El Gobierno prepara un fondo de 1.000 millones para financiar a las pymes

Expansión.     17-Nov-2015

El Gobierno ha intentado por  activa y por pasiva que las  pymes accedan a fuentes alternativas de financiación para  evitar episodios trágicos como  los vividos estos años, como  consecuencia de la restricción  del crédito bancario. Con esa  intención, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, a  través de la Compañía Española  de  Reafianzamiento  (Cersa), lleva meses trabajando en un fondo de deuda para  que esa liquidez llegue principalmente a las micropymes, es  decir, a compañías con un  ebitda inferior a los 5 millones  de euros.

Ana Vizcaíno, consejera delegada de Cersa, explica en  declaraciones  a  EXPANSIÓN que “ya están manteniendo conversaciones con el  Banco de Europeo de Inversiones (BEI) y con el Fondo  Europeo de Inversiones (FEI)  para poder captar los recursos  con los que poner en marcha  esta iniciativa”. “Contamos  con un objetivo ambicioso de  1.000 millones. Al menos son  necesarios 300 millones para  asegurarnos de que funciona”,  añade. No obstante, también  reconoce que este proyecto todavía se encuentra en una fase  embrionaria y que les gustaría  lanzarlo ya el año que viene.

Iniciativas privadas  En los últimos años, ha habido  varias iniciativas en el sector  privado, dentro de la actividad  que se considera banca en la  sombra o shadow banking. Son  fondos que ofrecen préstamos  directos (direct lending en la  jerga financiera). Otorgan financiación a las empresas a  unos tipos de interés que, en  este caso y debido a que contaría con aval público, serían  competitivos. A cambio, dan  una rentabilidad a los inversores que han facilitado ese dinero al vehículo.

No sólo han llegado a España fondos extranjeros de deuda, sino que también se han  creado ex profeso vehículos  españoles de la mano de N+1,  de AFI con Renta 4, de Arcano  con Muzinich, entre otros. Todos han lanzado proyectos  ambiciosos con importes objetivos que han superado los 200  millones de euros, con la intención de mostrarse como  una alternativa de financiación al crédito bancario tradicional. Sin embargo, no han logrado cerrar todavía ninguna  operación. En opinión de Vizcaíno, ha habido mucho interés por parte del sector privado para llegar a las pymes pequeñas, “pero este tipo de fondos requieren muchos recursos y esto provoca que vayan a  unas firmas con un tamaño superior”.

En el proyecto también está  colaborando la Empresa Nacional de Innovación (Enisa),  otra empresa pública perteneciente a Industria que, desde  1982, participa en la financiación de proyectos empresariales viables e innovadores. Además, cuenta con el expertise de  las sociedades de garantía recíproca, entidades financieras  que posibilitan el acceso al crédito en mejores condiciones  de plazo y de tipo de interés a  las pymes y autónomos, consiguiendo la financiación para  sus proyectos. Y también está  presente el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Las pymes, principalmente  las más pequeñas, han sufrido  la sequía del crédito en los últimos años. Con este tipo de mecanismos alternativos de financiación pueden lograr liquidez en condiciones favorables y a unos plazos más largos.  En este sentido el Gobierno ha  puesto en marcha varias iniciativas durante la presente legislatura que ha servido de  complemento al crédito bancario  tradicional,  como  el  Mercado Alternativo de Renta  Fija (MARF) o el Fond-ICO,  que promueve la creación de  fondos de capital riesgo de gestión privada que realicen inversiones en empresas españolas en todas sus fases de desarrollo (ver información adjunta). Y pese a la recuperación que está experimentando  el crédito durante el presente  ejercicio, los expertos creen  que este tipo de mecanismos  seguirán teniendo un papel  muy relevante.

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