir machaconamente a
los hijos suele ser contraproducente porque se acostumbran a oír, que no a
escuchar, el soniquete paterno, lo cual acaba convirtiéndose en un juego para
conseguir su atención. Suele resultar más productivo no entrar en ese juego;
eso sí, avisándoles de que, si no cumplen con su responsabilidad, habrá un
coste negativo que los progenitores deberán concretarles de entrada. Como la
coherencia es fundamental en educación, estos deberán cumplir la advertencia en
cualquier caso”, argumenta Carmen Cabestany, profesora de secundaria y presidenta
de la Asociación No Al Acoso Escolar (NACE).
La falta de motivación
es una de las principales causas por las que los jóvenes dejan sus estudios,
concretamente, según los últimos datos del Ministerio de Educación,
un 17,9% de la población estudiantil abandona el colegio o instituto. Los niños
y jóvenes que quieren estudiar tienen en común sus ganas de aprender sobre el
mundo en el que viven. Por ello “es imprescindible fomentar en los niños, desde
muy pequeños, su curiosidad natural y compartir con ellos actividades con las
que aprendan como contarles cuentos», explica Carla Valverde, psicóloga
clínica infantojuvenil del Centro de Salud Mental de
Alcobendas. Cosas también como compartir con ellos nuestros
intereses o aficiones sobre determinados temas, fomentar y aportarles
información sobre lo que a ellos les gusta, ojear juntos un libro o buscar
información interesante en Internet. «Es muy importante que el niño
entienda que los estudios son su tarea y, no porque se lo digamos, sino porque
nuestro comportamiento sea coherente con ellos y se muestre confianza en cómo
trabajan y se organizan para estudiar”, afirma Valverde.
La cara pedagógica de la situación impuesta por el
coronavirus
Una pandemia no es una
situación habitual. Se trata de una excepción dramática, que bien enfocada, nos
puede ofrecer un escenario real idóneo para que nuestros hijos aprendan de
primera mano y a través de la experiencia ciertas cosas que de otra manera
sería imposible.
Desde esa perspectiva,
se puede guiar a los niños para que fijen su atención en que “si algo está
resultando una novedad, producto del encierro, es el regalo del tiempo y la
presencia. Si lo vemos por el lado positivo, la oportunidad es doble: podemos
hacer cosas que siempre quisimos y nunca encontramos el momento para realizar.
Por otro lado, también es tiempo para no hacer; aprender a estar sin actividad
ni plan prefijado”, explica Tristana Suárez, psicóloga y terapeuta Gestalt. Suárez
apunta varias oportunidades para ver la cara pedagógica de la situación
impuesta por el coronavirus:
Explorar
el lado creativo de los niños. Aprovechar para dibujar, hacer
manualidades, cantar, bailar, jugar con la voz, inventar historias e
ilustrarlas.
Compartir
juegos de mesa en familia que sirven a los niños para aprender a
divertirse con normas, a jugar, perder y colaborar en equipo.
Los
niños pueden descubrir cómo funcionan las cosas en casa cuando ellos están en
el cole y hacerles partícipes de las tareas habituales, como hacer las
camas, regar las plantas o ayudar a cocinar. Es una buena oportunidad de que
valoren el trabajo que se hace entre bastidores todos los días cuando ellos se
ocupan de sus actividades escolares.
Aprender
cómo se teletrabaja. Los niños pueden aprender de los padres que trabajan desde casa la
autodisciplina, cómo organizar los horarios o comunicarse de forma virtual con
los compañeros para sacar las tareas adelante. De hecho, se trata de un modelo
que ellos también han descubierto con la cuarentena a la hora de realizar sus
trabajos escolares.
Organizar
el espacio y el tiempo de convivencia en casa. Las circunstancias obligan a los niños
a convivir con la familia en casa todo el día. Es un buen momento para aprender
sobre el terreno a planificar y separar el tiempo de ocio y de trabajo, así
como para delimitar espacios y respetar las zonas de intimidad en casa. De esta
forma, se evita la saturación y los conflictos en la convivencia. Es la
oportunidad para que niños y jóvenes aprendan a estar consigo mismos, a
disfrutar de sus aficiones o tareas y a descubrir la propia soledad como un
espacio que también puede ser agradable y nutritivo.
Enseñar
a parar y estar. Dejar de hacer, que es nuestra dinámica habitual para dar espacio a una
charla banal o trascendental; al silencio o al aburrimiento. Dejar pasar las
horas, desde la presencia y disponibilidad con nuestros hijos, al tiempo que
estamos inactivos; sin tener que liderar o dirigir nada.
Publicado enFamilias|Comentarios desactivados en Cómo motivar a tus hijos para que estudien durante la cuarentena